El 3 de junio de 2015 se realizó en Argentina la primer manifestación de #NiUnaMenos, convocando más de 200.000 personas en la Plaza de Mayo, donde uno de los pedidos centrales fue la recolección y difusión de datos oficiales sobre la situación de la violencia de género.
Al dia siguiente la Corte Suprema anunció que sistematizaría y divulgaría datos de los tribunales de todo el país. Y así lo hizo. Seis meses después, en noviembre, publicó el “Primer Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina”. Las cifras correspondían a 2014 (225 mujeres asesinadas por ser mujeres) y a 2015 (235 víctimas en todo el país, lo que significaba una cada 37 horas, un 4,4% más que el año anterior).
En junio de 2017 se publicó el tercer informe, que corresponde a datos de 2016. Durante ese año el número de víctimas ascendió a 254 (se incluyó por primera vez los transfemicidios/
En 2014 hubo 225 femicidios, a razón de una mujer cada 39 horas. La cifra trepó en 2015 a 235; una muerte cada 37 horas. Y en 2016, los casos fueron 254, una muerte cada 34 horas.
La edad de las víctimas se encuentra entre los 21 y 40 años, siendo menos común entre los mayores de 60 años y menores de 16.
La realidad detrás del análisis estadístico es que la violencia de género va en aumento, aun después de toda la campaña para evitarla.