19.08.2021 Ella es Miriam Ferreyra y vive Villa Piolín, es madre y tiene tres hijos, ama el rock y su trabajo es fabricar ladrillos con sus propias manos.
Miriam tiene 38 años y vive en Villa Piolín, llegó hace más de un año proveniente del Gran Buenos Aires, más precisamente de José C. Paz. Es mamá de Alejandro de 18, Maia de 15 y Esteban de 13.
Ella nos cuenta que cuando era más joven hacía este trabajo con el padre de sus hijos y ahora ya radicada en San Nicolás, comenzó a desarrollar esta tarea que lleva adelante con sus propias manos y la invaluable ayuda de sus hijos.
Fue víctima de violencia de género y huyendo de esos problemas fue que llegó a San Nicolás, ciudad que ya conocía al tener un hermano que vive aquí.
Miriam se levanta todos los días se levanta y prepara junto a sus hijos el adobe con bosta de caballo para la producción diaria de ladrillos. Una vez listo el adobe lo colocan en los moldes que le dan forma y los dejan secar al aire libre para luego hornearlos y dejarlos listos para la venta. Cada día producen aproximadamente 500 ladrillos, hay días que superan esa cifra.
“Trabajar con mis hijos es un orgullo, es muy lindo tenerlos encima de mí, saber que están cerca y yo me siento más tranquila al saber que están acá y que no andan en la calle .Los tres estudian y trabajan conmigo.
Todos los días comenzamos a trabajar a las 8 y los días muy fríos arrancamos al medio día, normalmente terminamos a las 8 de la noche. Nosotros producimos los ladrillos y trabajamos para un corralón, Ladrillería San Nicolás, ellos los venden ”
Miriam nos cuenta que compró un terreno enfrente al lugar donde trabaja y que de a poco lo irá pagando y será suyo. Seguramente su hogar también será construído con los ladrillos que fabrica con sus propias manos y en familia.