18.08.2025
Esta mediodía un grupo de remiseros protestaron con bocinazos en la ciudad por lo que califican competencia desleal por parte de las APPs de traslados.
La situación económica del país y del sector de transporte de pasajeros vive una profunda crisis, que ha acentuado la tensión entre los actores involucrados. En este contexto, los trabajadores del sector de remises y taxis realizaron una marcha de protesta en las calles céntricas de la ciudad, partiendo desde el hospital de Zona Sur tras una reunión con algunos concejales en el Honorable Concejo Deliberante (HCD). La movilización buscó expresar su reclamo por mayor equidad en la prestación de servicios de traslado y denunciar que las plataformas de aplicaciones (APP), en particular Uber, están perjudicando la rentabilidad laboral y el sostenimiento de sus fuentes de trabajo.
Es importante destacar que el sector remiseril atraviesa dificultades graves, exacerbadas por la competencia desleal que representan estas plataformas, las cuales operan con requisitos mucho más laxos o inexistentes en comparación con las regulaciones tradicionales. Los remiseros demandan una regulación clara y estricta, especialmente en relación con Uber, que consideran ilegal y que les genera una disparidad económica significativa, afectando su estabilidad laboral.
Durante la protesta, los remiseros solicitaron al HCD una regulación efectiva de las APP, solicitando especialmente el control y la regularización de Uber, que continúa operando sin
cumplir con los requisitos establecidos. La respuesta de los concejales fue que la decisión corresponde a la autoridad municipal, sin ofrecer solución concreta en ese momento.
Cabe señalar que en la ciudad de San Nicolás, Cabify es la única plataforma autorizada formalmente para operar, habiendo acordado inicialmente convocar a profesionales del volante, como taxistas y remiseros. Sin embargo, la situación con Uber es distinta, dado que sus requisitos son más laxos y su operación ilegal según denuncian los trabajadores del sector.
El origen del conflicto remonta a marzo, cuando los remiseros solicitaron al municipio que intervenga frente a la irregularidad en el uso de las aplicaciones. La respuesta en ese momento fue que el municipio no disponía de herramientas legales para secuestrar vehículos de las APP, lo que evidenció la falta de acciones concretas para resolver el problema. A pesar de haber presentado en aquella ocasión un proyecto de ordenanza para regular estas plataformas, no hubo interés ni avances en su implementación, lo que ha agravado aún más la situación.
En este contexto de crisis económica y de profunda incertidumbre sectorial, el reclamo de los remiseros refleja no solo una problemática laboral, sino también la necesidad de un marco regulatorio claramente establecido y efectivo que garantice la competencia leal y la protección del trabajo formal en nuestra ciudad.
