La entrega de la producción la realizaron autoridades de la cárcel al director del hospital, Pablo Gavazza, y se trató de una iniciativa impulsada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos dentro del programa “Más trabajo, menos reincidencia”.
Los internos fueron capacitados previamente para fabricar cada uno de los kits que consta de un camisolín, una cofia y un par de botas.
La capacitación se desarrolló en un taller que coordina la oficina de inclusión sociolaboral a cargo de María Fernanda Domínguez, quien destacó que “los participantes recibieron de muy buena manera la oportunidad de colaborar con el hospital”.
El subdirector la Unidad 3, Javier Leguizamón, subrayó que “la solidaridad es un elemento de cohesión entre las personas privadas de su libertad. El hecho de que se capaciten en tareas y oficios mientras ayudan a otras personas es otro estímulo que los acerca a su reinserción social y laboral”.
El penal recibió de la fundación Darmas las telas para confeccionar los elementos y colaborar con tareas que minimicen el impacto de la emergencia sanitaria.
Además, los internos elaboraron desde el comienzo de la cuarentena cientos de barbijos termosellados reutilizables que fueron destinados a agentes penitenciarios, internos, efectivos de la policía local y vecinos de la ciudad.