19.05.2020 Aldo Ruffini no solo es el padre de los famosos quintillizos, esos 5 hermanos que supieron recorrer las pantallas de la televisión nacional. Aldo también escribe cuentos y relatos, recita, dibuja, actúa dejando ver su poder de interpretación y también pinta. Aunque se defina “como un caradura como todo lo que hace con Pablo” en relación a sus sobrino Pablo Rozadilla con el cual han publicado 4 libros de cuentos, Ruffini se mueve por varias áreas del arte aunque prefiera nollamarse artista.
En esta oportunidad son sus cuadros y la habilidad para la pintura, lo que nos movió a charlar con Aldo, que si bien puede que no sea un “estudioso de la materia” como él lo expresa, pero es un artista práctico. Mientras algunos cuadros duermen bajo la sombra de la perfección de la técnica en algún taller solitario de la ciudad, los cuadros de Aldo andan por la ciudad alegrando la vida de sus amigos y familiares. Oriundo de Conesa le corre por la sangre la comunión y la solidaridad, su contacto con el pueblo y una de las religiones más sagradas: los amigos.
En este período de cuarentena se le ocurrió pintar cuadros y regalárselo a los amigos, conocidos y parientes. “Les conozco más o menos el gusto, a algunos les gusta más abstractos a otro más concretos. A Facundo Mancuso un periodista depoertivo, le regalé el puente de Conesa y se me largó a llorar porque se emocionó mucho, ya que lo remonta a su niñez. Esas son mis satisfacciones, arrancarle una emoción a la gente que quiero en este período de cuarentena”.
Aldo dice que si mira sus cuadros un pintor se le cae la cara de vergüenza, que apenas sabe algo sobre el contraste de colores y perspectiva debido a su profesión de arquitecto. “Cuando tenía 12 años mi vieja me mandó a dibujo, luego cuando estudié arquitectura mejoré esta cuestiones del dibujo. Imaginate que en arquitectura tenés que dibujar bien algo que no está, entonces uno tiene que saber imaginar espacios y graficarlo. Todo esto en cuanto al dibujo, pero después hacerlo con el pincel se complica un poquito. Pero yo no soy detallista ni fino, entonces alguna vez se me ocurrió pintar y hoy acá estoy, haciendo regalos a los amigos” .
La familia Ruffini y Rozadilla hace muchos años realizan una revista para la familia, más que nunca podemos decir de “circulación interna”. Esa revista sale todos los 31 de diciembre y los integrantes de la familia de todas las edades escriben alguna vivencia. Pero esa es otra historia que merece otra emoción, otras páginas y un momento más amplio parea narrarlo.