En tanto, familiares de las víctimas reclamaron “justicia” y “cárcel para el asesino”, en referencia al policía acusado, Pablo Moresco (24), mientras desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que representa a las familias de los fallecidos, resaltaron la necesidad de “inscribir el hecho como un caso de violencia estatal y uso letal de la fuerza”.
“Lo que le pasó a mi hijo no fue que tuvo un accidente, se cayó y no se habló más del tema. Lo que le pasó fue una masacre. De esto se va a hablar toda la vida”, expresó Sandra Corbalán, madre de Ezequiel Corbalán, uno de los jóvenes atropellados.
En el requerimiento de elevación de la causa a juicio -al que tuvo acceso Télam-, el fiscal Darío Giagnorio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de San Nicolás, le solicitó al juez de Garantías 1 del mismo distrito, Román Parodi, que el policía acusado sea juzgado por el “homicidio con dolo eventual” de Corbalán (30) y Ulises Rial (25).
En su escrito, el fiscal dejó asentado que “en la intersección de las calles Carbajo y Piaggio de la ciudad de San Nicolás (…) el oficial de policía Pablo Moresco, al mando de un móvil de la fuerza policial, dio muerte a Ulises Rial y a Ezequiel Corbalán interponiéndose sorpresivamente a sabiendas de que las balizas del móvil no funcionaban”.
Para el funcionario judicial, el policía Moresco, que actualmente se encuentra en libertad, cruzó su móvil de carril “sin darle importancia al daño que su accionar policial podía causar en la integridad física de los ocupantes del rodado de menor porte”, por lo que “violó su deber de actuar conforme al principio de racionalidad que debe primar en su accionar”.
Además, a partir de declaraciones de testigos, la fiscalía logró determinar que el patrullero iba a unos 20 kilómetros por hora cuando se cruzó de carril y que “el móvil se encontraba sin la sirena” y “con las balizas apagadas” al momento de la persecución y el posterior impacto.
El hecho se registró alrededor de las 3 de la madrugada del lunes 1 de junio de 2020, cuando Corbalán y Rial iban a bordo de una moto Corven 150 cilindradas y efectivos que se desplazaban en un patrullero quisieron identificarlos, ya que estaban violando el ASPO decretado por el Gobierno nacional.
Sin embargo, Corbalán aceleró rápidamente y los agentes policiales de la zona dieron inicio a un operativo cerrojo tras irradiar un alerta, aunque la persecución solo duró algunas cuadras, hasta las calles Carbajo y Piaggio del barrio San Martín.
Allí, el patrullero manejado por Moresco chocó de frente a la moto en la parte izquierda y ambos tripulantes, que no tenían el casco puesto, cayeron contra el asfalto.
Rial murió casi en el acto como consecuencia de las lesiones sufridas y Corbalán quedó internado en grave estado en un hospital local hasta el viernes 5 de junio, cuando falleció.
Por Ian Werbin