29.09.2024
Opinión
Decepcionados, abandonados y perdidos en la incertidumbre, así se encuentran hoy los votantes del peronismo nicoleño.
Quienes emitieron en octubre pasado su voto en apoyo al peronismo, identificado en Unión por la Patria, se sienten absolutamente perdidos y sin la más mínima esperanza por parte de los dirigentes locales, que no dan “señales de vida”.
Tapa del disco de 1993 de los Redonditos de Ricota, Lobo Suelto, cordero atado
Alrededor del treinta por ciento del padrón electoral decidió, a pesar de tener la certeza de que a nivel local la suerte ya estaba echada y que el triunfo de Passaglia era inevitable, apostar al peronismo.
Esos votantes fueron a las urnas con la convicción de que el peronismo de San Nicolás sería una alternativa de altura a la hora de discutir políticas públicas, que son las que le mejoran o arruinan la vida a la gente.
Estos votantes aspiraban a que en el Concejo Deliberante sus representantes fueran luchadores y dignos de esa confianza depositada, confianza que según hemos consultado, parece no haber sido retribuida desde las bancas del HCD ni desde la dirigencia local en su conjunto.
Poca es la expectativa para el futuro dentro del peronismo local, al menos desde las bases es lo que se escucha decir en cada pregunta que hacemos.
Sobre el accionar de las “figuras” parece que a simple vista van perdiendo protagonismo y fuerza dentro del imaginario público, pero sin moverse mucho como para permitir una renovación que genere alguna esperanza a sus votantes.
Muchos referentes del peronismo continúan inamovibles y hasta en muchos casos, se los percibe casi analfabetos en el nuevo idioma político en el que el país está inmerso. En muchos casos continúan con viejas prácticas, pero incluso en menor medida y eso muestra a las claras que al igual que Thanos, con sus gemas de poder (cinematográficamente hablando), la realidad, chasquea los dedos y lentamente hace desaparecer a quienes antes emergían como indiscutibles de la realidad local y los posiciona como figuras meramente decorativas. Cordero atado.
Thanos chasquea los dedos para eliminar a sus enemigos (Los Vengadores, Infinity War)
En el imaginario de muchos votantes existe un anhelo sobre la posibilidad que el partido de Perón comience un renacimiento real, de lucha intelectual y política, de renovación real, con discusión y participación sin mezquindades, de retórica clara y potente, de posicionamiento en la agenda diaria y con la doctrina peronista bajo el brazo, obviamente.
Un peronismo activo, con manejo de lo comunicacional adecuado al 2024 y de trabajo territorial a la vieja usanza, herramientas que combinadas dentro del peronismo harían temblar y repensar a cualquiera que se ponga enfrente. Lobo suelto.
Hoy el peronismo nicoleño está dividido, débil y sin referentes claros a la vista, quizás sea hora para que el peronismo de la ciudad entienda que sus votantes esperan más, que sus concejales no están becados y que se deben hacer escuchar más allá de sus bancas, porque la sensación general es que nadie hace nada por quienes eligieron electoralmente una opción distinta al oficialismo.
Al histórico peronismo nicoleño sus votantes le reclaman ser una fuerza equilibrada, quizás, sin llegar a ser un lobo suelto, pero tampoco un cordero atado.