El obispo Hugo Santiago, este 25 de septiembre dio apertura a la misa de las cuatro de la tarde, con una homilía que duró 22 minutos y llamó a la reflexión de los feligreses. Habló sobre la esperanza como motor de vida y motor cristiano, sobre los falsos ídolos: posesiones materiales, poder y placer. Citó como ejemplo a los docentes, dirigentes y trabajadores cartoneros y agradeció a los empresarios y políticos que ponen el poder y el capital, para la vida digna de las personas.
Monseñor Santiago en la procesión central ®snnews
26.09.2019 El obispo Monseñor Hugo Santiago inició la misa con unas palabras que llamaron a la reflexión, su discurso duro aproximadamente 22 minutos y comenzó refiriéndose a “la esperanza como motor de la vida”. Expresó que hay un objetivo en la esperanza y un camino, que por ese camino anduvieron Jesús y María y tomaron una ética para llegar: “mientras caminamos al cielo donde María Vive, tenemos que crear aquí un cielo nuevo y una tierra nueva, esa es la misión que nos dio Dios”. Posteriormente dio a los feligreses una síntesis de lo hablado hasta entonces: “María y Jesús camino al cielo, asumieron una actitud de servicio, de olvido de si y de nutrir a los demás”.
Llamó a tener la capacidad de discernir, entre los caminos verdaderos de los falsos que nos alejan de la meta: “la iglesia ha expresado a esos falsos caminos como los ídolos: del tener, del placer y del poder”. Dejó claro que el problema aparece cuando son usados como fines y no como un medio para servir a los semejantes: “los ídolos se parecen a Dios pero prometen una felicidad que no nos pueden dar”.
Sobre el tener citó el ejemplo de un señor que trabajó mucho para tener cosas materiales, pero que de anciano se percató de la frustración que en ello reside: “por tener se le achicó el corazón” y citó al Papa Francisco para reforzar su argumento. “La iglesia nunca ha dicho que tener dinero es un pecado, lo que ha dicho es que tener bienes, talento, tiempo y dinero es para ponerlo al servicio de los demás” Y destacó que un empresario, dando a su capital la función social de dar trabajo, hace que otros puedan acceder a bienes y Derechos Humanos fundamentales, como vivienda digna, educación y descanso: “este es el camino, darle a nuestros dones una función social” e invitó al auditorio a repetirlo.
“Cuando se toma el placer como fin se termina manipulando a las personas, nos impide ver la necesidad de los que nos rodean” Habló sobre el placer y aseguró que “en el sentido histórico hay un placer, el del compromiso histórico por el bien común” Dio el ejemplo de una joven nicoleña, que estudió el método para descubrir cuándo la insulina está verdaderamente vencida. Citó como ejemplo a Juan Pablo Castet, el joven con capacidades diferentes, que ganó el mundial de ping pong y la felicidad en quienes lo formaron. No dejó afuera las referencias de los ejercicios de la política: “hace poco un dirigente político junto a dirigentes de movimientos sociales, trabajaron para que la gente que recolecta la basura, que junta el cartón y el nailon, lo puedan reciclar pero dentro de una empresa, imaginen la alegría de los recicladores y los dirigentes”.
El último ídolo a vencer es el poder, pero que tomado como medio sí da alergia: “los padres tienen poder y los docentes también, cuánto tenemos que agradecerles a ellos porque nos perfeccionaron humanamente” Finalizó dándole gracias a María por todos los padres, docentes, sacerdotes, políticos, empresarios que usan so poder como servicio: “porque los ennoblece como personas y construye la sociedad, este es el camino”.
Aseguró que la fe cristina requiere de mucha audacia, “porque a los cristianos quién nos vigila “, se preguntó. Como preludio de cierre, lanzó dos preguntas al público que contestó en coro: “¿ustedes le viene rezar a un muerto acaso? ¿María está entre nosotros sí o no?”, el público estalló en una conjunta afirmación. Para finalizar dejó en clara la propuesta: “proyectemos la esperanza como motor de vida, pero hasta el final de la vida y más allá”.