Entre el autismo, la AFIP y la desinformación.
David, Mahue y su hijo Fermín de un año de vida, vivían en San Nicolás y en febrero del año 2016 se fueron a vivir a un pueblo en pleno crecimiento, Lago Posada en la provincia de Santa Cruz. Es un pueblo rural que limita con Chile. A través de un pariente de David consiguieron trabajo allí donde vivieron 2 años y medio. Al año vuelven a la ciudad de visita y les llamó la atención el comportamiento de Fermín, su hijo de 3 años. Vieron lo diferente que interactuaba Fermín en relación a unos primos de su misma edad, tres años. De regreso a Santa Cruz fueron a consultar con un pediatra al Hospital público de Perito Moreno, que es la ciudad más cercana al Lago Posada donde residían. Allí lo vio una pediatra que les indicó hacer los análisis correspondientes para detectar el autismo e ir a un neurólogo. Les resultó imposible sacar turno a través “La caja de Servicios de Sociales”, que es la mutual de los trabajadores del Estado en Estado en Santa Cruz, porque estaba cortada. A raíz de este conflicto decidieron gastar sus ahorros para construir su casa, y que Fermín y su madre viajen a Rosario para iniciar los estudios correspondientes. Finalmente le diagnosticaron una especie de espectro autista, con síntomas de hiperactividad. El diagnóstico cambió con deficiencia motriz, el diagnóstico seguirá cambiando.
“La patología evoluciona con tratamiento o sin tratamiento, nos volvimos de Santa Cruz , porque allá no lo podíamos hacer. Viajabamos 6 horas entre ida y vuelta para llevarlo al Hospital de Perito Moreno a una sección de 40 minutos con el fonoaudiólogo, cuando nevaba era imposible salir, más el gasto económico, preferimos dejar nuestros trabajos y volver a San Nicolás para que Fermín pueda hacer el tratamiento”
De regreso a San Nicolás les resultó muy difícil conseguir trabajo. David trabaja manejando un remis y Mahue está desempleada, a pesar de los dos contar con estudio y oficio. No tenían mutual, ni prepaga. El tratamiento de Fermín lo comenzaron de manera privada con la ayuda económica de los abuelos de Fermín. Dos profesionales que atienden al niño les aconsejan hacerse monotributistas e ingresar a la obra social OSECAC, ya que es una obra social que paga en término a los médicos y presta un buen servicio a los afiliados. Cuando la pareja va a la AFIP a darse de alta en el monotributo, automáticamente los inscriben en la obra social OSECAC, sin que la pareja llegue a decírselo.
“En el mes de agosto me di de alta en el monotributo donde pago más de 2000 pesos, y de ese porcentaje una parte es el aporte de la obra social OSECAC, con dos adherentes, Fermín y Mahue la mamá. Cuando me di de alta en la AFIP me anotaron en OSECAC. En el mes de noviembre debería haber estado activa la obra social, pero sigue si estarlo. Llamamos a la Sede Central de OSECAC y a la Superintendencia de Salud. La respuesta que recibo de OSECAC es que transitoriamente no están recibiendo monotributistas, y que al igual que yo hay muchísimos formularios en la misma situación. En OSECAC San Nicolás nos dijeron que llamemos a la Superintendencia y plantiemos la situación para que nos re asignen otra mutual, pero ni bien llegamos de Santa Cruz en el mes de julio y averiguamos para ingresar a alguna prepaga u obra social, ninguna nos recibe, por lo que llaman la preexistencia de la enfermedad de Fermín”
Voz oficial de OSCEAC San Nicolás.
Hablamos con la encargada de la obra social y del área contable Karina Dignani quien aseguró que no es un problema de mala voluntad de la mutual, ni negligencia burocrática:
“OSECAC Casa Central hizo un pedido a la Superintendencia, informando que completamos el cupo para poder tomar monotributistas, no tenemos capacidad para poder darle prestación a tantos monotributistas, la Superintendencia de Salud aprobó esa presentación, diciendo que OSECAC no puede actualmente tomar monotributistas. No es una cuestión interna nuestra o de San Nicolás propio que no queremos tomarlos. Lo que ocurre es que la única obra social de San Nicolás que estaba tomando a monotributistas estos últimos años, era OSECAC, de hecho ibas a la AFIP, te daban de alta en el monotributo y te decían que te inscribas en OSECAC porque allí te dan de alta, porque en otras no. El año pasado también Casa Central hizo una presentación a la Superintendencia, informando esta situación donde desbordamos de monotributistas, porque sabemos que el aporte no es el mismo al que hace un empleado de comercio o alguien que está en relación de dependencia. Entonces nos vimos obligados a informar en una presentación formal a la Superintendencia que en esta situación no podíamos continuar brindando las prestaciones. El empleado de comercio paga el 3% de su sueldo, que el mínimo salarial es de $24.000, el 6% aporta el empleador, la suma da un 9%, el monotributo ahora en enero se modificó, ronda en los $ 500 el aporte, en la página de AFIP está bien identificado cuánto paga un monotributista a la obra social, independientemente a la categoría donde estés inscripto, podes estar inscripto en una categoría alta o baja y el importe que ingresa no varía. Actualmente no podemos decir cuándo se abrirá el cupo, no podemos dar esa información porque no la tenemos, eso depende de Casa Central, sé que están trabajando en el tema pero nada oficial. Lo que nosotros le sugerimos a toda la gente monotributista es que vaya a o llamen por teléfono a la Superintendencia en Bs As y presenten el inconveniente que tienen para que le re asignen una obra social que los pueda cubrir en las prestaciones.”
Centro Integral Matices.
Entrevistamos a David a la salida de una reunión que tuvo con los profesionales del Centro Integral Matices, donde se lleva adelante el tratamiento de Fermín con todos los presiónales que requiere el caso: psicóloga, Terapista profesional, Fonoaudióloga, psicopedagoga.
“A la altura de esta reunión confiábamos que íbamos a tener la obra social y que Fermín iba a estar inscripto con su carnet de discapacidad y el tratamiento iba a ser totalmente gratis. Además de todos los profesionales nos dieron en la reunión que Fermín además va a necesitar un acompañante terapéutico, que mínimo cobra $10.000 por mes, sumado al pago de los profesionales de manera privada, la suma sube a unos $25.000 por mes, imposible, no sé cómo vamos a hacer”
David y Maahue verán de qué manera pueden ayudar a Fermín, financiarse o pedir ayuda económica a familiares y amigos hasta que aparezca un trabajo mejor. Son de clase medía, tienen estudios, han recibido una buena educación, tiene entre su escala de valores al trabajo como pieza fundamental para la dignidad de la vida. Lo que falla es el sistema político entonces, falla la sociedad, incoherente en las exigencias institucionales para crecer e insertarse a la sociedad, porque luego en el momento de salir a trabajar, no hay trabajo, y todo el relato escolar, religioso, social y familiar se cae. Maahue y David muy posiblemente o no, puedan superar esta situación, pero nos preguntamos ¿y los que no? Las patologías no discriminan entre las clases sociales, qué queda entonces para un sujeto de la pobreza estructura, si dos jóvenes de clase media preparados para la vida no pueden resolver por si mismos el problema de hacer atender a su hijo de manera digna, porque la sociedad y sus instituciones no les responde.