Todo comenzó cuando los entrenadores elogiaban su contextura física, motivo por el cual la convocaban para diferentes disciplinas deportivas, pero hasta ese momento ninguna llenaba sus expectativas. Fue por entonces que compañeras de la Escuela Normal la convocaron para practicar Hándbol, pero la decisión definitiva fue en una fiesta de los colores de esa misma escuela, cuando el entrenador Axel Ardanza, la invitó a sus entrenamientos.
Fue a partir de entonces que Nazaret Barile, comenzó a sentir pasión por este deporte, tenía entonces 14 años y no mucho conocimiento de esta disciplina que la llevaría por un largo camino, en Argentina y otros puntos del mundo, tal como se lo había predicho su entrenador.
Así el primer punto más allá de San Nicolás, que la vio dar los primeros pasos, fue Buenos Aires donde concurrió con su entrenador para la preselección de chicas provenientes del interior del país que integrarían la Selección Nacional.
A raíz de esto fue convocada para entrenar en el CENAR (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) entonces le parecía un sueño, “no caía en la realidad que estaba viviendo” dice, y agrega “no podía entonces, medir la magnitud en la cual estaba”.
Pero su pasión por el Hándbol había nacido mucho antes, cuando participaba en los Torneos Juveniles Bonaerenses y muchos entrenadores ponderaron su juego, entonces se dijo… “che puedo servir para esto”.
De esa manera entonces Nazaret Barile, llegó a representar a la Argentina, y según dice, el momento en que se dio cuenta que realmente amaba este deporte fue cuando cantó el Himno Nacional en el primer encuentro internacional y entonces sintió el sentido de tanto esfuerzo en los entrenamiento, más el sacrificio de su padre y sus hermanos, para dos veces por semana llevarla desde San Nicolás a Buenos Aires para su preparación. Su pasión por este deporte le demandó, al terminar la secundaría, irse a vivir a la Capital Federal, donde entonces los entrenamientos fueron diarios.
Pero todo este esfuerzo le valió para que la convocaran para jugar en el equipo italiano Cassaro Magnago, en las cercanía de la ciudad de Milán, el cuál competía en la categoría B y convocaba jugadoras con la intensión de formar un equipo que le permita ascender a la A.
Con cierta nostalgia Nazaret recuerda “…entonces lo integramos el equipo tres extranjeras, una rumana, Luciana Porini también nicoleña y yo. Entonces ascendimos a la categoría A y fue muy hermoso”.
Después los aires de las pampas la trajeron nuevamente a San Nicolás, pero no porque hubiera llegado a un final, sino para prepararse con la Selección Argentina de Hándbal (categoría Junior) para participar en los Juegos Panamericanos que se realizaban en Canadá, donde Argentina por primera vez obtiene el titulo de campeón.
Nuevamente en Argentina surge otra oportunidad para demostrar la calidad nacional en este deporte, lo que le vale participar en un nuevo torneo, pero esta vez en Croacia, y desde allí la convocan nuevamente para jugar en la selección italiana, pero este fue un momento de disyuntiva y tras una larga reflexión la decisión fue seguir en San Nicolás, donde más tarde se formaría como abogada.
Pero la pasión por este deporte siguió llamando a sus puertas y comenzó los entrenamientos en el Club de Regatas, donde observa que este deporte “… ah avanzado mucho, no tiene nada que ver cuando yo comencé”.
De todas maneras Nazaret, tiene las mismas expectativas que al comienzo, logros, metas y aspiraciones, aunque el desarrollo del hándbol a avanzado mucho en la ciudad según ella misma comenta “…cuando nosotros arrancamos íbamos a jugar a Rosario, porque aquí no teníamos equipo contra el cual jugar, hoy en San Nicolás tenemos una liga, vienen equipos de diversos lugares a competir y tenés desde la categoría mini hasta la primera”.
Por otra parte Nazaret Barile, considera que la Red Internet, a colaborado mucho para la difusión de este deporte, ya que ella sostiene que “…cuando comenzamos éramos solo las chicas que jugábamos y los padres que concurrían a vernos, hoy en día acude muchísima gente”.
En tanto para este año espera participar en el Torneo Nacional A, para lo cual se están preparando y en el cual compiten un total de ocho equipos considerados lo mejor del Hándbol argentino. Lo que le llena de felicidad porque recuerda el comienzo cuando nadie concurría a los partidos mientras que hoy se colma el estadio, por eso su mayor objetivo es “… seguir manteniendo esa plaza, con las nuevas chicas en las que veo mucho futuro, creo que seguirán manteniendo con ganas muy intensas lo que a nosotras tanto nos costo”.-