San Nicolas News

La Máquina Teatral, una experiencia conjunta

22.08.2018. La Máquina Teatral nació hace tres años como grupo de teatro. Actualmente es una asociación teatral compuesta por varios grupos de teatro independiente, los cuales varios de ellos siguen trabajando cada uno en su grupo. El grupo además de realizar diferentes interpretaciones escénicas a lo largo del país, también organiza capacitaciones, talleres. Actualmente son tres los directores que integran el grupo, y alrededor de 30 actrices y actores que participan. Hace unos días atrás, estuvieron en el Teatro Municipal de San Nicolás, representando la obra de Pablo Rozadilla “La batalla de Mailén”, la cual fue premiada con el primer premio en el Certamen Nacional de Humor de la 1º Fiesta del Cigomático Mayor, realizada el año pasado en Santa Rosa, La Pampa. El grupo de teatro habló con San Nicolás News, y nos dejó su rica experiencia de trabajo conjunto.

“La idea es no morir solo”         

-La Máquina surge cuando los grupos independientes estaban como aislados de los otros grupos, cada cual trabajaba para su grupo y nada más, personalmente me desvelaba la idea de poder colaborar entre todos, lo que no hace tampoco que dejes de ser de tu grupo. La idea era integrarnos. Sé que es difícil pero depende de la bajada de línea de los directores de grupo, muchas veces te dicen vos sos de este grupo y en este grupo te quedás. La bajada de línea nuestra para romper esa bajada de línea es más simple, “vos tenés ganas de hacer teatro y yo también, listo, eso ya nos une”. Después las diferencias estéticas, ideológicas están buenas para poder debatir y hacer un cruce de ideas y enriquecer la experiencia, pero si nos plantamos cada uno en lo que nos diferencia, eso hace que no crezcamos ni nos juntemos, la idea es no morir sólo. Muchos grupos mueren en esta aventura del teatro independiente, somos 3 gatos locos y nos vienen a ver los tíos, los amigos y los hermanos. Entonces cuanto más personas confluyen en un grupo, te va a permitir trascender, crecer-.

-También nos favorece en que somos más personas para llenar el teatro, sobre todo esta cuestión del trabajo cooperativo, ahora en el grupo tenemos técnicos que se encargan sólo de la técnica, tenemos dramaturgos que se encargan de las tramas, logramos tener en escena obras que demandan más de once actores, algo que hoy es muy complicado. Actualmente si tenemos que montar un espectáculo, contamos con 30 personas que van a confluir para alcanzar el objetivo, por eso la llamamos la máquina, porque es un gran engranaje que confluye a un solo objetivo, como las máquinas que se programan para tal o cual función, la nuestra es producir hecho artísticos y teatrales, mientras buscamos mayor calidad de trabajo, y esa calidad depende del tiempo que le podemos dar a ese proyectos. Se crece mucho cuando vos tenes diferentes grupos de personas que se encargan puntualmente de una función, y no cuando todos corremos atrás de lo mismo para hacer algo. Todavía no vivimos de esto, pero nos ha permitido crecer mucho en la formación, en el profesionalismo, eso nos permite hoy pensar en la posibilidad de formar parte de diferentes festivales de teatro, hacer giras que nos permiten llegar a otro público-

-Lo que puede diferenciar el trabajo en la obra de Rozadilla, es que se trabajó  la puesta en una obra completamente pensada sobre el humor y nada más que el humor. En otras oportunidades hemos trabajado en obras que contienen humor pero llevado al grotesco o la picaresca, trabajo solamente sobre el humor sin caer en otros géneros, fue muy divertido de trabajar. Pablo ha sido muy generoso al permitirnos retocar el texto, en algunas cuestiones que tiene que ver con el código de humor. En la versión nuestra de La batalla de Mailén llevamos la obra a lo absurdo, porque rompemos con el tiempo de la obra, el contexto de las batallas de la independencia, y lo traemos aun tiempo actual o contemporáneo, puede ser en la puesta o el en diálogo. Nos permite dar guiños al público, entonces los actores están en el tiempo de la obra, pero también en el aquí y ahora. La semana pasada hicimos dos funciones en La Pampa y metimos el tema del aborto con mucho cuidado y los cuadernos de centeno, porque además los absurdos o giros de humor que tiene la obra en el contexto de la independencia, hoy son actuales en la política Argentina. La obra contiene elementos narrativos como giros de humor repentinos, que cambian todo el papel del personaje,  eso hace que el público siempre esté atento y que la trama se desarrolle. Por ejemplo un personaje es el bruto toda la obra al final o en algún momento pasa a ser el más lúcido. Pablo entendió muy bien que el teatro es un estado vivo y supo ver también el costado rico de su obra y la deja fluir. Ojalá que otros grupos de teatro la interpreten y hagan lo mismo para que Pablo pueda comprobar este recurso tan rico que se desprende de su obra “La batalla de Mailén”-  

-Cuando estás representando una obra dramática, como es una cuestión interna, muchas veces de opresión, cuando la gente se va del teatro vos no sabes si se va acongojada, o se va normal, no manifiesta sentimientos aparentes. En cambio en el humor vos sabes, porque estás haciendo la obra y si se ríen es porque el efecto se produce. Además hoy en los tiempos que corren, es más fácil transmitir el drama, porque vivimos en un contexto de país difícil, entonces el público ya viene en onda drama. En cambio acarlos de la onda drama y llevarlos al humor es mucho más difícil actuamente. Técnicamente hablando, la diferencia en el abordaje de un drama o de una comedia, reside en que el drama está apuntado si o si a lo emocional, en cambio la comedia a la inteligencia. El chiste se entiende intelectualmente, lo pasamos por una cuestión afectiva. En el drama y en la tragedia, hay ciertos elementos que producen una emoción, ahora un chiste remite a una asociación, y esa asociación remite fundamentalmente en una cuestión intelectual. Si querés hacer llorar a un auditorio donde hay personas de diferentes nivel intelectual, hacemos una tragedia, Medea mata a sus tres hijos y van a llorar todos. En cambio ciertos chistes no van a hacer reír a un mismo público. No es lo mismo un chiste de Midachi que el humor de Les Luthiers, cuestión que el humor de Pablo se acerca más al humor de Les Luthiers, con giros y juegos de palabras que son netamente intelectuales, son finos, sugieren, remiten a cierto nivel intelectual. Es muy difícil hacer humor-

– Una de las cuestiones fundamentales por la que recomendamos la experiencia de armado de este grupo La Máquina Teatral, es por el intercambio que permite. Te juntás a trabajar con personas que tiene otra mirada a la tuya, si vos te rodeas  siempre de la misma gente que coinciden en la mayor parte del tiempo con lo que vos pensás o concebís, te vas a quedar allí y quizás cometés errores que no los ves. En cambio cuando vienen personas de afuera y que están en otro lugar te puede dar su punto de vista muy enriquecedor. También es muy enriquecedor el proceso creativo, porque trabajamos todos juntos, lo que hace dos años hacemos trabajos con los que hace 30 años, eso es lo bueno y enriquecedor fundamentalmente.  Se une el trabajo, quizás uno sabe de técnica algo que el otro no y así se va mejorando en conjunto. Hemos podido avanzar en muchas cuestiones, como poder viajar por diferentes lugares y ver cómo son los públicos de diferentes ciudades. En un mundo egoísta e individualista, el arte debe ir a contrapelo de esta cuestión y no hay bajada de línea se percibe, está impuesto en el trabajo diario y cotidiano.

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