Peligra la continuidad de las clínicas psiquiátricas.
La idea de cambiar el paradigma de la internación de los enfermos psiquiátricos se saldó en Córdoba en noviembre de 2010.
Fue cuando se sancionó la ley 9.848 de Salud Mental y Derechos Humanos, tras un largo período de debate y consenso con profesionales del área y especialistas.
Entre otros puntos, la norma plantea la externación de los pacientes de las instituciones psiquiátricas, pero prevé nuevos mecanismos de contención como casas de medio camino, coordinación con municipios, redes alternativas, equipos comunitarios.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Asociación de Psiquiatría Argentina, objetaron la Ley de desmanicomialización punto por punto, señalando la inviabilidad de su aplicación, la cual básicamente plantea la desaparición de las clínicas psiquiátricas y que los pacientes con estas afecciones sean internados en clínicas y hospitales comunes. Según la ley fue aprobada en el año 2010 y estipula el límite de su aplicación hasta el 31 de diciembre de este año. Las clínica monovalente que sólo tratan patologías específicas de la psiquiatría, deberán cerrar o transformar en clínicas polivalentes, donde se traten diferentes afecciones como en las clínicas comunes.
La preocupación de familiares de pacientes y de los profesionales de la salud, se agudiza ni bien llega fin de año. Nos acercamos a la clínica Santa Isabel para hablar del tema con Daniel Acuña Gerente de la misma y Jorge Crispo, Director Clinico .
Acuña: “La ley plantea la desmanicomialización. No puedo decir que hayan tenidos malas intenciones los legisladores que pensaron esta ley, pero si un gran desconocimiento del tema y de lo que es la realidad sobretodo. Dicen que los pacientes no deben estar internados y si lo están se deben internar en un policlínico común y que se los trate como cualquier otro enfermo”.
Crispo: “Desde los años 70 existe un movimiento que se conoce como la anti-psiquiatría. Se hicieron varias experiencias en Italia, en el sur del país, donde se sacaba a los pacientes de la internación y se lo ponía en lo que se denomina “casa de medio camino”. Fracasaron estrepitosa mente. Otro argumento es que hay pacientes que están internados sin necesidad, por una cuestión de conveniencia económica, lo que puede ser cierto en algún caso. Pero eso no invalida que este tipo de patología deban ser tratadas y estudiadas en clínicas especializadas, lo que habría que hacer es controlar que las falsas internaciones no sucedan, pero no cerrar las clínicas psiquiátricas”.
Crispo: “Cuando decimos que la ley está muy por afuera de la realidad, podemos dar ejemplos. Hoy tenemos problemas graves cuando queremos mandar al hospital o a la clínica de la UOM, un paciente con alguna patología psiquiátrica que tuvo por ejemplo un infarto o alguna afección que debe ser atendida en un policlínico. También hay pacientes que están dados de alta pero la familia no los quiere recibir o pacientes con problemas de drogas que una vez estabilizados ya están para ser trasladas a otro lugar, familia o centro de rehabilitación y los jueces te dicen que los tengamos acá hasta que se les encuentre un destino, y así pasan meses. Esa es la realidad, al lado de esa realidad está esta ley que dice que los pacientes deben ir a clínicas u hospitales comunes. Otra gran contradicción es pensar que a los pacientes con afecciones psiquiátricas, puedan ser tratados por médicos comunes y no por médicos especializados.”
Acuña: “Estamos hablando de hacer una reforma a nivel institucional, en un contexto donde los hospitales no tienen insumos básicos o no tiene le personal necesario para llevar adelante lo que solicita la ley. La ley está aprobada desde el año 2010, la última reglamentación fue en el gobierno de Macri, que los que habían hecho la ley se enojaron muchísimo porque esas reformas le cambiaban mucho el sentido. Tenía cuestiones tan absurdas que por ejemplo dictaba: si un psicótico no se quiere internar, no se podía internar por la fuerza, sino que había que avisarle a un juez, ese juez debía mandar a evaluar a ese paciente y recién ahí un equipo podía decir que se internaba, no el juez sino un equipo. Además el paciente psicótico debía nombrar un abogado que lo defienda, imaginate muchos elegirían de defensor a Napoleón o a Ringo Bonavena.”
Crispo: “Según la ley para el año 2020, los pacientes psiquiátricos deberían estar internados en clínicas polivalentes o clínicas comunes o en lo que se llaman “casas de medio camino”, las cuales deberían construir el Estado, que en este momento parece no tener mucho presupuesto. Es decir que esta ley tiene un espíritu puramente voluntaristas y progresistas, porque tampoco se trata de achicar el gasto del Estado. La ley es un absurdo, en la ley han trabajado psicólogos y asistentes sociales, pero los psiquiatra no han tenidos participación. Yo estoy muy tranquilo, porque cuando me digan que tengo que cerrar la clínica, ningún problema, la cierro pero cuando le diga dónde traslado los pacientes, me van a decir que espere un tiempo hasta que los ubiquen, van a pasar diez años.”
En proximas notas seguiremos hablando de este tema con distintos actores de la salud y de la justicia para tratar de entender la gravedad y verdadera magnitud de esta ley si se llegase a concretar.