Los trabajadores del Banco de la Provincia de Buenos Aires decidieron realizar un paro total de actividades mañana jueves 1 y viernes 2 de febrero, en rechazo a la Ley de la Caja de Jubilaciones aprobada por la Legislatura y promulgada por el Ejecutivo bonaerense, y que espera aún ser reglamente.
Asimismo, el sindicato determinó el “quite de colaboración hasta que el Gobierno cambie su actitud”. El comunicado aclara que los paros serán sin concurrencia a los lugares de trabajo, pero las distintas seccionales podrán modificar dicha condición, de ser necesario, para llevar adelante otras tareas gremiales.
No habrá actividades en el banco provincial durante seis días de la primera quincena del mes, contando los feriados de Carnaval del 12 y 13 de febrero. Desde La Bancaria señalan que se agotaron todos los plazos previstos en la mesa de diálogo propuesta por el gobierno de la Provincia y, al cumplirse la conciliación obligatoria convocada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, durante la semana pasada se acordó la continuidad del plan de lucha que comenzó a fines de 2017.
Sergio Palazzo, titular de La Bancaria
“Cercenaron derechos”
El comunicado de La Bancaria señala que el gobierno provincial y los legisladores que aprobaron la reforma al sistema jubilatorio del Bapro “cercenaron derechos” de los trabajadores. Además, discute que dicho régimen haya sido hasta su modificación “de privilegio”. También cuestiona que la caja de la entidad sea deficitaria, asegurando que casi todas las prestaciones sociales que realiza el Estado lo son.
Por su parte, el sindicato señala como únicos responsables de que haya mayor cantidad de pasivos que de aportantes a los sucesivos directorios y gobiernos que congelaron la planta del personal. Además, recuerda que el Bapro “se apropió de los recursos extraordinarios” que generaba la caja de la entidad a través de la colocación de seguros.
Para el gremio la ley de reforma del sistema previsional del Bapro es “injusta” e “inconstitucional”. Puntualmente, señala que la norma “no garantiza la movilidad que la propia ley indica, acrecienta la edad de las compañeras con relación a cualquier régimen de jubilaciones, establece 35 años de aportes, prohíbe que alguien cobre la jubilación y pensión de su cónyuge fallecido, quita el subsidio por enfermedad, etcétera”.
“Como si fuera poco”, señala el comunicado, “la ley prevé que el déficit de la caja sea absorbido por el propio banco hasta donde el directorio disponga”. Esto significa, según el sindicato, que corre riesgo el pago de dicho haber y que se pone en riesgo la continuidad de la entidad ante una eventual falta de liquidez.
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