16.09.2018 El 10 de noviembre a las 21 hs en el Teatro Municipal, el grupo Vocalcanto presenta su primer disco en 20 años “Esencia coplera”. Hernán Lattanzio es el creador de dicha formación, por lo que San Nicolás News juzgó pertinente trazar una biografía musical del músico para llegar al disco que presentaran en el mes de noviembre. El mundo Lattanzio es un mundo sensible, repletos de sueños que el talento y el sacrifico hicieron que fuesen realidad.
Etapa de formación.
Hernán toca la guitarra en su habitación con los ojos cerrados. Acaba de dejar sobre la cama el guardapolvo del Colegio Don Bosco. Toca y traspasando la oscuridad de los ojos, brilla la imaginación: Hernán Lattanzio imagina que toca junto a su ídolo Alfredo Ávalos, las canciones que tanto lo emocionan.
-La conexión con la música vino por parte de mi padre, yo tenía 5 años cuando lo vi por primera vez con una guitarra. En la década del 60 mí padre y David Paganini, quien fue luego mi profesor de guitarra, tenían un grupo que se llamaba Los Pialadores, la formación se dio de manera contemporánea con lo que fueron Los Arroyeños, inclusive ensayaban juntos.-
Cuando su padre le dice que había reservado clases de guitarra con Paganini, la primera reacción de Hernán fue amargarse. De muy pibe era tímido, y ahora algo de timidez también le queda. Once años tenía al momento de comenzar sus clases.
-Aquel primer día se ha quedado en mí memoria, porque aquel día el mundo de las cuerdas se agrandó. Paganini me conocía, entonces lo primero que me dice es “vos sos zurdo”, tenes que volver la próxima clase porque tengo que dar vuelta todas las cuerdas para enseñarte. Me acuerdo que yo le dije, pero también puedo tocar así-
Rubén Yulió con su programa radial “Panorama de Folclore” fueron también parte de la formación cuando Hernán busca entre sus raíces. Graba el programa en los típicos casetes TDK. Después intentaba sacar de oído las canciones que había grabado. Un amigo de la infancia le comentó que su padre tenía una colección de revistas que se llamaban “Folclore” que se imprimían en la década del 60. Así como un pibe que le gusta el fútbol y lee la revista “El gráfico”, Hernán se iba aprendiendo la formación de los grupos más reconocidos, como Los Fronterizos, Los Quiyaguasi, y demás. Pero cerrar los ojos en la habitación e imaginar estar compartiendo el escenario, sólo se reservaba para aquel artista que lo conmovía en particular: Alfredo Ávalos.
La adolescencia.
Cuando Hernán cumple sus 15 años, la venida de la democracia abre un panorama florido en la música. Pegado a esos tiempos se hace presente Raúl Carnota como un músico que lo sorprende. Se acerca a otros músicos un poco mayor que él, de cuales rescata nuevas puertas contemporáneas que se abrieron en su camino: Susana Celestino, Sergio Cairat y José Luis Trovato son 3 músicos que se desprenden de su memoria.
-Siempre fui un buceador de la música. Siempre formándome intuitivamente, creo que hay parte de ser músico que no pasa sólo por leer una partitura, que por supuesto también sirve y mucho, tengo una formación directa de escenarios, en boliches y peñas, escenarios que pude compartir gracias a Dios con aquellos músicos de trayectoria Nacional que yo veía aparecer en la revista Folclore-.
En cuarto años del Colegio Don Bosco había 5 o 6 estudiantes que cantaban y tocaban instrumentos. El curso tuvo conocimiento de una competencia estudiantil para colegios secundarios que se estaba organizando en Córdoba. La competencia tenía un alcance nacional y hacía muchos años que se venía organizando y era exclusivamente de folclore. Así nace el grupo a cinco voces llamado Los Huelleros, cuya formación tuvo cinco años de vida y sus integrantes eran: Fernando Pini, Pablo Ravagnan, Fernando Kozichi, Silvio Galván y Hernán Lattanzio. Los Huelleros llegaron a tocar en las finales del Pre-Cosquín, del Cosquín, también en Serenata Cafayate. Pablo Ravagnan documentaba la trayectoria y hoy en día se pueden ver videos donde los cinco músicos y cantores aparecen en el Programa “La Argentina secreta” y en el programa de ATC “Que se vengan los chicos.”
-Era extraño en aquellos tiempos ver jóvenes con guitarras y cantando folclore, nos miraban como sapo de otro paso. Nos anotamos y fuimos, la experiencia fue realmente muy nutritiva, nos cruzamos con músicos de todo el país, incluso me he cruzado en escenarios con varios de ellos algunos años después. Esa competencia fue un antes y un después en mi carrera como músico, teníamos que ir y fuimos. Todavía hay videos dando vuelta, los escucho ahora y me sorprende lo bien que sonábamos y lo fresco-
El compromiso con la música había crecido como una flor en Hernán. Es sincero con él mismo y no sabe por qué nunca se decidió del todo a encarar la carrea de músico. Terminado el colegio secundario comienza a estudiar Comunicación Social en Rosario. Pero esa flor que había nacido en su interior, la proyección del deseo es más fuerte que la razón. Ya en Rosario el swin, el fraseo, las guitarras y los bombos de Alfredo Ávalos, seguían conmoviéndolo como el primer día. Siguió cerrando los ojos pero ahora en una habitación que no era la de su niñez, sin saber que en ese ejercicio, el sueño se acercaba.
Alfredo Ávalos, el gigante.
Una noche Néstor Basuto toca la puerta del departamento de Hernán y lo invita a Radio Nacional donde iba a tocar Alfredo Ávalos. Ni bien llegan le llama la atención que Ávalos había venido sin sus guitarristas. Cuando termina el show van y se presentan con Don Alfredo que los invita a una peña Santiagueña donde debía tocar. Los amigos no dudaron en ir. Hernán lo recuerda en aquel primer contacto como un gigante empuñando una guitarra.
La luz mortecina del lugar, las mesas con manteles floreados y el calor que dota el vino y las empanadas, hicieron que los dos amigos escuchen el mismo repertorio, con el mismo entusiasmo que lo habían hecho una hora atrás. Alfredo Ávalos termina de tocar, se baja del escenario y se va atrás, en un rincón apartado, donde lo reciben amigos. Entre la lejanía y la oscuridad la memoria de Hernán le es generosa y le devuelve la estampa de muchos ponchos marrones rodeando al artista.
-Viste que vos a esa edad queres tocar, entonces lo incentive a mi amigo Néstor a que hablara con quien organizaba la peña para ver si nos dejaba subirnos al escenario a cantar unas canciones. El hombre nos dice que sí, pero que no tiene buenas guitarras, que tenía dos de madera terciada me acuerdo que nos dijo. No importa dijimos y subimos a tocar con dos guitarras que se partían-
El organizador se sube y los presenta “quiero presentarles a dos jóvenes músicos que tocan con Enrique Liopi, amables se ofrecieron a dejarnos unos tangos y unos folclores para compartir esta noche”. Tras terminar de tocar el primer tango, bramaron los aplausos. Hernán mira hacia donde estaba Ávalos para ver su reacción. Alfredo se para y va caminando hasta una mesa que estaba ubicada bien enfrente del escenario y se sienta a escucharlos. A Hernán sintió un frío que le corrió por la espalda, pero un pecho que se inflaba también. Condición de un artista de sangre es ser valiente cuando los sueños se le ponen de frente. Cuando terminan de tocar el segundo tango, Ávalos se sube al escenario sin dejar de mirarlos y dice lo que espera escuchar un admirador de su referente musical, “se saben la zamba Esquina del campo”
-imagínate, yo las tenía a todas en la cabeza, me había pasado años encerrado tocando todas las canciones. Le digo a Néstor “mi mayor, hace base que yo toco”, y salí con los punteos, mi sueño se estaba cumpliendo. Cantó cinco temas con nosotros, a la gente le encantó. Después de cantar el último si dirigió al publico y dijo “quiero felicitar a estos muchachos, que realmente son muy talentosos, les voy a dar una noticia a ustedes y a ellos, a partir de hoy si ellos quieren van a ser mis guitarristas”. Nos miramos con Néstor y no lo podíamos creer-
En un mes Alfredo Avalos mandó encomienda con caset para que Hernán y Néstor escucharan los temas y los tocaran luego con él en diferentes puntos del país. Al poco tiempo estaban tocando en Mendoza. A partir de ese día, Hernán Lattanzio compartirá por 22 años los escenarios junto a su mayor referente, incluso hasta su retiro en el año 2014.
Durante esos 22 años estuvo en la cocina del folclore mayor por todo el país. En ese recorrido se fue materializando la imaginación, las revistas, los ídolos. Era mucho el trabajo por todo el país, 8 materiales le quedaron a Hernán para recibirse, eligió lo que no se propuso de entrada pero la sangre se sobrepuso: ser músico. En el año 2000 dejó los viajes y comenzó a trabajar en la Secretaría de Cultura de su Ciudad.
-Nunca me abandonó el placer de tocar con él, pero hubo una etapa que no quería viajar más, me había cansado. También los último dos años de estar tocando con Ávalos nos dimos cuenta que el tipo estaba grande, empezaron a aparecer problema de salud, tenía artrosis en las rodillas y subirlo al escenario era muy difícil. Así que esos últimos años fueron triste a ver que la carrera del tipo se va terminando, pero muy emocionante, siempre nos preguntábamos si era la última cada vez que nos subíamos a un escenario. Hasta que llegó la última, que fue en el ATENEO en BS AS, y la más formal fue en Santiago del Estero en un festival donde también estuve y tocaron desde su familia hasta la mayoría de músicos que pasaron con él por los escenarios del país.-
Actualidad.
Hernán mientras tocaba con Alfredo Ávalos por los escenarios del país, no se olvidó de su terruño. En San Nicolás formó el grupo Vocal Canto, que fue una suerte de continuación de Los Huelleros. El grupo no se disolvió nunca, fueron cambiando integrante y el 10 noviembre de este año presentan su primer disco en el Teatro Municipal a las 21 hs. El disco se llama Esencia Coplera y fue grabado en los Estudios de Lito Vitale, con producción ejecutiva de Fernando Pini.
-Me encanta la música vocal, armonizar y hacer voces, es mi proyecto serio con la música. El sello “Ciclo 3” es de la discográfica de Lito Vitale, que entre muchas producciones hoy está produciendo con Fernando Pini a Baglieto, Manuel Wirts, el disco de Julia Zenko y el disco de la Bruja Salgero que ganaron el premio Gardel. Cuando cumplimos los 20 años con Vocal Canto, Fernando nos ayudó a organizar el evento de aquella vez, y nos dijo “les falta el disco, vamos a hacerlo. Así nació este disco que esperamos guste y mucho.”
Al disco lo componen temas compuesto por autores nacionales, locales y regionales. De los músicos y artistas locales actuarán-. Marta Ruffini, Federicoa Acosta José María Gallizi (Ramallo). Vocalcanto está integrado por Germán Federico, Tristán Juan Pablo, Bernardo Ramallo, Lattanzio Hernán.
Así que usted lector cuando el 10 de noviembre a las 21 horas, se siente en la butaca del Teatro Municipal a presenciar el espectáculo de presentación del primer disco de los Vocalcanto, sepa que está frente a más de 20 años de historia, donde lo que están ahí arriba abocaron su vida a la pasión de la música, a emocionar a otras personas. Sobre todo ese que toca la guitarra, que nunca hizo alarde de su talento, ese que algo tímido ahora se seca la humedad de sus ojos, mientras cierra la entrevista con la promesa de mandarme algunas fotos. Ese se llama Hernán Lattanzio y es una de las perlas de nuestra ciudad. Siéntase orgulloso por eso.