17.03.2021 Piden 24 años y 6 meses de prisión para un hombre acusado de abusar sexualmente de tres niños
El pedido fue realizado por el fiscal Sandro Abraldes ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) 29, integrado por los jueces Juan Ramos Padilla, Cecilia Maiza y Gustavo Goerner, que juzga a un hombre de 49 años por al menos tres hechos de abuso sexual.
En su alegato, el fiscal Abraldes pidió una condena de 24 años y 6 meses de cárcel para el entrenador de fútbol por dos hechos de “abuso sexual con acceso carnal de un menor de edad agravado por haber sido cometido por alguien encargado de la guarda”; por “abuso sexual de un menor de edad agravado por haber sido cometido por alguien encargado de la guarda”; y por otro caso más en grado de tentativa.
De acuerdo a lo informado por el sitio institucional fiscales.gob.ar, Abraldes también acusó al hombre del delito de “corrupción de menores”.
Dos de las víctimas son hermanos y declararon mediante Cámara Gesell, mientras que el restante declaró en el juicio oral, ya que había cumplido la mayoría de edad.
Todos los hechos ocurrieron mientras el imputado ejercía como entrenador de fútbol en una cancha del Barrio 31 de Retiro, y los informes psicológicos y psiquiátricos realizados por el Cuerpo Médico Forense dieron cuenta de la solidez de los relatos y como habían sido afectados por los abusos.
Para el fiscal Abraldes, el acusado tenía un patrón de conducta, ya que llevaba a las víctimas a los mismos lugares para concretar los abusos y garantizarse la impunidad.
“Se acercaba a niños carentes de figura paterna y se ponía en ese rol como forma de lograr su propósito”, aseguró el fiscal, y añadió: “Llevaba adelante una estrategia de seducción y silenciamiento: utilizaba la manipulación y un sistema de supuestas recompensas y reconocimientos”.
Por otra parte, amenazaba a los menores para que no contaran nada y llegó a manifestar que tenía una enfermedad en la cabeza, que solo podía curarse si uno de ellos tenía relaciones sexuales con él.
Asimismo, el fiscal relató que el imputado asignaba las capitanías de los equipos por “favoritismo” y que regalaba botines, camisetas, dinero y hasta un teléfono celular a las víctimas que había escogido, como parte del ardid para mantenerlos en silencio.
“Los testimonios de las víctimas coinciden en abordaje, en modalidad, en el tipo de niños elegidos para las agresiones y en los lugares en los que fueron abordados”, esgrimió Abraldes, para luego agregar: “Era un lobo cuidando a las ovejas, unas ovejas que carecían de todo: de afecto, de figura paterna, de cosas materiales que la sociedad les restriega todo el tiempo como forma de validación”.
Al ser indagado, el acusado manifestó que los chicos habían sido abusados por un vecino y que él no podía tener relaciones sexuales por una disfunción.
“Esa mención es un lugar común en la defensa de los agresores sexuales, que además quedó descartada porque no hay evidencia científica que la corrobore”, recalcó el fiscal.
También argumentó que el imputado “ejerció un avasallamiento total sobre los niños: no los reconoció como personas, fueron para él cosas que sirvieron para desplegar sus deseos sexuales” y que “la bajeza del engaño, de plantearle a un niño que la cura de su enfermedad dependía de él para lograr el abuso sexual debe ser tenido en cuenta”, como agravante, al igual que la extensión del delito en el tiempo, la edad y la vulnerabilidad de las víctimas.
Tras el pedido de condena, el funcionario judicial también solicitó que se realice la extracción del perfil genético del acusado.
El juicio continuará mañana con la exposición de la defensa del imputado, quien permanece detenido.