foto de ilustración (web)
Se trata de Isaías Gabriel Brant, que tiene una tienda de ropa, y el encargado de la fábrica de indumentaria Zoberano, Jorge Zukerman, quienes recibieron dicha pena luego de ser sorprendidos cuando tenían a 30 y 15 empleados respectivamente trabajando bajo llave en sus establecimientos.
La actividad textil no se encuentra dentro de las excepciones al aislamiento preventivo, social y obligatorio que rige en el país para evitar la propagación del coronavirus y, a pesar de ello, las empresas habían convocado a sus empleados para fabricar camperas y otras prendas.
Los dos empresarios fueron condenados en el fuero de Flagrancia provincial a ocho meses de prisión en suspenso, el pago de los costos del proceso y una donación de 40.000 pesos al hospital Guillermo Rawson de San Juan, donde se tratan los casos de Covid-19.
En tanto, Sergio Vallejo, el tercer empresario que fue detenido por tener a 30 empleados fabricando camperas y pasamontañas, no llegó a un acuerdo y su caso será ventilado en un juicio oral.