San Nicolas News

El Disparador : Las tasas sobre el mantel

24.08.2021  A pesar de la masiva vacunación y la caída de la cantidad de casos positivos de COVID 19 durante las últimas 13 semanas, la Tasa de Letalidad (TL) y la Tasa de Mortalidad (TM) de San Nicolás siguen siendo una luz de alerta y encabezan el ranking de los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires.

 

Las autoridades de los diferentes niveles del Estado que gestionan la situación sanitaria local no terminan de recoger el guante. Desde la opinología todo terreno que transita los medios de comunicación tampoco es común hacer foco en las explicaciones del caso. Encontrar una explicación integral y multicausal al asunto no es cosa fácil. ¿Cuáles son algunas de las razones invocadas? ¿Qué datos faltan para profundizar o descartar hipótesis? ¿A dónde van las respuestas cuando nadie pregunta?

“La salud debe evaluarse por resultados y no son buenos”

La contundente frase pertenece al concejal oficialista Danilo Petroni, quien coincidió en un programa radial con su colega, el precandidato de la Lista 2 del Frente de Todos, Pablo Primucci (sábado 14/8, Hoja de Ruta, LT24). La referencia más clara de estos malos resultados – a los que refiere en concejal autónomo del bloque passaglista- es la tasa de letalidad por COVID 19. El dato para nuestra ciudad se ubica en el 3,64% (es decir, que cada 100 contagios hay casi 4 muertes), casi un punto porcentual por encima de la media provincial (2,65%).

En el mismo programa radial el Dr. Petroni sostuvo que “La primera pregunta que hay que hacerse es si las razones de este pésimo dato hay que buscarlas dentro del sistema de salud y sus instituciones o fuera de ellas. Esta es la pregunta que un grupo político serio se debería plantear”. Sin ánimo de contrariar al distinguido profesional de la salud, el escriba prefiere buscar las respuestas en todos lados, porque posiblemente estemos ante un problema complejo y multicausal, que no tiene una responsabilidad política exclusiva ni puede ocurrir solo dentro o fuera de las instituciones. Lo que si hay que ir haciendo es descartar hipótesis, argumentos o pistas que demuestren no conducir a buen puerto por no tener sustento.

(Todos los datos están actualizados al 23 de agosto 2021)

 En esta misma sección, hemos hablado de la problemática estructural del sistema de salud nicoleño cuyo desarrollo no ha acompañado el crecimiento demográfico de la ciudad. En el sector público sigue existiendo un solo hospital que además por su condición de interzonal atiende casos de toda la región (Hospital = lugar con camas de internación). En cuanto al sector privado, han quedado dos clínicas (algunos sostienen que 1 y ½, lo dejo a criterio del lector/a) lo que evidencia una caída del sector respecto a la oferta que existió en la ciudad antes de la crisis del 2001.

Según coincidieron los doctores Primucci y Petroni, los protocolos de atención en las instituciones locales no son diferentes al de otras ciudades del mundo, pero donde sí hay diferencias es en la cantidad de personal de enfermería por cama, lo cual hace la diferencia en algunos casos para que un paciente complicado pueda salir de una terapia intensiva. Ambos señalaron que para el caso local la proporción puede estar en un enfermero/a cada 3 o 4 pacientes de UTI, muy por debajo de los standares europeos que ellos mismos citaron donde la proporción sería de 1 a 1.[1]

Según fuentes profesionales con conocimiento del rubro, hay tres cuestiones a nivel hospitalario que no se pueden negar:

  1. en condiciones normales, cualquier paciente que ingrese a terapia intensiva tiene entre 50 y 60% de posibilidades de salir. En la medida que un servicio se sature estas posibilidades bajan.
  2. en casos como el COVID 19 donde se practican intubaciones para asistir la respiración de los pacientes son tan importantes los/as médicos/as intensivistas, como las enfermeros/as y kinesiólogos/as. Este tridente de profesionales hace por igual al mejoramiento de los resultados.  1Desde este medio intentamos chequear el dato oficialmente. El Hospital San Felipe nos informó que la
    proporción en dicha institución está en 1 enfermerx cada 3 pacientes en sala UTI. La Clínica de la UOM no ha
    respondido a nuestra consulta.
  3. Cuando en cualquier UTI aumenta la proporción de enfermeros/as por paciente, la mortalidad tiende a disminuir y viceversa. 

  ¿Se testea poco en San Nicolás?

El Dr. Petroni explicó que la alta tasa de letalidad podría estar sobrestimada en relación con los testeos. Según este argumento, el índice podría ser alto porque se ha testeado poco. Si se elevara la cantidad de testeos la relación de muertes por testeo positivo descendería. Esta línea explicativa parece no ser un camino correcto al momento de buscar respuestas.

En primer lugar, es verdad que nuestra ciudad tiene una alta positividad que hoy ronda el 45%, es decir casi un positivo casa 2 testeos. La media provincial es 37,7% (casi 1 positivo cada 3 testeos). Este dato puede mostrar un testeo muy abocado a quienes presentan mayores síntomas y la falta de operativos masivos, pero de ninguna manera explica el fenómeno de la letalidad. De hecho, el mejor caso es el de nuestra vecina ciudad de Ramallo. Allí la positividad es del 52,5%, pero la tasa de letalidad es del 2,43%.

En segundo lugar, lo que descarta por completo esta hipótesis, es la tasa de mortalidad (TM) por COVID, que para nuestro distrito también es alta. Este índice elabora una relación entre fallecimientos y cantidad de habitantes. En el contexto previo a la pandemia mundial, según la Dirección de Estadísticas de la PBA, nuestra ciudad ha tenido índices de mortalidad anuales acordes con la media provincial (8 muertes cada 1000 habitantes). Sin embargo, la tasa de mortalidad por COVID 19 de San Nicolás ronda las 3,7 muertes c/ 1000 habitantes, mientras que la media provincial es 3 muertes c/1000 h. (cálculo tomando como referencia la proyección poblacional para PBA y sus municipios del INDEC).

Estos datos despejan toda duda respecto de los pésimos resultados de la gestión de la pandemia local y exige no relativizar el tema presentando supuestos errores de medición o testeos. El problema existe, primer paso: no esconderlo.

¿Es San Nicolás una ciudad con una alta tasa de población de adultos mayores?

Otra cuestión planteada fue la posibilidad que San Nicolás tenga una población de adultos mayores superior a la media provincial y que parte del fenómeno se explique por esta vía.

En este caso, los datos del último Censo Nacional de 2010 ubican a nuestra ciudad casi un punto porcentual por sobre la media. La provincia tiene un 10,7% de su población mayor de 65 años, mientras que San Nicolás tiene 11,5% de sus habitantes con una edad superior a los 65 años. A pesar de la antigüedad del relevamiento censal, no se encuentran razones para pensar que esta situación hubiese cambiado demasiado. Según la comparación intercensal 2001-2010, la media provincial para esta población subió solo 0,1% (de 10,6% en 2001 a 10,7% en 2010).

A primera vista no parece que esta diferencia pueda justificar una influencia en la mayor cantidad de muertes por COVID en nuestra ciudad. Para asegurarnos, podemos compararnos con los distritos con mayor porcentaje de población por encima de los 65 años para 2010. Estos son los partidos de Puan con el 20,2% y General Arenales con 17,7%. Como verán, el primero casi duplica la media provincial. Sin embargo, estos municipios tienen tasas de letalidad por COVID muy inferiores a San Nicolás: Puan 2,73% (TL) / 3,2 muertes cada 1000 habitantes (TM) y General Arenales 1,94% (TL) / 2,85 m c/ 1000 h. El ejercicio comparativo deja claro que no es por ahí el camino.

Toda pandemia es política, los datos públicos también.

 La ausencia de una explicación por parte de las autoridades sanitarias municipales respecto de los alarmantes números de la ciudad es una definición política, que no exime de posible responsabilidad a otros niveles del Estado, pero que se parece mucho a una estrategia de negación.

Que un concejal del oficialismo (a esta altura, medio o un poco oficialista) intente improvisar una explicación en un programa radial no se puede considerar una respuesta oficial, sobre todo habiendo áreas específicas del municipio que participan, gestionan y definen medidas de cuidados y prevención. Lo que se encuentra en juego es la posibilidad de tener información precisa para evitar muertes en el futuro ante una posible tercera ola donde el confinamiento difícilmente sea la salida. Esto decíamos cuando la ciudad llegaba a los 100 muertos por COVID 19 y todavía no había una sola vacuna en tierra argentina. 

Es importante señalar la ausencia, por ejemplo, de datos oficiales públicos respecto de la contagiosidad y el empleo. Las estadísticas sanitarias públicas y actualizadas (Sala de situación) no contienen ningún dato que refiera a ocupación o actividad económica de los/as contagiados/as por COVID 19. Este dato, para una ciudad industrial como San Nicolás podría ser de gran ayuda. Así como se suele querer imponer sin muchos datos la idea de que “la escuela no contagia”, la verdad es que tampoco tenemos al alcance datos para definir qué actividades o empleos tienen mayor cantidad de contagios entre sus trabajadores/as y tampoco la evolución de los contagios en cada actividad para que el Estado pueda intervenir positivamente. Solo señalo la ausencia de datos como una señal, no me consta que la explicación pueda surgir a partir de ellos. Si nos comparamos con una ciudad como Olavarría que posee características socio-productivas y políticas similares a San Nicolás (si bien tiene 30 mil habitantes menos, es una ciudad industrial con un sistema de transporte y proveedores muy fuerte y tiene un gobierno del mismo signo político que el local) veremos que no hay una relación directa entre ciudad industrial del interior y tasa de letalidad. Olavarría posee una mortalidad por COVID 19 de 2,5 muertes cada 1000 habitantes y una tasa de letalidad de 2,85% según la Sala de Situación de la PBA.

En una ciudad como la nuestra con sedes del Ministerio de Trabajo provincial y Nacional y un tejido industrial de gran tamaño debería poder ser más fácil encontrar estadísticas sobre trabajo y pandemia a nivel local, si es que las hubiera. Mucho se suele hablar de la contagiosidad en bares, gimnasios o bingos pero poco se ha escuchado respecto de lo relacionado con la actividad industrial.

Tampoco hay en el sitio de Sala de Situación de la PBA datos socioeconómicos respecto de los contagios y fallecimientos durante la pandemia. Sabemos que en San Nicolas al día 23 de agosto hay 573 muertes por COVID 19, que el 59% han sido varones y que el 84% tenían entre 50 y 89 años. Nada sabemos estadísticamente respecto a qué barrios o zonas de la ciudad fueron las más afectadas por contagios o muertes, tampoco tenemos datos ocupacionales de los contagios.  

Por el momento no están al alcance datos que nos permitan mejorar el análisis del asunto, lo cual no le debería quitar importancia. Como dijo al pasar el conductor radial Carlos Ribero, ante una Cecilia Comerio que prefirió no entrar en el convite: “el nivel de muertos en San Nicolás es escalofriante y nadie lo dice”. Acá algo venimos diciendo.

[1] Desde este medio intentamos chequear el dato oficialmente. El Hospital San Felipe nos informó que la proporción en dicha institución está en 1 enfermerx cada 3 pacientes en sala UTI. En la Clínica de la UOM la situación es la misma y ante esta consulta nos realizaron la aclaración de  que esa proporción (1 enfermerx cada 3 camas), la determina el Ministerio de Salud de la Nación.

 

 

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