El Disparador
04.07.2021 Se acercan las elecciones legislativas. La pandemia mundial y sus terribles efectos económicos y sociales hacen de la elección un hecho atípico en muchos sentidos. Les analistas sacan punta a sus lápices y las encuestadoras ajustan su tarifario a sabiendas que el miedo y la incertidumbre se sacian con información, aunque sea engañosa. En lo local, el intendente Manuel Passaglia es quien más arriesga: pone en juego la llave de su escribanía. El peronismo se prepara para un nuevo intento de encontrarle el agujero al mate. Pandemia, pochoclo y confusión.
En las próximas elecciones legislativas se renovará la mitad del Concejo Deliberante de nuestra ciudad. El oficialismo pondrá en juego la misma cantidad de concejales/as que la oposición, producto de la ya lejana elección de 2017 cuando el passaglismo estrenaba camiseta de Cambiemos. En esa oportunidad, de los diez concejales en juego, el oficialismo se quedó con cinco y tuvo olor a triunfo porque los restantes ediles se repartieron entre la flamante Unidad Ciudadana (3) y el Frente Renovador (2). Desde el 2019, el peronismo goza de una unidad que había perdido en los albores de la sintonía fina post 2011. Por eso, el desafío no es menor para el intendente de la alianza Juntos por el Cambio. Un traspié electoral, haría todo cuesta arriba de cara a 2023. Sus socios de la UCR, el ARI y el PRO lo saben y por estas horas tensionan las negociaciones en la búsqueda de más representación en el Concejo, pero sin perder de vista los compases de la interna a nivel provincial.
La calle del tiempo y la llegada de les centennials.
Las elecciones de este año coinciden con “la década passaglista” en la ciudad, y si bien no han perdido una sola elección local desde 2009, sería un error subestimar el factor de desgaste que tiene el tiempo en una sociedad adoctrinada por la cultura de la obsolescencia programada y la brevedad de las “stories” en las redes sociales.
Tal como se puede leer en diversos artículos de estos días, las próximas elecciones tienen al voto joven como una gran incógnita y, por ende, un terreno a disputar. Pensemos que quienes hoy están habilitades para votar por primera vez, tenían apenas cinco años cuando Ismael Passaglia ganó la intendencia en 2011. Para este sector, la gestión actual representa poder y autoridad (incluso hasta podrían percibir algunos gestos de gobierno como autoritarismo), que no es el plato que la juventud gusta de saborear históricamente.
Este fenómeno no es ajeno a la política en general, que está atravesada por una grieta que para las nuevas generaciones de votantes es bastante ajena y no consigue empatizar con sus nuevas realidades. En el municipio lo saben, y no es casual que Manuel haya incursionado hace tiempo en videos de la red Tik Tok, de las más utilizadas por ese segmento. De la misma manera que no es una casualidad que CFK cite en sus discursos a artistas nacionales consumidos por esa franja etaria como L-Gante, Trueno o Wos.
Por último, los estudios realizados durante la pandemia tienen a la ultraderecha o mal llamados “libertarios” como la tendencia política que más ha crecido en nuestro país (llega casi al 7%), con un fuerte arraigo en los más jóvenes por contener -entre otras cosas- altos niveles de antipolítica y “rompan todo” en sus discursos. No sabemos aún quienes representarán a este electorado en la ciudad, seguramente no lleguen a conseguir los votos para entrar al Concejo, pero son votos que perderán otras fuerzas políticas.
El agotamiento del “modelo” y el costo fiscal.
Si algo ha caracterizado la gestión de padre e hijo, es el avance de distintas obras de puesta en valor del espacio público, un plan de mejoramiento y asfaltado de gran cantidad de barrios y la reciente renovación de la luminaria en ciertas calles, parques y avenidas. A esto se suma la incorporación al patrimonio de la ciudad de un estadio de fútbol y el autódromo/predio ferial. La sociedad local hasta acá viene aprobando estas transformaciones.
El modelo de gestión no es nuevo y se replica en muchos otros municipios de la provincia con variados resultados. Parafraseando al filósofo contemporáneo Roberto José Dromi la definición sería: “nada de lo que deba ser municipal, permanecerá en manos del municipio”. No es un invento de esta gestión, comenzó a consolidarse con la tercerización del servicio de recolección de basura a mediados de los 90 en la mayoría de los municipios de la provincia y luego fue ampliándose a límites insospechados como en la actualidad, donde hasta las lámparas del alumbrado público las cambia una empresa privada. Estas mismas empresas luego figuran como principales aportantes a las campañas electorales y de esta manera el círculo cierra con aparente virtuosismo.
Al principio, el modelo garpa porque teniendo financiamiento fresco en cuatro u ocho años se puede lavar la cara de una ciudad. Sin embargo, a largo plazo el “modelo” se torna sumamente costoso, las obras suelen mostrar su baja calidad y quienes asumen ese costo son les contribuyentes. El resultado después de diez años está a la vista: tasas municipales de las más altas de la provincia, valores de multas exorbitantes, patentes de los vehículos “municipalizados” por arriba de la media provincial y la última incorporación son las facturas de Aguas de San Nicolás. Cuando Juntos por el Cambio habla de bajar el costo fiscal, no debe estar pensando en el modelo de nuestra ciudad seguramente, donde los impuestos año a año se han incrementado por encima de la suba de los ingresos, incluso en años de crisis económica.
Tampoco es claro el impacto que tendrá en la elección la llegada a los medios de comunicación nacionales de las causas judiciales surgidas en torno a la familia gobernante, el pedido de juicio político contra el intendente y la reciente denuncia periodística por desmanejos en el ofrecimiento de contrataciones a personal de un medio local.
De la misma manera, es incierto qué evaluación hará la sociedad respecto de la gestión de la pandemia por parte del Municipio. Cuando se ataca al gobierno provincial y nacional, es fácilmente identificable para la sociedad cuales son las medidas proactivas que ha llevado adelante con errores y aciertos: IFE, vacunas y restricciones para evitar contagios salen de taquito. Es difícil responder la misma pregunta para cualquier vecine respecto a la gestión del municipio, en una ciudad donde la tasa de letalidad se encuentra en lo más alto del ranking provincial.
De pingüinos empetrolados, negociaciones y otras yerbas.
La situación interna de Juntos por el Cambio en la provincia es probable que ponga a Manuel Passaglia en una situación incómoda a la hora de cerrar listas con sus socios radicales, del ARI y en menor medida con el marginal armado del Pro en la ciudad.
Los primeros, tienen al frente a un hábil operador político como es Marcelo Dileo que presiona para que Manuel abra las listas a sus correligionarios en la ciudad. No hace falta ser un experto para darse cuenta que al Concejo Deliberante le faltan radicales, hasta el momento solo 2 de 20, muy poco para un partido que acaba de cumplir 130 años. A Marcelo desde chico se lo conoce como “El Pato”, pero en el palacio creen que se comporta como el tero que canta lejos del nido para proteger sus huevos, que en este caso estarían en la segunda sección electoral.
Viejos conocedores del mundo radical comparan al partido con un pingüino empetrolado. La metáfora no es clara, y entre ellos no se ponen de acuerdo. Algunos piensan que la contaminación ha sido el resultado de la sociedad política con el macrismo mientras otros más liberales apuntan contra los excesivos servicios de acompañamiento gratuito que han tenido con los Passaglia y el costo de quedar pegados a una gestión que acumula escándalos y denuncias judiciales.
La Coalición Cívica local, tiene como máxima exponente a Elisa Carca una ex correligionaria que pertenece a la misma generación radical de Dileo. También hábil para los cierres de listas, la Senadora tiene mandato hasta 2023 y presionará en la medida que su conductora Elisa Carrió así lo requiera, sin perder de vista que es una buena oportunidad para hacerse con un lugar en el concejo deliberante para su espacio político.
Por último, el incipiente armado del PRO local se vio afectado con la ida de Suarez Erdaire y hoy es conducido por Rubén “Chatran” Cavalieri, referenciado con el intendente de Pergamino, Javier Martínez con quien Manuel deberá lidiar en la segunda sección para renovar la banca de su hermano Santiago como diputado provincial. El PRO local, necesita crecer como fuerza política ya que hasta el momento si bien la ciudad es considerada un bastión de Macri y Vidal, su fuerza política nunca logró penetrar en la gestión de Manuel y cuenta solo con la concejal María Laura Vázquez. Por el momento, Manuel se ha acercado al intendente de Pergamino como una manera de conseguir un paraguas que lo proteja en las duras negociaciones que le quedan por sortear. Lo mismo había hecho tiempo atrás reuniéndose con Miguel Pichetto o Jorge Macri cuando aún la interna no había llegado a la instancia de todos contra todos en la que se encuentra por estos días.
Está claro que dejar conforme a todos estos comensales no será fácil para el actual intendente. Algunos en el radicalismo se animan a presionar con ir a las PASOS para dirimir las diferencias y poner en valor lo que el partido aporta al oficialismo local. Otros prefieren los acuerdos subterráneos que consideran menos arriesgados y rinden sus frutos para algunes. Por el momento sería un escenario posible solo en caso de concretarse una interna provincial en la que Facundo Manes represente al partido centenario.
El calendario electoral aún deja tiempo para las negociaciones. El próximo 14 de julio es la fecha para la inscripción de alianzas electorales. Luego, el cierre de lista está previsto para el 24 de julio. Faltan veinte días, pero se han acelerado las negociaciones al calor de las definiciones provinciales entre el sector liderado por Mauricio Macri y quienes se encolumnan detrás de Horacio Rodríguez Larreta, con quien Manuel se ha mostrado en las últimas semanas.
[…] conducía por aquellos lejanos días de 2017 Suarez Erdaire (hoy embarcado en el Frente de Todos). Como anticipamos, los socios de la coalición oficialista quieren crecer, sienten que, después de seis años de […]