14.03.2019 Al ingresar al despacho del presidente del club, nos encontramos con una vitrina repleta de trofeos, también con cuadros de un concurso de fotografía del año 1957. También un cuadro con la fecha exacta en que la Fragata Libertad estuvo parada unos días frente al club de Pescadores.
Nos dio la sensación de ingresar a un cúmulo del tiempo y de la historia que es relegada al olvido, o poco tenida en cuenta como tantos otros lugares de San Nicolás.
Pero hasta el club nos trajo un profesor de remo y su alumno no vidente, quienes nos contaron su experiencia, donde queda en evidencia la nueva política del Club de Pescadores: el compromiso social.
El compromiso social del Club pescadores.
-Anteriormente más que socios eran clientes, nadie valorizaba al club porque desde las administraciones se proyectaba eso, hoy en día la idea es hacer participar a todos. Una de las innovaciones es recuperar la parte social que tiene todo club, por ejemplo prestar servicio y apoyar a personas con capacidades diferentes.- Dice Edgardo Saltal, quien es presidente del Club Pescadores desde septiembre de 2018 y promete darle una nueva cara a la institución.
Cuando a Roberto Eseverri le preguntan cuánto tiempo hace que está ligado al remo, dice desde los 6 años. Estuvo toda una vida enseñando remo en el Club de Regatas, alrededor de 35 años. Se fue de la institución por algunas diferencias y caló con toda su experiencia en el Club de Pescadores. Un buen día la vida lo puso ante un nuevo desafío: enseñarle a remar a Diego Rodríguez que es no vidente.
-Prácticamente no existe en Argentina una experiencia como la que estamos llevando adelante con Diego.-
Diego fue quedándose paulatinamente ciego, hasta que a los 6 años después de una operación, la ceguera fue definitiva. Su familia le pregunta qué le gustaría hacer. Diego no duda: deporte, deporte, mucho deporte. Taekwondo fue el primer deporte que encaró. A los 8 años lo seleccionaron para participar de la selección infantil Argentina de
Taekwondo. En Brasil compitió contra 123 deportistas. Primero quedaron seis en competencia y luego dos: Diego y un brasilero. El resultado dejó como ganador de la medalla de oro al argentino, al nicoleño, a Diego.
-Cuando fui al podio, a los que hablaban le dijeron que el que había ganado era una persona ciega. Llamaron a los médicos para comprobarlo, no lo podían creer-
Siguió en competencia hasta los 12 años. Tiene en su casa una vasta colección de primeros puestos, de medallas y trofeos. Más tarde la pasión por el fútbol le ganó al Taekwondo. Su abuelo averigua que en la ciudad de Rosario hay fútbol para personas no videntes. Así que a los 12 años comenzó a practicar el deporte y dos años más tarde lo convocaron para formar parte de la Selección Argentina de personas no videntes. Formó parte del conocido equipo “Los Murciélagos”. Durante 7 años consecutivos fue seleccionado como el mejor jugador del año. Jugó al fútbol hasta los 22 años, hoy a los 26 años está encarando otro desafío: el remo.
-Desde niño siempre me gustó remar, he andado en botes con motor, pero cuando mi abuelo me llevaba a pescar, siempre le decía que me enseñe y le preguntaba cómo se hace, desde que tengo memoria remar me atrajo mucho. Hasta que un día había venido a pescar al club Pescadores y me preguntó si alguna vez había remado. Me preguntó si quería empezar le dije que sí, quedó en llamarme y me llamó. Cuando me di cuenta estaba arriba del bote-
Diego asegura que cuando rema siente como la libertad le roza las mejillas, no necesitaba bastón ni nada: la impagable sensación de impulsarse por sí mismo. Pero toda esta libertad que Diego siente, es por parte gracias al profesor de remo Roberto Eseverri, que ahora escucha atentamente a su alumno y no puede contener las lágrimas.
-El remo es el día a día, uno siente la necesidad de estar en el agua y salir a navegar. Este deporte te impulsa a tener un desarrollo que te vuelva mejor cada día. Vas desarrollando un estilo propio, pero creo que el mejor estilo que se puede desarrollar es que te dijo Diego recién: sentirse libre-
Al momento de esta entrevista las prácticas de remo las están llevando a cabo en el arroyo Ramallo. El lugar es cedido por el club Somisa, y una persona que vive en las inmediaciones les presta el bote para que salga a navegar. Lo principal que tienen en cuenta es la seguridad, que no haya ningún inconveniente. Las olas en río abierto son más agresivas, al igual que el viento.
-A Diego se lo puede considerar un deportista, porque deportista es el que al menos tres o cuatros veces por día practica la actividad, y Diego a pesar de todas las actividades que tiene, no deja de practicar.-
Diego actualmente también practica fútbol en Santa Fe, en un equipo llamado “Los Búhos”. Pero no deja de practicar la pasión por la pesca, va a pescar hasta 4 veces por semana. También no piensa dejar el remo, por el contrario, su objetivo mayor es poder competir y ponerse la camiseta del Club Pescadores, y que allá en las aguas profundas del Paraná flamee su nombre para que la historia haga justicia. Diego no solo es un gran deportista sino un gran ejemplo para la sociedad, por eso elije terminar esta entrevista con una sentencia:
-Cuando vos tienes una discapacidad, generalmente se piensa que uno no puede hacer nada, pero con ayuda de la familia y como en este caso que dos personas quieran aprender, el que te ayuda y el que aprende, la cuestión cambia, existen experiencias que arrojan resultados positivos. Con paciencia todo se puede. Quiero agradecer al club y al profesor Roberto, que además de enseñarme el deporte, he descubierto una gran persona-
Nos pidieron que volvamos dentro de 6 meses para ver los resultados. Y claro que estaremos presentes, porque creemos que el periodismo es fundamentalmente una vocación social.