El domingo 9 de junio de 1996, Diego Maradona convirtió el último gol de jugada en su carrera deportiva. Fue ante Belgrano de Córdoba, en la Bombonera, con victoria xeneize por 2 a 0. Esa misma tarde había errado un penal al comienzo del segundo tiempo, pero sobre el final del partido, una pelota que le llegó por derecha fue a meterse en el arco de Casa Amarilla por encima de la humanidad de César Labarre, arquero visitante. Fue en el crepúsculo del partido, en el crepúsculo del domingo, y en el crepúsculo de la trayectoria como futbolista del más grande de todos los tiempos. Fue triunfo, fue en la Bombonera, fue con la azul y oro en el pecho. Y aunque hoy a ese tipo de remate se le diga “vaselina”, tratándose de un producto típico -el mejor- de los potreros criollos, no puede definirse de otra forma que no sea “emboquillada”.
Se jugaba la decimosegunda fecha del Torneo Apertura 1996. Boca, de la mano de Bilardo, trataba de asegurar su remontada tras dos triunfos (4-1 sobre Argentinos Juniors en la Bombonera y 2-1 ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro), luego de cuatro partidos sin ganar: derrota 0-1 en Rosario ante Newell’s, empate 1-1 frente a Independiente en Avellaneda, derrota dura 0-6 ante Gimnasia en la reinaugurada Bombonera, y derrota 0-1 en Santa Fe contra Colón (los últimos tres partidos sin Diego en el equipo).
Con arbitraje de Luis Olivetto, Boca Juniors formó con Carlos Fernando Navarro Montoya: José Horacio Basualdo, Fernando Andrés Gamboa, Néstor Ariel Fabbri y Carlos Javier McAllister: Cristian Alberto González, Fabián Gustavo Carrizo, Juan Sebastián Verón y Diego Armando Maradona: Sergio Daniel Martínez (Walter Reinaldo Pico) y Alphonse Marie Tchami. El conjunto cordobés presentó a César Orlando Labarre: César Antonio Laciar, José Sebastián Brusco (Marcelo Alejandro Flores), Federico Bessone y Cristian Ariel Binetti: Sebastián Raúl Lencina, Adrián Rodrigo Ávalos, Sebastián Hernán Cattaneo (Roberto Darío González) y Danilo Javier Tosello: Juan Gustavo Spallina (Roberto Luis Oste) y Luis Fabián Artime. El entrenador era el legendario Jorge Pedro Marchetta.
Aquí un compendio de 30 minutos del triunfo de Boca ente Belgrano.
Luego de un primer tiempo con dominio xeneize que no pudo cristalizarse en la red, la segunda etapa arrancó con un penal a Diego Maradona, que cayó en el área ante el empujón de un defensor pirata. El propio Diego se hizo cargo de ejecutar la pena máxima, pero su zurdazo bajo a la derecha de Labarre fue rechazado por el golero rival. Era el segundo penal malogrado de manera consecutiva por el astro de Fiorito, que ya había fallado ante Newell´s en Rosario, y erraría tres más en el resto del campeonato: ante Central, ante River y ante Racing, consumando una racha negativa histórica que se terminaría en el Apertura 1997, cuando Diego convierte sus dos últimos goles profesionales con sendos tiros penales: el 24 de agosto ante Argentinos Juniors (triunfo de Boca por 4 a 1), y el 14 de septiembre frente a Newell’s, victoria xeneize por 2 a 1 con gol de Maradona a su amigo Sergio Goycochea.
Ese partido ante Belgrano parecía encaminarse a un empate inconveniente, pero Maradona (de buen desempeño) se encargaría de torcer el rumbo. Primero, cuando a los 80 minutos asistió de manera magistral al “Manteca” Martínez. Toque de zurda en el aire para que el balón le quede picando al uruguayo de frente a Labarre, y lo “fusile” para estampar el 1 a 0. Y luego, cuando el partido entraba en sus últimos instantes, con Bilardo pidiendo la hora desde el banco, el fútbol del mundo recibía el último regalo de parte de su mejor intérprete. Un rechazo largo de la defensa xeneize fue a caer a espaldas del marcador de punta izquierda de Belgrano, como buscando un imaginario puntero derecho que Boca no tenía en cancha. Pero quien apareció por allí fue Diego Maradona, ganando el espacio para encontrar la pelota picando y meter el zurdazo inolvidable de cachetada, por arriba del arquero. De esa manera dejaba también en la historia del fútbol argentino a César Labarre, que en la misma tarde le atajó un penal a Maradona y fue víctima de su último gol con pelota en movimiento. El festejo de Diego fue pura emoción, repartiendo abrazos para sus compañeros, dedicatorias a la Doce y besos para su familia, ubicada en la platea.
Luego de aquel golazo a Labarre, Maradona convirtió tres goles más con la camiseta de Boca. Aquí los compartimos.
Diego Maradona jugó -entre oficiales y amistosos- 111 partidos con la camiseta de Boca Juniors -en sus dos etapas-, marcando 56 goles. El gol a Belgrano fue el número 53: el 54 fue de tiro libre a Newell’s (9/07/1997, amistoso en el Parque Independencia), el 55, de penal a Argentinos Juniors (Marcelo Pontiroli era el arquero) y el 56, el mencionado penal a Goyco. En total, fueron 9.342 minutos defendiendo los colores xeneizes, aunque el romance entre Diego y Boca no puede medirse en minutos: implica la eternidad…