¿Qué culpa puede endilgársele a un camarógrafo que procedió como por entonces se acostumbraba? El hombre hizo lo que hacían todos los camarógrafos de la época cuando no se transmitía un partido en directo, es decir, grabó el primer tiempo como para tener algunas imágenes que ilustren el resumen del partido a presentar en el noticiero nocturno, y en el entretiempo decidió irse. Ese camarógrafo -del cual nadie puede precisar el nombre- nunca podía imaginar que en los segundos 45 minutos de un partido del montón -presenciado por escasos 1.335 espectadores- iba a ingresar un joven de 16 años que con el tiempo se iba a convertir en el más grande futbolista de la historia.
La tarde del 14 de noviembre de 1976, Diego Maradona convertía los primeros dos goles oficiales de su carrera, en la victoria 5-2 de Argentinos Juniors ante San Lorenzo de Mar del Plata, en el desaparecido Estadio “General San Martín”, aquel legendario reducto que fuera escenario de los primeros torneos de verano, que pasarían luego a disputarse en el Estadio Mundialista “José María Minella” a partir de su construcción para la Copa del Mundo 1978. Hoy, en la esquina de la Avenida Champagnat y Alvarado de “La Feliz”, sólo quedan de aquel emblemático estadio las torres de ingreso. En el resto del predio hay un supermercado.
Mar del Plata ostenta en su haber el orgullo de haber sido escenario de hechos trascendentes para la historia del deporte con los más grandes protagonistas del país. Allí se crió y forjó su trayectoria tenística el sinónimo de ese deporte en Argentina: Guillermo Vilas. Allí, en Mar del Plata, debutó oficialmente en la Liga Nacional de Básquet el bahiense Emanuel Ginóbili, en un partido ante Peñarol. En Mar del Plata también, muchos años antes, Juan Manuel Fangio consiguió en el circuito costero emplazado en “La Feliz” uno de sus primeros triunfos internacionales. Y allí también, Diego Armando Maradona, anotó los primeros goles de su carrera.
El encuentro entre San Lorenzo de Mar del Plata y Argentinos Juniors correspondía a la decimosegunda fecha del Torneo Nacional que un mes más tarde obtendría Boca Juniors, ganándole la final a Ríver, 1 a 0 con gol de Rubén Suñé, en cancha de Rácing. El discreto primer tiempo entre marplatenses y bichos colorados finalizó 1 a 1. Pero todo cambió en el complemento, con el ingreso desde el vamos de un tal Diego Armando Maradona. Con la camiseta número 15, la misma con la que Maradona había tenido su debut en primera división semanas atrás, el 20 de octubre ante Talleres de Córdoba. Luego del debut había jugado algunos minutos ante Newell´s Old Boys, Ferro y Huracán de Comodoro Rivadavia, sin marcar goles. Pero en Mar del Plata el entrenador Jorge Enrico -reemplazó a Juan Carlos Montes, quien hizo debutar a Diego- le dio la chance de jugar un período de 45 minutos completo por primera vez. Ingresó en reemplazo de Rubén Giordano, el querido “Rubito” oriundo de Ramallo, que se dio el lujo de jugar al lado de “Pelusa” en sus inicios. Con Maradona en la cancha, el segundo tiempo parecería de un partido distinto al primero, y dejaría en ridículo al pobre camarógrafo que entendió que de aquel partido no valía la pena obtener ninguna imagen más para ilustrar un escueto informe televisivo.
Maradona participó en la jugada del 2 a 1 convertido por “Bartolo” Álvarez, a los 15 minutos. Luego, metió un cabezazo en el travesaño. Y cerró su brillante actuación con dos goles en los últimos minutos, convertidos en el arco de la calle Alvarado. El primero fue a los 42′, producto de una combinación con el centrodelantero Hallar, luego eludió al defensor Fortunato y tocó de zurda cruzado. Y el segundo, en el minuto 45, tras recibir un centro de Ingaramo, colocó la pelota al palo derecho por encima del arquero Rubén Lucangioli.
A San Lorenzo de Mar del Plata, además de marcarle Diego sus primeros goles oficiales, le anotó su gol número 100 en primera división (14 de septiembre de 1980, Argentinos Juniors 6 -San Lorenzo de Mar del Plata 0, con un hat-trick de Maradona en La Paternal). Y al año siguiente, le hizo cuatro goles jugando para Boca, en el 7 a 1 del “xeneize” en La Bombonera, por el Nacional 1981.
Resulta una paradoja que los dos primeros goles oficiales del futbolista más importante de la historia no hayan sido registrados fílmicamente. Por suerte los fotógrafos del Diario La Capital de Mar del Plata se quedaron hasta el último minuto, y con sus lentes retrataron lo que fue el inicio goleador de una leyenda mundial. Ismael Daoud y Néstor Alfonso son los nombres de esos abnegados reporteros gráficos. Vaya el reconocimiento para ellos, y una disculpa para el camarógrafo de Canal 8 que en el entretiempo decidió enfundar su cámara y marcharse del Estadio General San Martín. ¿Cómo iba a imaginar que en el banco de suplentes visitante estaba sentado el elegido del fútbol mundial?
Nuestro cierre musical convoca a Fito Páez y Andrés Calamaro cantando junto a Diego, una noche de 1994, cuando todo era alegría en la concentración argentina de cara al Mundial. A los pocos días, vendría una blonda enfermera a llevarse a Diego para que “le cortaran las piernas”…