Estrenada el 8 de julio de 1976, “Soñar, soñar” es la película más maltratada en la filmografía del inolvidable Leonardo Favio. La crítica supuestamente especializada la criticó con bastante dureza, aun a sabiendas que para terminarla y presentarla, Favio debió lidiar con la censura de la época, que se empezaba a hacer sentir de la mano –y las tijeras- de aquel nefasto personaje llamado Miguel Paulino Tato.
Con el paso del tiempo, esta hermosa película que narra la historia de dos soñadores que se unen por obra y gracia de la vida, se fue transformando en un film de culto. A partir de un guión coescrito entre el propio Leonardo Favio y su hermano Jorge Zuhair Jury, el genial cineasta argentino se las ingenia para hacer lucir en la pantalla al cantante Gianfranco Pagliaro y al boxeador Carlos Monzón. Así entonces, Mario “el Rulo” y Charlie se cruzarán sin previo aviso en un pueblo perdido, para enlazar sus sueños e ir en busca de ellos a la gran ciudad. Una vez en Buenos Aires vivirán momentos que pueden encuadrarse tranquilamente en el género de comedia triste. Aunque bien puede decirse que es una comedia “faviana”, plena de los giros y trazos propios que delinearon el inconfundible estilo de su director. Se destacan el largo travelling por el Parque Japonés, la aparición de “Carmen” y la legendaria escena de Monzón con los ruleros puestos.
Favio perdió mucho dinero con esta película. Pero con el tiempo lo recuperaría ya no en metálico, sino en valoración artística. Ideal para aquellos soñadores que no escatiman gastar minutos de sus vidas persiguiendo sus ilusiones, sobre todo cuando esas ilusiones son de por sí descabelladas y de difícil realización. Este Cinema de hoy está dedicado a ellos: a los soñadores, en especial a los que nunca alcanzan sus sueños. Y les ofrecemos el arte de un incansable soñador: Leonardo Favio. Pasen y vean…
“Soñar, soñar” (Leonardo Favio, 1976)