Director, actor, guionista, compositor, productor, Jim Jarmusch es un exponente del movimiento del cine independiente de los Estados Unidos en la década del 80. Su influencia sobre cineastas de todo el mundo lo mantienen en vigencia como uno de los más talentosos creadores de la actualidad.
Jarmusch es un cineasta minimalista y sus películas son de ritmo tranquilo, a menudo evitan las estructuras narrativas tradicionales, sin un claro progreso de la trama y centrándose más en el desarrollo de la atmósfera y los personajes. Los primeros trabajos de Jarmusch están marcados por un tono melancólico y contemplativo, con extensas escenas silenciosas y prolongadas tomas fijas. La propuesta cinematográfica de Jarmusch -en palabras del crítico Sean P. Means- involucra una “mezcla de estilos y géneros con inteligencia aguda y humor negro”, y es dominada por un tono de humor seco. Los protagonistas de las películas de Jarmusch son a menudo aventureros solitarios, hombres perdedores, ladrones de poca monta y convictos ineptos, aunque todos simpáticos y pasibles de identificación con el público.
Hoy compartimos con nuestros lectores cinco de sus producciones. Primero “Café y cigarrillos”, un conjunto de escenas que giran en torno a la condición humana. Luego “Dead Man” (con subtítulos en portugués), con Johnny Depp, una especie de western jarmuschiano. En tercer lugar “Flores rotas”, con el genial Bill Murray en la piel de un taciturno ex vendedeor de computadoras que recibe una carta misteriosa y a raíz de ella comienza una búsqueda de sus ex novias. A continuación “Mistery Train”, una trilogía de historias en la ciudad de Menphis, para finalizar con “Sólo los amantes sobreviven”, una de sus últimas películas. Jim Jarmusch invita a un domingo de melancólico humor. Pasen y vean…