15.12.2021 La Asociación de Balonmano del Norte de la provincia de Buenos Aires le puso fin a los torneos de primera división 2021. En ambas ramas, los defensores del título lograron mantener la corona: en caballeros el gran campeón es Belgrano y en damas Regatas.
La jornada final de la temporada volvió a demostrar el crecimiento sostenido que la disciplina alcanzó en la última década. El trabajo, el esfuerzo, el sacrificio y la pasión de quienes día a día dejan todo para que el deporte tenga desarrollo regional y crezca continuamente, se vio reflejado y premiado con un impactante marco de público que acompañó.
Las finales se vivieron a tribunas repletas en un gimnasio de Don Bosco que vibró durante todo el día. Incluso, la capacidad de las tribunas no fue suficiente para albergar a todas las personas que se acercaron a disfrutar del show final del balonmano regional.
Damas
Regatas, una vez más Regatas, siempre Regatas. Son ya 6 torneos consecutivos los que acumula el plantel femenino de primera división de “la ribera”. No frenan, no caen, y si sucede se levantan todas juntas, si tropiezan solo es eso, un tropiezo.
Si pierden la ida por 7 goles, no importa, hay revancha y salen a jugar el partido definitorio como si no hubiese un mañana. Como se deben jugar las finales.
En la ida el triunfo fue de Belgrano 31-24, pero en la vuelta la alegría totalmente “azul-naranja” con la victoria 32-18.
El encuentro no tuvo sintonías entre las campeonas y Belgrano. El “rojo” sufrió a los pocos minutos de iniciado el juego la expulsión de su jugadora más importante, Maitén Montero, situación de la cual no pudo levantarse, no supo salir y que dejó sin caminos al gol al equipo.
Regatas volvió a ser el que acostumbró a mostrar en las últimas temporadas, que pocas veces se vio durante este 2021 y con un nivel del que se había mostrado muy alejado en los últimos partidos.
Las “azul-naranjas” volvieron a la agresividad constante en defensa y en ataque, transiciones rápidas, laterales (Geoghegan y Dziewa) imposibles de frenar para la defensa belgranense, una central (Ferrari), cerebro del equipo, volviendo a confiar en su capacidad determinante en cada jugada sea para el pase clave o para la llegada al gol, y extremos (Ortega y Pedroza) que entienden a la perfección su rol defensivo y fundamentalmente ofensivo, ya sea en ataques posicionales como en salidas rápidas de contra.
Además, en las últimas fechas recuperó en el pívot (Barile) a un bastión primordial del proyecto, quien le devolvió identidad al equipo. Todo esto, se complementa con la seguridad de la arquera (Corradini) que una vez más ha demostrado ser la más determinante de la liga, de hecho fue premiada como la valla menos vencida, y tener un crecimiento notable año tras año.
Regatas apagó a Belgrano en el partido de vuelta y antes de cerrar el primer tiempo ya había conseguido dejar en “0” la diferencia de 7 que habían sacado las de calle Pellegrini, que igualmente tuvieron un intento de remontada sobre el final del primer tiempo, pero no supieron sostenerla.
Más allá del impacto de la expulsión, Belgrano nunca se encontró con la misma convicción que había mostrado en su juego en el duelo de ida, como definitivamente tampoco se encontró con el mismo nivel en su rival.
Más allá de esto, el elenco de calle Pellegrini tuvo un gran cierre de temporada con una marcada mejoría durante el desarrollo del certamen y encontrando su mejor rendimiento en la final de ida. Escobedo devolvió seguridad debajo de los 3 palos y, aunque no tuvo un buen último partido, fue clave para llegar a la final. Caffiero y Montero son líderes y las que le pueden brindar rebeldía al equipo. Marinelli, como encargada de manejar los hilos del juego cosechó largos minutos de brillantez mostrando toda su capacidad.
Eseverri siempre aporta coraje y en Bianca Maggiori la juventud que ya pisa fuerte y es determinante en el 40×20 en primera división.
Una vez más, y por sexto torneo consecutivo, el Regatas de Axel Ardanza festeja un título y suma a sus vitrinas otra copa de campeón.
Caballeros
La fiesta volvió a ser de Belgrano. Los dirigidos por Gonzalo Hernández volvieron a demostrar ser el mejor equipo de la liga. A pesar de ser derrotados en el partido de vuelta, tras la amplia diferencia lograda en la ida se adueñaron nuevamente de los festejos. El “rojo” es bicampeón porque fue el que mejor entendió el juego colectivo dentro del 40×20.
Cuando los seis de campo bajan el ritmo y el rival acecha, la solvencia de Galvani es garantía de confianza. El corazón rojo, que todo lo empuja, lleva la 14 en la espalda de Machado, la bandera del equipo.
Si el partido transita en pasajes candentes e intensos, para defender Marianetti le devolvió energía y dureza al equipo. El talento está siempre en la carta cuando Valdez está en cancha, ratificando temporada tras temporada su valor y ser de los mejores de la liga.
Para hablar de cerebro, de quien marca el ritmo y los tiempos al equipo con la redonda en su poder, Bonarrigo fue fundamental, de las figuras de Belgrano en certamen cerrando su mejor temporada en primera división. La locura y la intensidad siempre necesaria, con capacidad para ser clave tanto en defensa como en ataque, la pone Matkovich.
El aún joven Purgue crece y demuestra gran potencial; y si de potencia hablamos imposible dejar de mencionar a Moreno como uno de los más eficientes extremos del año. El recambio es de alto vuelo pensando en Bianco y toda su capacidad desde el eje central, y en Baier para un pivot siempre dispuesto para la batalla.
Todas esas características de sus compañeros, las pone en cancha en cada partido Juan Viale, el jugador distinto del equipo y el que siempre brinda luz en pasajes difusos de juego.
Con todos esos condimentos y mayor frialdad para la toma de decisiones en momentos culmines, Belgrano fue superior a Somisa, mostró mayor identidad de equipo y no regaló absolutamente nada durante los 120 minutos de final.
En cuanto al juego final, Somisa cambió radicalmente su cara del primer al segundo partido de la serie. Más allá de haberlo hecho por el resultado, por la forma en que consiguió el triunfo. Jugó en gran nivel, entendió los momentos del partido, no se dejó llevar por la adrenalina, pero se encontró con un rival que en la general de la serie fue mejor, fundamentalmente por su regularidad.
A Somisa solo le faltó confiar poco más en lo colectivo. Esa confianza que brindan muchas veces los procesos largos y el aprendizaje continuo de los errores cometidos.
En cuanto a individualidades posiblemente sea el mejor plantel de la liga, pero para el tramo final de la temporada, cuando se jugaron los puntos importantes y le tocó medirse con el rival más fuerte, se notó la falta de engranaje que posiblemente llegará con el correr de las definiciones.
En De Marco, Somisa tiene arquero para rato, en Nastta y Rafart la posibilidad de contar con dos de los cinco jugadores más influyentes de la liga, en Cicerchia, Avendaño, Benzina y Solé el talento juvenil del presente y del futuro, y en Sciarresi, Marzano, Bianco y Flores la sabiduría y experiencia para ser líderes del equipo desde su entrega y cualidades técnicas.
Belgrano vuelve a ser el mejor equipo de la temporada, se coronó campeón sumando otra copa a sus vitrinas y volviendo a teñir de “rojo” los festejos.
Tercer puesto
En damas el tercer puesto fue para Don Bosco, que eliminó a Automóvil. Fue 24-16 y 29-22, cerrando un torneo que deja más certezas que dudas de cara al futuro ya que el juvenil elenco de Allegri y Vivas hizo una muy buena campaña, con grandes momentos. Automóvil, deberá trabajar duro para poder mostrar en el 40×20 el potencial de su plantel.
Por el lado de los caballeros, con un agónico gol en una jugada que será difícil de olvidar, Automóvil logró subirse al podio. Venció 30-27 a Regatas en el primer juego, y cayó 25-27 en la vuelta.
El proyecto “Zehnder” en Automóvil cumple una muy buena primera temporada y promete crecimiento. Regatas no logró conseguir el premio que merecía por su torneo, promete crecimiento, pero ya es momento de cosechar victorias importantes.
