25.04.2025
La Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal dispuso frenar el expendio de analgésicos y antiácidos fuera del ámbito farmacéutico por considerar que supone riesgo sanitario.
Comprar un medicamento en un kiosco como si fueran caramelos ya es ilegal
La Cámara Contencioso Administrativo Federal –Sala I– ha resuelto hacer lugar parcialmente a la medida cautelar solicitada por COFA y FEFARA, y suspender los efectos de diversos artículos del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70/2023 que afectaban directamente la organización del servicio farmacéutico, el ejercicio profesional de los farmacéuticos y el derecho a la salud de la población.
La sentencia reconoce que la actividad farmacéutica no puede reducirse a una lógica comercial, y reafirma, en línea con el precedente “Farmacity” de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que el expendio de medicamentos es una función sanitaria indelegable que requiere la presencia, control e independencia profesional del farmacéutico. En efecto, se pone de manifiesto que el DNU suspendido desatendía esta función esencial, al habilitar la venta de medicamentos fuera de farmacias, flexibilizar las condiciones de habilitación, reducir controles y permitir la intervención de personas no formadas ni capacitadas profesionalmente.
El tribunal concluyó que la vigencia de los artículos cuestionados podría producir perjuicios
graves e irreparables, tanto sobre la salud pública como sobre los derechos profesionales de
los farmacéuticos.
Por ello, SUSPENDIÓ HASTA LA SENTENCIA DEFINITIVA LOS EFECTOS DE LOS ARTÍCULOS 313,
314, 315, 316, 317, 319, 320, 321, 323 Y 324 DEL DNU 70/2023, así como de todas las resoluciones reglamentarias y modificatorias que se hayan dictado con posterioridad.
“Desde la COFA (confederación Farmacéutica Argentina) y FEFARA (Federación Farmacéutica de la República Argentina) celebramos este importante paso en la defensa del derecho a una atención farmacéutica segura y profesional, que pone en el centro de la política sanitaria al paciente. Este fallo refuerza la legitimidad de nuestra lucha por una farmacia centrada en la salud, la seguridad del medicamento de manos de un profesional farmacéutico, pilares esenciales de un sistema sanitario justo, accesible y con equidad”.




