Familiares de niños abusados en el Jardín Belén y representantes de A.C.A.Se (Agrupación contra el Abuso Sexual) manifestaron en los Tribunales de San Nicolás, en donde reclamaron contra la liberación del sacerdote Tulio Matiussi, uno de los imputados en la causa.
Los manifestantes concentraron en la esquina de Guardia Nacional y Mitre, en donde desplegaron carteles y colgaron peluches con frases que habrían sido utilizadas durante los abusos para intimidar a las víctimas.
La manifestación contra los abusos sexuales frente al obispado de San Nicolás
Una protesta masiva llegó hoy hasta las puertas del Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás, para acompañar a un grupo de padres que acusan al sacerdote Tulio Mattiusi de abusar de sus hijos. El Sacerdote fue denunciado por los padres en diciembre del año pasado y también el portero.
Tras la concentración en Tribunales, marcharon desde la puerta del Obispado hasta el Santuario de Nuestra Señora del Rosario. En ese lugar volvieron a dejar los muñecos como muestra de la inocencia perdida por los niños, leyeron el petitorio y soltaron globos blancos. Los manifestantes apuntaron al Rector del Santuario, Luis Prietto, quien “acogería y daría residencia a Matiussi tras su liberación”.
En la convocatoria, los familiares de los pequeños plantearon que movilizaban “por los derechos de los niños, para que se les garantice un proceso justo, honesto y transparente”. Además, pidieron a los jueces que sean independientes de la Iglesia, “la institución más antigua y encubridora del mundo”.
Los niños declararon en cámara Gesell y la justicia nicoleña dijo que “es una fábula lo que los niños expresaron” en la pericia judicial, por lo que liberó al sacerdote pero no al portero del jardín contiguo a la Parroquia Belén de San Pedro. Carla Vitale una de las madres de las víctimas, hablo para los medios locales y nacionales.
El testimonio de Carla Vitale.
El jardín Belén es una institución tradicional en San Pedro. Varias generaciones se educaron allí y, como tiene solamente seis salas, es muy difícil conseguir vacante. Pero Carla Vitale había sido alumna cuando era chica, y conocía al representante legal y párroco de San Roque, la Iglesia vecina, el padre Tulio Mattiussi. Fue por eso que en 2017 consiguió inscribir a su hija y a su sobrino, que iban a compartir la salita de 3. Tulio había bendecido el vientre de Carla cuando estaba embarazada. También había bautizado a su nena.
Carla Vitale: “Somos cinco familias las denunciantes, denunciamos al sacerdote Tulio Mattiusi y al portero Anselmo Ojeda. Los niños hablaron en cámara Gesell, el fiscal pudo recabar muchas pruebas tanto oficiales como independientes, audios, videos, dibujos, psicólogas que los evaluaron. La resolución que venimos a reclamar acá porque es arbitraria totalmente, dice que el portero sí abusó de los niños, pero el sacerdote no porque” no había indicio de oportunidad” expresa la resolución. Esto quiere decir que el portero si fue porque asistía todos los días al jardín pero el sacerdote sólo dos veces al mes. Según la justicia entonces, los niños posiblemente fabularon al decir que los abusos y orgías sucedían en la parroquia y en la propia casa del sacerdote. Y también dicen que al no haber una pasadizo interno entre la iglesia y el jardín, los relatos no son creíbles, bajo estos argumentos liberan al cura. Dato no menor es que el abogado del cura Tulio Mattiusi es Moreno Gustavo, y la Cámara de Apelaciones que lo resuelve tiene como vicepresidente al padre de Moreno, quien se excusa de la causa pero resuelven sus dos colegas, muy estrechamente relacionados entre ellos y con el poder eclesiástico. San Nicolás tiene mucha influencia desde la iglesia, estamos aquí en el santuario de San Nicolás, sabemos el poder económico y de influencias que mueve, como también todos sabemos la vinculación entre el poder judicial y el poder eclesiástico. Hoy venimos a reclamar independencia, y que la Cámara de Casación donde la Fiscal acaba de hacer la apelación, tome en cuenta este recurso y no haga la vista gorda sobre esta arbitrariedad que se plantó en esta resolución nefasta. El vínculo entre la iglesia y el poder judicial es claro, y ustedes los periodistas lo saben, no hace falta decir demasiado, instituciones pertenecientes a la iglesia de fuerte nombre son parte continuamente de la justicia, el Opus Dei está metido dentro del Poder Judicial. En este caso el abogado del cura está pagado por la iglesia, es un claro ejemplo. Llamamos al obispado y el obispo nunca nos atendió, nunca nos recibió, nos dió la espalda, mintió en prejuicio de las víctimas.”
Una crónica sobre la impunidad: “yo le creo a los chicos”
A primera vista Tato parece un plomo de recitales de rock. Pero cuando uno lo mira a los ojos, en lo profundo, hay grandes yacimientos de tristeza. Es padre de San Pedro. Carla tiene una mama ciega. De ella, heredó la fortaleza para pararse en la puerta del obispado junto a los sampredinos y nicoleños y gritar: “Tulio abusaste de nuestros hijos…venimos a reclamar Justicia. Aunque te proteja el Obispo y la Cámara te vamos a encontrar”. Su voz en cada punto de la frase parecía que iba a romper en llanto sin embargo grito por dos minutos. Y a la Plaza Mitre la cubrió un manto de silencio. El mismo oscuro manto de complicidad que esconden los abusos a menores en el Departamento Judicial de San Nicolás en general; y la misma tristeza que tienen que tragar de por vida los padres de las víctimas.
En los balcones del Palacio de Justicia colgaron peluches y juguetes. Una guarda de colores a lo lejos. Pero a medida que uno avanza hacia Tribunales se empieza a dar cuenta que son las heridas y las lágrimas de un solo grupo de padres que están reclamando ser escuchados, como fue escuchado por la Justicia el Obispo de San Nicolás y después decretó la libertad del cura acusado de abusos en un Jardín de Infantes: Tulio Mattiussi. Eso es lo que reclaman a viva voz, las cinco parejas de padres denunciantes en la causa del Jardín de Infantes Belén. Aparecen los primeros carteles con el rostro del cura que, por mandato del Dr. Pratti estuvo un tiempo en la Unidad Penal Nº3 pero por decisión de la Cámara se le revocó la prisión, aunque el portero de Jardín aún permanece en la cárcel.
¿Pero quién es este sacerdote que hoy está presente en los puños crispados, en los juguetes con carteles, en los pañales manchados de sangres que cuelgan en el Palacio de Tribunales? Tulio Mattiusi nació en la localidad de Avellaneda en 1972. Ingresó de adolescente en grupos católicos que venían de peregrinación al Santuario de la Virgen del Rosario. El hermano de uno de esos compañeros de grupo católico, en uno de los viajes a San Nicolás, le propuso hacer un retiro vocacional. Y ahí, a los 24 años, según el mismo Tulio ingresó al Seminario. Durante cinco años estuvo en el Santuario y desde allí cumplió destino en la Escuela Diocesana de Asistentes Sociales, en el Centro de Día “El Alero” y después lo destinaron a San Pedro.
Los televidentes del programa “Sin Galera” vieron a Tulio y al portero Anselmo Ojeda saliendo de la DDI de San Pedro cuando lo trasladaban a la DDI de San Nicolás. “Sáquenlo despacio a esta rata…y para todos los de esta ciudad que no creían las denuncias”- gritaba una madre indignada. “Sáquenlo despacio y que se le vea la cara a la rata inmunda”- clamaba un padre. Sin embargo son solo un puñado de padres que están en la puerta de la DDI. Y los dos imputados salieron con sus rostros cubiertos por unas camperas. Hoy seis meses después de aquella noche, el padre Tulio está en libertad y Anselmo Ojeda en la cárcel. Los padres en la puerta de Tribunales aseguraron que vienen a reclamar transparencia y Justicia y denunciamos además ” a María Rubiés la celadora del Jardín que no está acusada pero denunciada y que fue pieza fundamental para perpetrar el abuso con acceso carnal a nuestros hijos”- Señaló Carla Vitale. Los padres se trasladaron hasta el Santuario, allí dejaron los juguetes. En el Palacio dejaron las fotos pegadas en la pared de tribunales se encontraron con una leyenda: “yo le creo a los chicos”.
La causa hoy
Cabe recordar que el Juez de Garantías 1, Ricardo Pratti, ordenó por pedido del Fiscal Hernán Granda la detención de los imputados Tulio Matiussi (sacerdote) y Anselmo Ojeda (portero). Sin embargo, los Jueces Guillermo Martínez y Eduardo Alomar, de la Cámara de Apelaciones, decidieron hacer lugar al reclamo de la defensa, liberando al cura y dejando en prisión al portero.
Los familiares de los niños abusados denuncian que en el fallo de Cámara tuvo una directa influencia el vicepresidente de la Cámara de Apelaciones, Dr. Alberto Moreno, padre del abogado Gustavo Moreno, quien defiende al sacerdote por instrucción del Obispado.
Al mismo tiempo, plantean que el Obispo Hugo Santiago “protegió y sostuvo públicamente su inocencia en un acto público en San Pedro” sin recibir nunca a las familias de las víctimas ni responder los llamados o pedidos de ayuda.
“El Poder Eclesiástico no puede, ni debe ser ajeno al dolor de quienes han sufrido violencia sexual y psicológica, sumada una y otra vez, a la impunidad, el silencio, la desprotección y la arbitrariedad padecida” concluyó la madre de dos de las víctimas, en declaraciones a medios nicoleños.
Hugo Santiago, hace silencio antes las familias de las victimas y no da la cara.