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El fútbol según Gustavo Campana: “El periodismo no cuida al jugador, lo demoniza”.

04.10.2018. El periodista Gustavo Campana estuvo en San Nicolás presentado su libro “Tribunas sin pueblo (vuelta olímpica en orsai del país liberal)”. El sindicato de APSA , Lavalle 333, fue el escenario elegido, donde pudimos tener una entrevista con el autor que abordó el fútbol en relación a la política, la sociedad y la historia por la reivindicación de los derechos por parte del jugador amateurs.

 ¿De qué se trata el libro Tribunas sin pueblo?

El título es una metáfora dividida en dos. El primer mundial de la era  Joao Havelange es el de 1978, y es un proyecto para comenzar a sacar al pueblo de la tribunas y las canchas, a través de entradas muy altas. Fue un mundial de clase media/alta que tuvo algunos sectores bancados por los servicio de inteligencia, entre ellos barras bravas. Hay un centenar de testimonios que cuentan cómo los servicios de inteligencia de la dictadura, junto a patotas y barras bravas, agitaban a la gente para que se cante el himno por ejemplo. También funcionó el mundial como un teatro de la prensa para tapar la campaña anti-Argentina y vaciar de pueblo las canchas.

 ¿A qué se debe el subtítulo “Vuelta olímpica en orsai del país liberal”?

Hace referencia a que todo lo que sucede en orsai no tiene valides.

 ¿Cómo ves el fútbol hoy en Argentina?

El futbol de Argentina tiene un grave problema, los que no juegan son más importantes que los que juegan, desde empresarios, técnicos, periodistas, hinchas esto se debe a cierto efecto económico. Todos tienen un rol que es más importante que el rol del que practica el fútbol, esto implica que hay un grado de infección. Esto es nuevo, pero se viene armando muy lentamente desde principios de la década del 60 y coincide en la Argentina con el neoliberalismo de Menem.

Dos palabras, fútbol y sociedad ¿Cómo se unen?       

Cómo se juega, cómo se practica el fútbol en un país, siempre fue el reflejo de esa sociedad, siempre. Hoy hay una desproporción del negocio por encima del juego que desnaturaliza todo.

 Ya que usted nombró al periodismo, ¿qué rol ejerce el periodismo dentro de lo que es el mundo del fútbol?

Primero hay que dividirlo en etapas, desde la creación de los canales de noticias en el año 1993, donde vos tenes que tener 24 horas el canal al servicio del fútbol y se ha elegido lo peor que es el escándalo,  la farándula de una semana previa al partido, y ese camino es terrible porque termina destruyendo todo. Los problemas de vestuario son asuntos de pantalla, ¿y que estamos descubriendo con eso?, nada, los conflictos en los grupos humanos han nacido con el hombre mismo. Entonces había un periodismo que hasta ese momento entendía perfectamente cuál era los roles, su propio rol y a partir de 1993 y más aún con la aparición de Olé que implica por primera vez tener un diario y ver cómo se elige el mismo camino que la televisión: farándula, puterio.

 Pareciera que el periodismo entonces no está dedicado a cuidar al jugador.

El periodismo  no cuida al jugador, lo demoniza. Un 80% de esos jugadores vienen de la base de la pirámide, de los estratos más pobre de la sociedad, por tanto son seres frágiles que vienen de un pasado muy complejo donde el fútbol muchas veces los pone en una suerte de revancha con la vida que tuvieron. Empiezan a aparecer mucha plata de todos lados y esto genera que te equivoques, que aparezcan amigos no tan amigos. La idea es dar una mano y hacer ver cómo esa vida puede tener un efecto multiplicador sano para el barrio, para la sociedad.

 ¿Por ejemplo?

En ese sentido me duele Tévez, hoy lo ves defendiendo un modelo que no le pertenece, aparece defendiendo a los tipos que hambrean a los que nacieron junto a él. Uno conoce su historia personal que representa venir de lo más bajo y triunfar, pero también en su historia como futbolista representa lo peor del capitalismo, porque Boca se lo roba a Old Boys a través de anotarlo con otro nombre y una cantidad de datos que representan lo peor del fútbol. También Tévez es el primer jugador de la era Macri como presidente de Boca que firma en el contrato, la sesión del 15% que le corresponde por el pase al Sport Club Corinthians , algo que Macri venía haciendo y lo denuncian dos jugadores como Bermúdez y el Chelo Delgado. Eran apriete mafiosos, o el 15% o no jugas en Italia, por eso Bermúdez se va a Grecia y no a Italia, porque no quiso ceder ese 15%.

Un 15% que representa una pérdida de derechos para la historia de los jugadores.

Exactamente, el 15% es la huelga del 48, ese 15% es el convenio de agremiados del 75. Cuando uno mira para atrás, el fútbol Argentino es profesional gracias a las huelgas de futbolistas amateurs que pretenden que se blanquee su situación. Hay muchas luchas atrás del fútbol Argentino y generalmente no reparamos en eso.

¿Qué hacer entonces?

Simplemente ser más justos y poner en superficies valores que tuvo nuestro fútbol, como décadas y décadas de lucha por la reivindicación  de derechos del jugador.

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