Ángel de luz.
22.07.2018 . Tiene cara de ángel, le dijo el personal del INCUCAI a Viviana, la madre de Emiliano Mendoza. El jueves 14 de junio a las 11 AM los médicos del hospital diagnosticaron a Emiliano muerte cerebral. Para confirmar el diagnóstico, el día sábado 16 vinieron los médicos del INCUCAI con los instrumentos especializados. Efectivamente era como lo aseguraban los médicos que estuvieron asistiendo a Emiliano hasta su fallecimiento.
Ese mismo día a las 11 de la mañana, les preguntan a los familiares si contemplaban la posibilidad de donar los órganos de Emiliano. La familia le pide tiempo a los médicos, para decidir entre todos. Estaba dividida la opinión, hasta que aparece una mujer que es enfermera en el hospital e hija del Pastor Manuel García de la iglesia evangelista de bario Los Pinos, donde la familia Mendoza asiste para expresar su fe. Esta mujer les aconseja que tomen la decisión los padres y que tengan en cuenta que ellos tienen más hijos y nietos y que el día de mañana, por las vueltas de la vida, puede necesitar alguno de ellos un órgano.
-Hasta estar ante esta situación, tomábamos el tema a la liviana, usábamos siempre un dicho , “y antes que se lo coman los gusanos”, cuando nos tocó ese momento fue duro, imagínate que es sacarle partes de su cuerpo. Somos gente de fe y eso nos ayudó mucho a tomar la decisión y hasta hoy también sostenernos en pie-comenta Viviana madre de Emiliano.
El sábado 9 de junio, Emiliano Mendoza circulaba en su motocicleta junto a un amigo. Tras realizar una breve parada en la Estación de Trenes, emprenden viaje nuevamente hacia el viaducto,la rueda delantera toca contra el cordón, Emiliano que manejaba la moto voló por los aires golpeándose la cabeza, su compañero salió ileso. El accidente pudo ser reconstruido gracias a las cámaras de vigilancia de la zona.
-Viviana nos relata, -El momento más duro fue el paso del día sábado al domingo, el momento de la donación de órganos, el trámite tarda, vos sabes que está muerto y no podes velarlo porque aún lo tienen conectado. El domingo a la mañana nos llaman porque faltaba una firma, entramos a terapia a firmar y lo vimos que todavía estaba conectado, muerto, pero aún conectado, primero nos dijeron que nos entregaban el cuerpo a las once de la mañana, después a las cinco de la tarde, por último a las nueve de la noche, cuando fueron del cementerio el Celestial a buscar el cuerpo, el hospital no se lo entregó, pregunto por qué y me dicen que el juez quería hacer una autopsia, mientras que había dicho en un comienzo que no y ahora que mi hijo estaba todo vacío, la quería hacer… Una cosa de locos! .Fuimos a la Comisaría primera, nos dijeron lo mismo, la cuestión es que terminamos firmando un papel donde nos hacíamos cargo de no hacer problema más adelante, porque no había autopsia. Nos terminaron dando el cuerpo a la madrugada del lunes, dos de la mañana-
La donación de órganos de Emiliano Mendoza se realizó antes que se apruebe la ley Justina. Al padre de Emiliano, días después del velatorio lo asaltó cierto arrepentimiento, pero cuando supo que la ley fue aprobada, cesó su arrepentimiento. Más aún cuando la familia rememora la cantidad de vidas que Emiliano contribuyó a salvar y mejorar, mediante la ablación de sus órganos: riñón izquierdo a una nena de 14 años, riñón derecho y el páncreas a una señora de 56 años que estaba sufriendo mucho y sus diálisis se tornaban insostenibles en el tiempo, las arterias y válvulas del corazón a dos nenes y las córneas, junto a otros órganos quedaron en el banco de donación, a la espera de un paciente.
Es sábado a la noche y el frío sopla en barrio Avambaé, adentro de la casa de los Mendoza, Viviana con su fortaleza de madre, asiste amable a mi pedido de una foto. Desaparece por una puerta y vuelve a entrar por la misma con una foto de Emiliano. Era guapo le digo y de su rostro se desprendió una sonrisa dulce.
De alguna u otra manera, la familia entiende que Emiliano aún respira en las vidas anónimas que él salvó. Siempre tenemos tiempo de mejorar este mundo, incluso en los umbrales de la muerte.
