Los procedimientos apuntan a “segundas líneas” que operan en el territorio para el jefe de “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, preso en el penal federal de Marcos Paz, y para otro recluso santafesino condenado por homicidio, Leonardo “Pollo” Vinardi.
Según la pesquisa, ambos están enfrentados al líder de la otra banda narcocriminal importante que opera en el sur de esta provincia, Esteban Lindor Alvarado.
Los allanamientos, realizados en forma conjunta por la Policía Federal Argentina (PFA) y personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), estuvieron enfocados en los barrios Godoy y Triángulo de Rosario, y en las localidades de San Lorenzo, Granadero Baigorria y Villa Gobernador Gálvez, informaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
También se requisó la celda que “Guille” Cantero ocupa en el penal de Marcos Paz y el pabellón de presos de “alto perfil” en el que está “Pollo” Vinardi.
Mientras el MPA informó este mediodía la detención de cinco personas ligadas a esas organizaciones criminales, fuentes federales dijeron a Télam que había otros ocho arrestados por delitos correspondientes a esa jurisdicción.
Como resultado de los allanamientos en el ámbito federal, se secuestraron 16 teléfonos celulares, un auto, dos motovehículos, 50.180 pesos, 20.000 dólares, 1.000 dosis de cocaína y varias armas con municiones, precisaron a esta agencia voceros del caso.
La investigación se inició en marzo último en el barrio Godoy, de la zona oeste de Rosario, sobre Nicolás “Fino” Ocampo, un hombre que cumplió una condena como miembro de la banda de Alvarado y fue asesinado en abril.
Los pesquisas lo identificaron como el encargado del comercio ilegal de drogas para Alvarado, un jefe narco detenido por homicidio y narcotráfico, y advirtieron que apareció en el barrio Godoy un competidor, Pablo Nicolás Camino.
Según la causa, Camino armó una banda criminal en esa zona de Rosario como ejecutor de órdenes de “Guille” Cantero y “Pollo” Vinardi, quienes gerenciaba el negocio desde la cárcel.
Ese mismo grupo también puso una pata en la ciudad de San Lorenzo, a través de un hombre llamado Marcos Jeremías Mac Caddon, alias “Pato”.
En unas escuchas telefónicas incorporadas a una causa federal que tramita en Rosario, Mac Caddon habla con otra persona de tirotear un búnker de venta de drogas administrado por Alvarado, en venganza “porque lo apuñaló al Gordo (Leandro) Vilches”, lugarteniente de “Los Monos”.
Según los pesquisas, el enfrentamiento entre las segundas o terceras líneas de las bandas de Alvarado y Cantero explica buena parte de la dinámica de la violencia altamente lesiva que cotidianamente produce homicidios en Rosario y la zona.
En el transcurso de la investigación también apareció el nombre de Claudio “Morocho” Mansilla, uno de los ocho evadidos a los tiros de la cárcel santafesina de Piñero en junio, que aún permanece prófugo.
Mansilla fue condenado en ausencia, unos días después de la fuga, por un doble homicidio, y está imputado en otro caso de asesinato, ligados a la violencia narco.
La investigación que derivó en los 84 allanamientos es una pesquisa conjunta de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de Rosario con las fiscalías federales 2 y 3 de esta ciudad santafesina, a cargo de Claudio Kishimoto y Adriana Saccone, respectivamente.
También participa de la investigación la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) que conduce Diego Iglesias.
Los investigadores cruzaron datos de causas provinciales por balaceras, homicidios, usurpaciones y abuso de armas, con expedientes federales por comercio de estupefacientes que involucran a las mismas personas y organizaciones criminales.