Así como defendió las camisetas de Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona, Nápoli, Sevilla, Newell’s y la Selección Argentina, Diego Maradona supo lucir distintas camisetas en partidos amistosos, sobre todo en partidos homenaje y en los denominados “partidos a beneficio”. Porque si de empatía con la gente se trataba, allí estaba el Diez: donde alguien lo necesitara y se lo convocara, Maradona decía presente. Y también, como en toda su vida futbolística y personal, hacía historia a cada paso. Fueron numerosos esos beneficios de los que participó Maradona, pero rescatamos tres, precisamente por ese toque “maradoniano” inconfundible que supo darles, ya sea gambeteando a la FIFA, recorriendo 400 kilómetros en su auto para ayudar a un muchacho santafesino o metiendo un gol de media cancha.
A la memoria del Búfalo
Mientras transitaba su primera suspensión por doping, Maradona intensificó su costumbre solidaria de participar en partidos a beneficio. Como el que se disputó en cancha de Vélez el 15 de abril de 1992, y que congregó a las mejores figuras del fútbol argentino de aquellos tiempos. El mundo del fútbol criollo había decidido la realización de encuentro amistoso para ayudar a la familia de Juan Gilberto Funes, aquel notable goleador puntano que tuvo que abandonar prontamente su carrera debido a problemas cardiológicos, en virtud de los cuales había fallecido el 11 de enero de ese mismo 1992.
Cuando la FIFA se enteró que Maradona jugaría ese partido, envió un fax a la AFA avisando que la participación de un futbolista suspendido, ya fuera en un encuentro amistoso, podría acarrear problemas para los demás futbolistas que participaran. Enterado de esto Diego decidió no jugar para no complicar a sus colegas, pero fueron esos mismos colegas quienes decidieron que correrían el riesgo. Maradona debía jugar, y para esquivar ese arranque de implacabilidad caprichosa de la FIFA acordaron que jugarían doce jugadores contra once, y los saques de banda se harían para el pie. La intención era desligar a la AFA de la organización, y restarle carácter reglamentario al partido.
El partido fue televisado por Canal 9, y aquí compartimos el video completo de aquel homenaje solidario al “Búfalo” Funes.
El árbitro fue Ricardo Calabria, y los futbolistas se dividieron entre Blancos y Azules. Participaron del homenaje a Juan Gilberto Funes, entre otros, Nery Pumpido, Carlos Fernando Navarro Montoya, José Luis Chilavert, Néstor Fabbri, Oscar Garré, el “Pepe” Basualdo, Blas Giunta, Claudio García, el “Beto” Acosta, Roberto Cabañas, “Pipo” Gorosito, Oscar Ruggeri, Alejandro Mancuso, el “Beto” Márcico, Diego Latorre, Ricardo Gareca, Ricardo Giusti, el hermano de Funes y, por supuesto, Maradona. El zurdo número diez por entonces suspendido, jugó para los Azules, que se impusieron a los Blancos por 5 a 2.
Un beneficio de media cancha
A las tres semanas de jugar aquel partido homenaje a Juan Gilberto Funes, el raid solidario de Maradona continuó en la provincia de Misiones. En su capital, Posadas, jugó en un partido a beneficio del Hospital de Niños misionero. Se enfrentaron la Selección de Posadas, dirigida por el ex volante xeneize Horacio Bongiovanni, y la Selección del Interior, dirigida técnicamente por Oscar Edén Fernández. Maradona jugaría un tiempo para cada equipo.
Con un estadio desbordado de espectadores, el encuentro tuvo su momento cúlmine luego de un gol convertido por Dante Pigerl, marcador central de Tigre de Santo Pipó. Un delantero del equipo que había sufrido el gol de Piperl, movió en dirección al invitado estelar del amistoso, quien instintivamente la levantó, la dominó un par de veces, y le pegó de zurda con violencia, altura y dirección. El balón impulsado por Maradona fue seguido por los ojos de todos los presentes, que vieron de qué manera aquel zurdazo se colaba por detrás del arquero Ayala, y se metía -además- en la historia del fútbol misionero.
Tanta fue la resonancia mediática de aquel gol, que hasta forma parte de un documental producido por la Gazzetta Dello Sport. Aquí un fragmento del mismo, en el cual puede verse el golazo de Diego desde media cancha.
Aquí otro link con acciones de aquel memorable amistoso en Misiones.
Revolución en Totoras
El 6 de mayo de 1995 en la ciudad de Totoras, Maradona jugó otro partido a beneficio que quedaría en la historia. Un año antes, unos jóvenes habían sufrido un accidente de tránsito, en el cual Hernán Fonseca había sido el más afectado. El muchacho era por entonces arquero del Unión Fútbol Club, y lamentablemente había quedado en silla de ruedas.
A raíz de eso, el club decidió organizar un partido a beneficio para ayudarlo. A Juan Amador Sánchez, ex futbolista oriundo de Totoras, se le ocurrió invitar a Maradona, un amigo del fútbol. Diego no dudó un segundo: subió al auto y manejó los 400 kilómetros hasta la localidad santafesina. En aquella tarde de sol, Diego dio cuatro asistencias y marcó dos goles. Pero su mejor acción se vio a los seis minutos del segundo tiempo: se acercó hasta la línea de cal, se encontró con Fonseca, intercambiaron camisetas y, con lágrimas en los ojos, le susurró al oído una frase inolvidable: “Fuerza, no te caigas. Mis piernas son tus piernas”.
Hernán Fonseca luego se dedicó a la práctica del básquet sobre silla de ruedas, y siempre fue un agradecido a Maradona por el típico gesto solidario maradoniano de jugar aquel partido. Compartimos dos enlaces que recuerdan el paso de Diego Maradona por Totoras, donde jugó un rato para el combinado de amigos de Juan Amador Sánchez, y también se puso por algunos minutos la celeste de Unión Fútbol Club.
https://www.youtube.com/watch?v=eXKU_xDufRc&ab_channel=TNTSportsArgentina
Así como se prodigó en participar de beneficios solidarios organizados en nuestro país, Maradona también se anotó a la hora de ayudar con su fútbol en otros países. De ello ya dimos cuenta en una de nuestras columnas anteriores, cuando hablamos de aquel memorable amistoso a beneficio en el barro de Acerra.
Diego nuestro que estás en tus goles (Capítulo 27) Barro tal vez
Diego es sinónimo de fútbol, de magia, de leyenda. Es sinónimo de Argentina, y también de solidaridad, de empatía con la gente. Historias como las narradas en la columna de hoy no hacen más que dar testimonio de esa sensibilidad social maradoniana…