08.08.2021
Desde muy temprana edad sintió su pasión por el arte, más precisamente por el teatro, su influencia fue la televisión donde seguía con entusiasmo las telenovelas o películas, y luego su público era su propio espejo, frente al cual recreaba los personajes de la ficción.
Fue entonces cuando nació su curiosidad por la actuación, imitando personaje que veía en la televisión, por entonces tenía alrededor de 14 años, y era capaz de crear o recrear aquellos personajes de la fantasía.
Pero esto no le bastaba, quería dominar el tema profesionalmente y por ese motivo, fue que ingresó a la Escuela de Arte Dramático “Vicente Díaz”, dependiente del Teatro Municipal, tenía solo 16 años.
Así llegó el momento de presentarse ante el público y lo hizo con una obra destinada a la platea infantil, “La brigada caza bribones”, la pieza concientizaba sobre la existencia del Cólera, una enfermedad bacteriana intestinal aguda, que en su forma grave se caracteriza por comienzo repentino de diarrea. Allí le correspondió hacer el personaje de “Lavandina”. Así continuaron sus participaciones en diferentes trabajos que presentaba la escuela de teatro.
Pero el compromiso teatral llegó para ella, cuando formó parte del elenco de, “La Cantante Calva”, de Ionesco. “Fue un trabajo de mayor responsabilidad, y de alguna forma con ese proyecto, sentí que era mayor el compromiso, el solo hecho de Ionesco como autor, es un clásico y yo ya lo venía leyendo… fue mezcla de admiración, miedo y mucho placer hacerla, me divertía horrores en el escenario y si había alguna duda, con esa obra confirme mi vocación”.
Posteriormente formó parte del Teatro Estable Nicoleño, donde algunos personajes fueron más desafiantes y le permitieron mostrar más matices, ”Con la obra: Ha llegado un Inspector “, de J. B Priestley , siento que fue un trabajo intenso, era un ahora y media en el escenario y exigida, el personaje pasaba por muchas emociones, hermoso trabajo, mis compañeros un lujo también . Mientras que la pieza “Querida, espero que te mueras” , significó un antes y un después, porque mostré otra Victoria actriz, la forma de contar esos personajes y cómo los preparamos, con una amiga también actriz como Regina Lallo, fue un placer, además de sentir muy linda la respuesta del público”.
Cómo actriz fue siempre prolífera ya qué participó de cada una de las muestras de la Escuela de Teatro Vicente Díaz, bajo la dirección de Victor Sisterna; también formó parte del TEN (Teatro Estable Nicoleño), con la dirección de Mario Verandi, además creó el un grupo, “Agrupación Teatro Desenredado”, y brindó talleres de teatro durante 12 años, el último de los cuales lo dictó en el año 2019.
Victoria, considera que en esta actividad, tiene un antes y después, de cuándo la llamaron para hacer cine. Fue con el filme “Una Rosa sobre el piano”, entonces surgieron otras oportunidades con varios directores de la ciudad: Nicolás Ballistreri / Lucas Giuggia/ Marisa Sansalone y Sebastián Tambutto.
En cuanto a la forma de trabajo considera que, “son polos opuestos: en Teatro se ensaya, hay desarrollo cronológico del personaje y respuesta del público inmediata, en cine vas filmando conforme necesidades de locaciones y eso implica que no siempre sea acorde al desarrollo de la historia o personaje; te da una gimnasia importante porque tenes que tener muy bien manejado el personaje, para variarlo en tiempo y espacio y no afectar luego la línea de tiempo de la película. El Cine tiene esto de poder verte en una pantalla y estar sentada en el público y ver cómo reaccionan, me pasó en varias películas y es adrenalina “.
Mientras siga la Pandemia la actividad está un tanto detenida en San Nicolás, pero Victoria Ninona, espera que el mal tiempo pase, “me gustaría hacer un Unipersonal… Hace rato que lo vengo pensando, estoy leyendo muchos textos, escribiendo también y sé que lo voy a concretar.”