11.06.2020
Sandra Corbalán y Verónica Arias junto a sus hijos en momentos felices
En la madrugada del lunes 1 de junio Ezequiel Corbalán de 30 años y Ulises Rial de 25 años, salieron en la moto a buscar unas cervezas. A pocas cuadras de la casa de Ulises donde se encontraban, visualizaron tres patrullero y para no cruzarse con ellos, retomaron el camino por donde venían circulando. Los policías al ver tal maniobra activan una suerte de operativo cerrojo y los persiguen con dos patrulleros detrás. A unas 10 cuadras de la casa de Ulises Rial, la motocicleta que conducían Ezequiel Corbalán impacta contra el patrullero que venía de frente a ellos, provocado la muerte de ambos en diferentes lapsos de tiempo. La Policía sostiene que una mala maniobra de los jóvenes provoca el choque, pero los familiares aseguran que el policía Pablo Moresco “les tiró el patrullero encima”. Rial murió prácticamente en el acto y Corbalán días después en el Hospital San Felipe.
La causa está caratulada como doble homicidio culposo y a cargo de Fiscal Dr. Darío Giagnorio, especializado en violencia institucional. Giagnorio declaró a un medio de comunicación que se han tomado declaración a vecinos que escucharon o tienen algún conocimiento del hecho, también se pidió la intervención del perito mecánico para que revise los vehículos, se pidieron las pericias perimétricas que ya tenía personal policial y fotografías. Además se pidieron videos de las cámaras municipales y los movimientos de los GPS de los móviles.
Por otra parte, en la marco de la investigación se realizaron las autopsia a los dos jóvenes fallecidos; una de las cuales había ordenado el Fiscal Dr. Ariel Tempo quien había iniciado la causa y la otra el Fiscal Giagnorio. A la fecha del día de hoy se esperan resultados de las mismas que determinen las causas de ambas muertes.
La medición de la huella de la frenada, el velocímetro de la moto, la caída de los cuerpos y el lugar donde fueron encontrados, los testimonios de los testigos, la declaración de los policías, los videos y las fotos que circulan y demás indicios, jugaran un papel fundamental a la hora de esclarecer el hecho.
El dolor de las familias.
Son las 9 de la maña del día miércoles 10 de junio, el día esta nublado y una neblina espesa cubre la ciudad. Tal es así que se puede mirar el sol de frente, el cual se dibuja entre las nubes como escondiéndose en el cielo. Los mismos colores del día asoman por los mensajes de whatsapp que envían las madres de los chicos fallecidos. Por las nervaduras de la voz de Verónica Arias y Sandra Corbalán, se filtra el dolor de haber perdido a sus hijos de un momento para otro, en un hecho donde varios policías están en el centro de la escena. A 9 días de la muerte de Ezequiel Corbalán y Ulises Rial, los familiares, amigos y parte de la sociedad exigen por el esclarecimiento del hecho.
Corría la madrugada del día domingo 1 de junio y según testimonios de sus familiares los jóvenes estaban en la casa de Ulises y se dirigieron en moto en busca de unas cervezas, según la madre de Ezequiel “seguro fueron hasta mi casa porque había algunas botellas en la heladera.” A unas cuadras de la casa donde se encontraban, los jóvenes observan la presencia de los patrulleros y deciden dar la vuelta porque el dueño de la moto había dejado los papeles en la casa. Se produjo una persecución donde los jóvenes terminan chocado contra un patrullero y fallecen uno de ellos en el acto, el otro unos días después en el Hospital. La policía reconoce la persecución y sostiene que el joven que manejaba, en una mala maniobra, choca contra el patrullero. Los familiares sostienen que no fue un accidente.
La madre de Ezequiel
Sandra es la madre de Ezequiel y contesta los mensajes de manera intermitente. Ezequiel trabajó varios años como mozo en el restaurante y café El Poeta. Luego por intermedio de UOCRA ingresó a trabajar en las empresas de Juanjo Luciano y formó parte de las cuadrillas que construyeron el autódromo de San Nicolás y también la ruta 51. Cuando se muda a Villa Constitución con su familia, siguió trabajando de mozo y de albañil. Actualmente trabajaba como cadete, por lo que contaba con un permiso para circular.
“El domingo al mediodía Ezequiel almorzó con nosotros. Como él tenía permiso para circular se trasladó a San Nicolás entrada la noche. El padre le había dicho que tenía que ir para San Nicolás, porque tenían que hacer un trabajo en la casa donde vivíamos. Se encontró con Ulises y fueron a su casa, donde estuvieron tomando mates, luego a la madrugada salieron a buscar cerveza. Estoy segura que iban para mi casa porque allí había algunas botellas en la heladera.
“Hay muchas versiones. Lo único que sé es que los atropella el patrullero que venía circulando sin luces ni sirenas, ninguno de los vecinos escuchó sirenas ni nada. No voy a desmentir que estaban rompiendo la cuarentena y que seguramente cuando vio a la policía temió que le sacaran la moto porque se había olvidado los papeles en la casa de Ulises, moto que se compró con el esfuerzo de su trabajo, yo tengo en mi poder esos papeles. Mi hijo no era ningún tranza ni ningún delincuente, mi hijo no tenía ni una entrada policial, era un ser amado, como el otro chico que trabajaba en fábrica en una empresa contratista dentro de Ternium.”
“Todo el circo lo hizo la policía, no se escuchó sirena de policía ni de ambulancia, han corrido cuerpos y han corrido motos, a los vecinos los metieron a todos adentro de sus casas, no dejaron ayudar. Hay videos y fotos de los chicos tirados. Es más, cuentan algunos testigos que ayer fueron a amedrentarlo, qué casualidad que el jefe de la policía local al otro día lo pasan a la Departamental.”
La madre de Ulises
Ulises se levantó el domingo a las 4 de la mañana porque a las 6 entraba a trabajar hasta las 18: 00 horas, en una empresa contratista dentro de Ternium. Tenía toda la fuerza de un pibe de 25 años y el sentido de la responsabilidad que le dio su hija de un año y medio.
“Ese día llegó de trabajar a las 19 horas y me dice si se podía juntar a tomar unos mates y luego comer con algunos amigos en el quincho de mi casa, chicos que son de alrededor, vecinos. Con Ulises se encontró porque había venido a visitar a una amiga que vive cerca de mi casa”.
“Tipo 3 y 15 de la madrugada salieron a buscar unas cervezas. Yo no me quise acostar a dormir hasta que volvieran. Como no regresaban a las 7 y 30 de la mañana llamé al Hospital para ver si había entrado algún herido de moto y me dijeron que no había ingresado nadie, llamé a la comisaria pero nunca me atendieron. A las 9 de la mañana del lunes, me enteré por un diario digital que mi hijo había fallecido.”
“El accidente fue en calle Carbajo y calle Piaggio a 10 cuadras de mi casa. Uno de los patrulleros salió a perseguiros desde el hospital de zona norte y del lado de barrio Las Mellizas venía el otro móvil, cuando ellos ven que tenían uno atrás y el oro delante entran en barrio San Jorge, hicieron 2 cuadras cuando el tercer móvil que venía de frente les tira el patrullero encima porque ellos iban por su mano. Según la policía hubo persecución, pero nadie escucho el sonido de las sirenas. Según la versión de la policía es que el conductor de la moto hizo una mala maniobra y se choca el patrullero.”
“Queremos justicia porque el policía que manejaba el patrullero les tiró el auto encima y mató a los chicos. El fiscal nos dijo que una cámara anda y la otra no, se va a querer tapar todo, pero con Sandra no vamos a parar hasta que se haga justicia.”