El lugar de todos
Por Nicolás Pastocchi, @nicopastocchi
22.05.2020 La satisfacción de poder consagrarse como corredor de carreras en algunos casos, la de maratonistas en otros, también en triatletas, ciclistas o simplemente en caminantes para mejorar algún punto de nuestra salud, en nuestra ciudad tiene un gran punto en común. Las excepciones a ese lugar deben ser prácticamente nulas, porque todos y todas en algún momento pasamos por el Parque Rafael de Aguiar.
Antes del aislamiento preventivo obligatorio, allí se mezclaban día a día caminantes y ciclistas amateurs, con atletas de alto rendimiento que usufructúan sus paisajes como pista de entrenamiento. Las pasadas en velocidad se cruzaban con el paseo de familias completas en bicicleta, o los típicos fondos domingueros de los atletas comparten recorrido con la vuelta pedaleando de los abuelos.
Por eso mismo, a mas de uno se le escapó un lagrimón luego del derrumbe del camino interno del pasado fin de semana. La histórica bajante del Paraná produjo que San Nicolás deje ser un balcón al río, llegando a marcar una irrisoria altura de 20 centímetros y claramente, iba a tener sus efectos no sólo en la navegación y la pesca, si no también en nuestra naturaleza.
Esos casi 100 metros de camino que ya no están, le quitan a nuestra ciudad la posibilidad de acceder a un lugar privilegiado. Así lo afirma Florencia Armoa, una maratonista apasionada: “Me dio mucha tristeza cuando me enteré lo del derrumbe, podría decir que el parque es mi lugar favorito en el mundo, el cual frecuentaba a diario, tanto para entrenar como para aprovechar la naturaleza, es un orgullo para nosotros, ojalá lo reparen pronto para volver a disfrutarlo”. Por su parte, Hernán Moreyra, otro maratonista destacado e integrante del grupo “Parque Aguiar Corre” consideró: “La reserva natural de San Nicolas es muy envidiada por otras ciudades y me generó una sensación amarga ver las imágenes, porque es el lugar donde entrenaba todos los días y mucha gente transitaba habitualmente, pero seguro pronto se irá a reparar”.
Ludmila Martinez, una de las atletas de elite de la ciudad señaló que el Parque “siempre es muy golpeado, o por las inundaciones o por la bajante, nunca pensé que podría tener esta magnitud, es muy triste”. Luego, Martínez destacó: “Es un lugar único, hermoso, para los que entrenamos, muchas veces saliendo por la mañana sentía que estábamos solos, el parque y yo. Vi que Manuel se ocupó rápido, ojala se solucione y que llegue el agua para volver a la normalidad”
Por la misma línea fue la triatleta Dafne Koskiniotis: “Tanto para mí, como para muchos deportistas, el Parque Aguiar es una pasión. Nadie sabe mas de nosotros los que vamos a entrenar que esos caminos. Hasta me han visto hacer pasadas llorando, agotada visualizando una llegada. Cuando vi las imágenes no lo podía creer, sentí una tristeza terrible. Me alivió que el Intendente se ocupe rapidísimo, porque queremos volver con todo, a seguir entrenando cerca del río”.
Por su parte Fernando Marconi, atleta desde hace más de 20 años sentenció: “Generalmente corro sólo y por esos lugares, me da mucha nostalgia ver las fotos, guardo muchas cosas en la memoria. Fue algo que pasó por cosas de la naturaleza, pero que el hombre puede prever. Cuando vi como quedó, no lo podía creer, está muy abandonado, espero que lo puedan arreglar rápido, tengo fe que así va a ser”. Mientras que la triatleta Carolina Dell´Orefice también afirmó algo similar: ““Fue una tristeza terrible ver eso, no sólo por el deporte, si no por todos. Por lo que significa el Yaguaron para la ciudad. Cuando vi las fotos no lo podía creer. Ya me preocupaba cuando veía el Saco seco y ninguna autoridad hacía nada al respecto”.
Federico Rovea es triatleta y es el quien lleva adelante el “De Fondo Running Team”, que nuclea varios atletas especificó: “Desde el lugar del deportista sentí una tristeza grande, porque los que corremos lo usamos desde hace mucho. Desde que lo mejoraron es hermoso, es impagable entrenar ahí. No todas las ciudades tienen la chance de tener un lugar así para ser aprovechados, por todos, ciclistas, triatletas. Son cosas de la naturaleza, no sé cuánto tiempo llevará ponerlo en condiciones, es una obra grande que hay que hacer. Ojalá sea lo antes posible, porque es un lugar que no sólo usan los nicoleños, sino también los que vienen a pasear a la ciudad”.
Sandro Bordoni, además de ser atleta, está a cargo del grupo “Ke-Ñatas” compuesto por un gran número de runners y con pesar, ilustró: “Para mí es como ver caer mi escuela ahí aprendí a correr, dónde salgo a vivir mi vida deportiva, también la gente que anda, pesca, pasea, ahí te encontrabas con todos. Aunque haya otros lugares para correr, es muy lindo ver la fauna del lugar, el río, la laguna, las barrancas. Amo el Parque Aguiar, lo he visto inundado, seco, devastado. Ahora quiero verlo florecer”.
Otro destacado atleta nicoleño, como lo es Nicolás Alegrette señaló: “Con mi compañero Mario Sciutto entrenamos ahí de lunes a viernes, me impactó mucho, me dio tristeza ver las imágenes. Ojalá podamos volver rápido a correr por esos paisajes tan hermosos del Parque, que hoy en día puedo decir que es mi lugar en el mundo. La intendencia tome acciones rápidamente para repararlo, ese es mi deseo”.
Finalmente, Gabriel García, integrante de la comunidad de ciclismo Fénix Cicloturismo y habitués del Parque indicó: “Se generó una gran desazón en el grupo, puesto que para muchos es su lugar de esparcimiento, el espacio para ejercitarse, entrenar o desconectarse de lo cotidiano”. Y además, dejó picando una cuestión a analizar para lo que viene: “Nos llevó a pensar cuan seguro será el recorrido de ahora en más, puede quedar resentido. Desde el grupo esperamos que se tomen todos los recaudos” analizó García.
Como queda demostrado en las palabras de quienes casi a diario pasan (o pasaban, antes de la cuarentena, claro está), es que el Parque Aguiar es importante, fundamental para todos en la ciudad. Atletas, ciclistas, caminantes o simplemente un lugar de desconexión con la naturaleza a merced de quien lo necesite. Lo esperamos con los brazos abiertos