El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que el superávit fiscal necesario para enfrentar su pago “no es económica ni políticamente factible”, y reclamó una “apreciable” quita a los acreedores privados.
Argentina firmó, primero en junio, y luego en septiembre del 2018, sendos acuerdos con el Fondo, por el cual el organismo le ofreció créditos por unos 53.700 millones dólares, de los cuales desembolsó de manera efectiva 44.000 millones dólares hasta julio del año pasado.
Foto: Ministro de Economía Martín Guzmán
Una delegación del Fondo se entrevistó desde el miércoles pasado con distintos ministros y funcionarios argentinos, para elaborar este informe, con vistas a re financiar esta deuda, que es solo una parte de lo que debe el Estado argentino.
Como resultado de esos encuentros el FMI destacó el deterioro de las cuentas públicas y la situación económica a partir de julio del año pasado, cuando hizo la última revisión del programa financiero.
“Específicamente, nuestra visión es que el superávit primario que se necesitaría para reducir la deuda pública y las necesidades de financiamiento bruto a niveles consistentes con un riesgo de re financiamiento manejable y un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible”, aseguraron los técnicos.
Además, consideraron que “se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”.
El FMI no da cuenta de cuánto debe ser esa quita, pero apuntó a la “importancia de continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda”.
Las palabras del Fondo se conocieron 24 horas después de que su directora gerente, Kristalina Georgieva, adelantara que el organismo multilateral “está replanteando las recomendaciones de políticas para mercados emergentes”.