(Por El Lonja)
Sigue llorando el tango
y en la esquinita palpita
con su dolor de fango
la calesita.
(La calesita, de Catulo Castillo)
21.11.2019 La operación retorno está en marcha. Todo lo que hemos dicho en estas columnas durante la campaña y pudo haber generado dudas o desconfianza para algún sector del kirchnerismo paladar negro, hoy es un hecho: la familia Passaglia quiere volver al peronismo. La llave de ese acuerdo, no se encuentra en nuestra ciudad, pero tampoco es ajena a lo que pase en ella.
Por estas horas, ambos espacios no dudan en confirmarlo: el primer paso lo dio Ismael. Fortalecido por el resultado de la elección local pero asustado por el futuro escenario de gobernar el distrito siendo oposición al gobierno nacional y provincial, tuvo que iniciar los primeros gestos. No se anduvo con chiquitas el doctor y habría ofrecido conformar un ejecutivo municipal con varias figuras claves de La Cámpora, cosa que no sucedió siquiera en el período 2011-2015,donde hubo convivencia pacífica dentro del FPV. Además, habría puesto el sillón de la calle Pellegrini a disposición del FdT para 2023 . Del otro lado, la próximamente ex senadora habría consultado vía 011 y la respuesta fue contundente: “no es el momento”.
Les muchaches de La Cámpora saben perfectamente que el tiempo corre a su favor en la negociación. Por estos días -y hasta después de la asunción de Alberto y de Axel- se sucederán reuniones constantes donde la discusión principal tiene que ver con el reparto de los diferentes lugares estratégicos que ocuparan los espacios políticos que conformaron el Frente de Todos dentro del Estado provincial y nacional. La suerte de Cecilia Comerio, en parte también depende del lugar que encuentre dentro de esta nueva composición del Estado. Sumar a los Passaglia en este momento significaría abrir su participación en esta discusión, y al momento va a ser difícil conformar con la porción ofrecida incluso a los que ya están sentados en la calesita. Por otra parte, Cecilia Comerio ya está avisando a los propios que todo lo que venga de provincia pasará por sus manos, situación que no aliviará el peso que significa cargar con la cruz de la derrota de octubre. No habla muy bien de la senadora andar anunciando estas cosas, inclusive entre los propios. Los tiempos donde los recursos del Estado se dividían y enfocaban según los intereses de “la orga” lejos están de pertenecer a lo mejor que nos dejó el kirchnerismo. Cuando en parte se habla de volver mejores, se habla de evitar ese tipo de construcción, más parecida a los comisariados políticos del gobierno de Stalin que a las mejores tradiciones peronistas. Alguna vez, un camporista nicoleño ofuscado por las roscas internas y relajado por el efecto de un buen tinto en damajuana, le confeso al Lonja: “somos una agrupación de alcahuetes Lonja. Nacimos para contarle a Néstor si los intendentes hablaban mal de Cristina o tomaban cafés con ruralistas. Nunca superamos esa etapa, porque muchos de nuestros dirigentes siguen creyendo que mean agua bendita y después de diez años ya nos conocemos todos” (sic). Para enfrentar el tremendo bloque de poder que va a condicionar a nuestra patria en la etapa que viene, vamos a necesitar una construcción política superior a la conseguida en los últimos años del gobierno de Cristina.
A nivel local, estas discusiones sobre los cargos provinciales y nacionales en juego, tienen ocupado a más de uno, sobre todo porque saben que Cecilia quedó al frente de esas negociaciones y mantiene cierto poder de veto. Estamos hablando de la voluntad de ocupar lugares claves en organismos como el puerto, delegación del Ministerio de Trabajo provincial, delegación del ANSES, PAMI, Acceso a la Justicia, SIC (dependiente en parte de Desarrollo Social de Nación), delegación del Ministerio de Trabajo Nacional (acéfalo desde que asumió Cambiemos en 2015). Estos son los momentos, donde se comprende el apoyo que recibió la candidatura de Cecilia post PASO. En aquel momento los muchachos sabían que era casi imposible que Comerio diera vuelta la elección, pero también llegaron a la conclusión que era igual de imposible que Macri y Vidal dieran vuelta sus respectivos resultados. Para poder estar en la discusión de los lugares que hoy se están disputando, no podían cargar sobre su lomo el peso de no haber hecho campaña por la candidata local. Ahora esos gremios, agrupaciones y dirigentes se encuentran sentados en los caballitos de la calesita, esperando atrapar alguna sortija. Y habrá que estar atentos con aquellos que se queden con las manos vacías.
Por su parte, Cambiemos deberá arreglárselas para mantener la mayor cantidad de fichas posibles después de diciembre. Poder constituirse como una oposición fuerte y no quedar debilitades por la fragmentación a la que apostará el Albertismo, no es una excursión fácil durante los primeros 6 meses. De esto sabe el kirchnerismo, que entre diciembre de 2015 y marzo de 2016 perdió más de un aliado y tuve que navegar aguas arriba en todas las Cámaras. En el orden local, sabemos que el PRO como partido nunca pudo hacer pie, y en definitiva la pata que sostuvo Cambiemos en la ciudad fue el radicalismo, escondidos detrás de la sombra de la familia Passaglia. También el radicalismo nicoleño se encuentra en un proceso de recambio, y ya hay rumores que apuntan a Julio Pascualin como próximo presidente del partido, fiel a la costumbre histórica de los radicales de no tener nunca como primera opción a las mujeres para ocupar cargos de relevancia. Se da a nivel nacional, pero también en el local histórico de la calle Mitre, que las mujeres radicales más conocidas y respetadas son aquellas que se escapan del partido a tiempo. Una característica patrialcal que arrastran desde siempre les correligionaries. Basta recordar que es el único partido que abrió sus puertas al debate sufragista recién después que el voto femenino fuera una Ley ya aprobada. Clotilde Sabattini fue una de las responsables de esta apertura, hija de un caudillo radical de primera línea, Don Amadeo. Así las cosas, Cambiemos en nuestra ciudad tendrá unos días agitados, donde tampoco nadie sabe que rol cumplirá la senadora vitalicia que tiene nuestra ciudad, la Dra. Elisa Carca. Dirigente de origen radical, hasta ahora responde a Elisa Carrió quien ya anunció su retiro luego de venir a la ciudad a hacer campaña a favor de su candidata y en contra de la familia de la calle Pellegrini.
Así las cosas, los meses del próximo verano serán tiempos de negociaciones y rumores. La polarización propia de la campaña entre cecilistas y manuelistas poco a poco se va diluyendo y los gestos abundan. Será una cuestión de tiempo y de maduración. Como dijimos siempre en esta columna, esa discusión no era más que una interna peronista encubierta. Claramente hubo un ganador en las urnas, pero ahora es el tiempo de la política, donde a veces no gana quien más votos tiene.