Relatos de abuso: “No vas a decir nada porque te mato”.
Cuando Sara Neri tenía ocho años, sufrió un abuso por parte de su tío , quien también habría abusado de su sobrino . En ambos casos hay denuncias realizadas en fiscalía. Durante el cuerpo de la nota se podrán leer testimonios que la propia víctima pidió que se transcriban, tanto la identidad de familiares como así también los trastornos emocionales por los que actualmente está atravesando. Sara Neri es el rostro de otra cantidad de hombres y mujeres que cargan con el dolor en los insoportables márgenes del silencio, sea por miedo o falta de asesoramiento. (por cuestiones legales omitiremos los nombres del acusado y del segundo caso, no así el de la joven , mayor de edad,que solicitó ser nombrada)
El segundo caso es un padre que encarna la impotencia que sufre como su hijo, la difamación y la calumnia de sus propios familiares. Por esta razón los siguientes relatos trascienden la terrible experiencia macabra de los abusos, sino que también son la historia de una mujer valiente dispuesta a sanar su alma, donde el sentido de la justicia cumple un papel fundamental para las víctimas, que pretenden trepar hacia las posibilidades de la sanación. (El acusado se encuentra detenido/internado por otra causa )
Sara Neri
I
“Tenía nueve años cuando entré a la habitación de mis padres, media ahogada, medio cayéndome. “No puedo respirar, me falta el aire, siento que me voy a morir” les decía. Enseguida me llevaron a la clínica. Desde ese día siguieron asaltándome esos episodios, los doctores me decían que era emocional. Cuando tenía dieciséis años el cardiólogo me dio unos fármacos llamados Alplax pero no los tomé, no me convencía la idea de tomar pastillas. Dijo el cardiólogo que porque tengo una falla en una válvula del corazón y al comienzo de todos estos episodios, pensamos que era ese el problema. Pero hace unos cuatro años estos ataques de pánico donde me falta el aire y sentía que me iba a morir, comenzaron a ocurrir más seguido. Cada un mes, después una vez por semana, luego tres veces por semana, luego comencé a no poder dormir por la noche, envuelta en sensaciones feas, con el pecho estrujado. Me dormía cuando llegaba el día o escuchaba algún ruido en la calle o en la casa, cuando me sentía al cuidado de alguien”.
II
“A los ocho años fui por primera vez al psicólogo porque tenía miedo de dormir sola, recuerdo que hacia dibujos. Luego se me pasó y hace unos años otra vez volvieron los episodios, así que volví a pasar por varios psicólogos. Hasta el día de hoy hay veces que debo dormir con mis padres. En una oportunidad llegué a terapia con un psicólogo que es de la escuela de la Gestal, a la vez también hacía una terapia alternativa con energías. Me acuerdo claramente haber llegado a la primera sección de estas terapias alternativas y la mujer me hizo una pregunta:
-¿Por qué te vestís así con tantos colores y ropa suelta?-
-La verdad, no sé-
-Mirá acá tenes dos caminos, el largo o el corto, hacer el proceso o vas al grano-
A todo esto ya había experimentado lo que se llama “una regresión” con mi psicólogo y en esa regresión vi que mi tío abusaba de mí, él es hermano de mi padre. Vi todo el recorrido, desde donde iba a donde me llevaba, la amenaza y que mi tío me tiraba del pelo en la puerta de la casa de mi abuela. Vi todo como en una película, el momento, el antes y el después. Que mi tío me pegaba es todo lo que recordaba, un día se lo pregunté a mi mamá, me dijo que no y que desde ese día ella sabía que algo más había pasado, pero que nunca me dijo nada porque era una suposición de ella. El cuerpo me gritaba que lo hable, que hable el abuso, que lo saque para afuera. No sé por qué lo reprimí, lo bloqueé y jamás lo hablé con nadie. Pero una tarde volviendo de la terapia le conté a mi madre y desde ese día mi vida cambió para siempre. Actualmente estoy como si estuviera en mi peor y en mi mejor momento a la vez. En mi mejor momento porque descubrí todo lo que me pasaba y en mi peor momento porque lo que me pasó es una mierda.”
III
Desde que afloró en mi mente lo ocurrido, es algo que veo todos los días y esas palabras que me retumban incesantes “no vas a decir nada porque te mato”. Me cruzo con personas y veo a mi tío, lo sueño infinidades de veces, sueño el hecho, que salgo corriendo, lo veo a la hora de relacionarme, a la hora de querer ir a un lugar y no poder porque me siento mal. Pero entiendo y acepto que es parte del proceso. Por recomendación de mi psicólogo empecé el psiquiatra hace tres meses, porque después de descubrir lo que me pasaba y la raíz del problema, igualmente seguía con los síntomas del ataque de pánico, la falta de aire, las palpitaciones, no poder dormir de noche. Primero me hizo unos análisis hormonales y me dieron todos mal, me explicaba que se debe a que ciertas hormonas no se producen más en mi cuerpo, debido a un stress postraumático. A raíz de esta falta de hormonas se produce la ansiedad, el pánico y lo ciertas fobias que comenzaron a abordarme ahora y que antes no me pasaba, por ejemplo no poder compartir un vaso con alguien, desconfiar de todos o pensar que me van a hacer algo. En conclusión el psiquiatra me dio dos pastillas, que aunque no me guste la ida de tomarlas, me son necesarias, una es para dormir por la noche y la otra para la ansiedad.
IV
Mi familia ya me lo había sugerido y luego tras charlar con mi psiquiatra y mi psicólogo, me decidí a realizar la denuncia. Cuando salí de fiscalía parecía que me había sacado mil quilos de encima. Me vine contenta porque pensé que la justicia era justa, incluso me llamaron y tuve la charla con la psicóloga, también declaré y amplié la denuncia, hasta fueron a declarar mis testigos. Luego quise ir a ampliar nuevamente la denuncia, porque hace menos de un mes me intimidó un pariente de la pareja de mi tío. Yo salía de mi casa y este hombre frena en el auto por boulevar Falcón, espera a que yo pase y me saluda. Sigo caminando por el boulevar y cuando llego a calle Italia el auto estaba frenado esperando de nuevo a darme el paso y me seguía saludando. Cuando lo miro confirmé que era el pariente de la pareja de mi tío, luego gira por el boulevar y va a la par mía saludándome y mirándome. Entonces fui a Fiscalía a hacerle la denuncia a este hombre y me dijeron que no podían tomarme la denuncia porque no había pasado a mayores, que no era un delito, eso me dijeron. Mi madre fue a Fiscalía y se dio cuenta de que mi abogado Sebastián Stelzer , otorgado por la misma fiscalía, tampoco estaba enterado, ni del hecho ni que había ido a ampliar la denuncia. Vale aclarar que este pariente de la pareja de mi tío que me intimidó, llamó por teléfono a mi padre diciéndole que no había sido su intensión intimidarme. También hay otra cuestión, uno de los hermanos de la pareja del abusador trabaja en fiscalía como Coordinador en Asistencia a la Victima. De hecho cuando voy a hacer la denuncia por primera vez, me dicen que él no me la puede tomar porque es familiar de la pareja del denunciado, entonces me toman la denuncia en la misma fiscalía pero en otro lado. Hace unas semanas mi tío le manda una carta a mi padre desde un Centro de Rehabilitación, él fue acusado por venta de drogas y lograron sacarlo del penal y que vaya a un Centro terapéutico. En esa carta mi tío le dice a mi padre que lo extraña, le pregunta por qué no lo va a ver, que está triste, que lo que sea que le haya hecho no lo iba a hacer más porque cambió. Entonces nos entra la duda ¿estará enterado de la denuncia? Así que el padre de un amigo que es abogado y fue juez a averiguar y nos enteramos que la esposa de mi tío, había mandado una carta, una suerte de exposición diciendo que mi tío no se podía enterar de la denuncia porque está bajo tratamiento de adicciones y al enterase le podía hacer mal a su recuperación, por ende no lo notificaron que yo lo denuncié. Hasta el día de hoy mi tío no sabe nada.”
V
La denuncia la hice el 8 de agosto de este año, pasado un mes y medio escribí en el Facebook lo que me está pasando, lo que me hizo mi tío. A raíz de esa publicación se contacta conmigo otro hermano de la esposa de mi tío y también hermano del que trabaja en fiscalía en Asistencia a la Víctima. El me confirmó lo que yo sabía de oídos: que el acusado también había abusado de su hijo, es decir de su propio sobrino, que en ese entonces tenía 5 años. Su padre también hizo la denuncia hace diez años atrás, pero si pedís la denuncia no está en fiscalía pero el padre tiene la copia correspondiente de esa denuncia, incluso le hicieron las pericias y dio que era positivo. Cuando fuimos a la UFI 3 a preguntar por la denuncia, nos dijeron que no tenía antecedentes, así tal cual. el padre del niño no se habla con su familia a raíz de este problema porque no le creyeron ni a él ni a su hijo.”
Antes de hacer la denuncia intenté comunicarme con la esposa de mi tío, quería avisarle que iba a denunciar pero no hubo respuesta ni voluntad de concretar ese encuentro, así que fui y lo denuncié. Después su mujer me manda varios mensajes y me dice por qué denunciaba ahora y si no me daba cuenta que perjudicaba también a sus hijos, también me escribió que el acusado puede ser lo que sea pero eso no y que yo tenía una relación afectiva con él, cuestión que no es así. Nunca tuve una relación de tío y sobrina, porque desde que tengo uso de razón, mi madre siempre me decía que no vaya a la casa de él o que no esté sola con él, pero por miedo a que me ponga droga o me mande a llevar droga, no por sospechas de abuso. Yo le contesté que lamentaba que ponga en duda lo que me había pasado, que realmente no conoce al acusado y que quería comunicarme con ella para advertirle sobre la denuncia, justamente por sus hijos, es decir por mis primos. Esto te lo digo a grandes rasgos, los mensajes tal cual están expresados los adjunté a la denuncia en fiscalía.”
Queremos lograr justicia por mí, para la otra víctima y para las familias que destruyó a partir de lo que nos hizo mi tío.”
El padre de la segunda víctima
I
Cuando mi hijo menor tenía 5 años su tío, esposo de mi hermana, abusó de él. Creemos que fue esa única vez y nunca más. Mi hijo hoy está bien porque nosotros reaccionamos enseguida, tiene una vida normal. Durante la etapa de la escuela primaria mostró algunos desajustes y estaba siempre en el gabinete, le costaba concentrarse. Entonces fui a la escuela y conté a las autoridades lo sucedido. Luego en la escuela lo contuvieron muy bien.
Los sábados yo lo llevaba a la casa de mis viejos a comer para que tengan relación con ellos, también iba la familia, los que podían se quedaban a comer ese día, siempre variaba. Yo los dejaba y me volvía a mi casa con mi mujer. Mientras cocinaban charlaban, casi siempre estaba mi hermana con el acusado, todavía no tenían hijos. Ese sábado los voy a buscar como a las cuatro de la tarde y apenas llegamos a mi casa, mi hijo menor entra y se dirige enseguida a hablar con la madre y se pone a llorar. Luego viene la que en ese entonces era mi pareja y me dice que el nene tenía algo para decirme. Me cuenta que su tío le había bajado el pantalón, que le había metido mano en el pantalón, que le había toqueteado el pito, que le subía y bajaba el pito, a esto lo declaró en las pericias psicológicas.”
II
Hace 15 años que estoy peleado con mi familia, para colmo son todos abogados, mi padre, mi hermano que trabaja en fiscalía, mi hermana la pareja del abusador también es abogada. La clase media es de ocultar estas cosas para salvaguardar el apellido. Hace unos días fui a hablar con mi madre para avisarle que iba a prestar testimonio para esta entrevista. Mi madre finalmente reconoce que yo y mi familia teníamos razón, pero le espantó la idea de la entrevista.
Madre -Te reconozco que es así como vos y tu familia lo decían-
Martín -Ahora me lo decís mamá, después de comer mierda 15 años-
Con mi padre no se puede hablar porque es un tipo duro, varías veces nos estuvimos por agarrar a las trompadas, no me extraña que haya intimidado a Sara por boulevar Falcón, a mí me ha amenazado las veces que lo agarré a las trompadas al abusador, cada vez que lo veía, lo agarraba a trompadas. De hecho yo hice la denuncia después de un episodio de violencia en el que me quiso pasar por arriba con el auto, denuncié ese hecho y denuncié el abuso a mi hijo, sucedido hacía dos años atrás en el 2005. El muy cobarde un día fue a buscarme con un matón a la salida de la escuela de los chicos, me decía que vayamos a una plaza a pelear, imagínate si iba me agarraban entre los dos, incluso después averigüé y el tipo era un profesor de taekwondo que vivía cerca del tiro Federal en zona norte.”
III
Después tengo entendido que hay dos casos más. Yo me dedico a arreglar computadoras, un día fui al negocio de siempre a comprar una computadora y veo arriba del mostrador un papel con un nombre: el de mi hermana. Entonces le cuento lo que había hecho su esposo con mi hijo y el comerciante me dice que sabía y me cuenta dos secuencias de abuso aparte de la de Sara y mi hijo menor.
Mi familia siempre me trató de loquito, que el loquito era yo, como conclusión te puedo decir lo que le dije a mi madre: me hubiese gustado que tanto la justicia como mi familia, nos crean antes para que esto no le hubiera sucedido a otras personas.”