La ciudad de las tres A. Por El Lonja
(…) Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor (…)
Juventud, divino tesoro. Rubén Darío
22.09.2019 Más de uno sostiene que El Lonja es un nostálgico de la primavera política nicoleña de los olvidados ochentas. Tengo la esperanza que no. Pero a veces estoy a un paso de suscribirlo.
Hace unos días, fui a su encuentro en búsqueda de una charla que pudiera dar letra a la nota que prometió escribir hace dos semanas. Empezó quejándose por la bajante del río y divagando sobre la posibilidad de un apocalipsis. Luego, mientras él preparaba el mate de rigor, se dio más o menos este dialogo que de memoria transcribo:
El Lonja: Jóvenes. Lo único que me da esperanza de esta elección es que todas las listas llevan candidatos jóvenes.
Escriba: Candidates.
El Lonja: ¿Seguís haciéndote el progre cuando escribís? (devolvió la chicana rápido de reflejos).
Escriba: ¡No empecemos Lonja! ¿Qué tiene que ver que sean jóvenes?
El Lonja: ¿Sabes qué edad tenía El Negro José María cuando gano la intendencia en 1983? 38 pirulos. Sabes cuantos tenía el candidato radical de esas mismas elecciones, José Luis Lasalle? 31 añitos, tenía pelo y era de color negro, pibe. La juventud siempre es una ventaja cuando se está disputando poder, sobre todo en una ciudad del tamaño poblacional de la nuestra. La mayoría de los que están en las listas que vamos a votar en octubre, tienen treinta años de política por delante. No todos van a ser intendentes, pero va a ser la generación política de las próximas décadas, como todavía andan levitando algunos jetones del alfonsinismo y la renovación peronista. ¡En el café Augustus dicen que quedan algunos como si fueran especies de un museo! (ríe a carcajadas, aunque muchos sean sus amigos o justamente por eso).
Escriba: ¡Andaaaa! ¡Siempre con la misma canción Lonja! Vine a hablar de algo serio. ¿Escuchaste que Ismael Passaglia habla de la San Nicolás de las tres P?
El Lonja: En los 80’ se hablaba de la ciudad de las tres B.
Escriba: Y daaale con la nostalgia. ¡Para un poco Lonja!
El Lonja: Ahora que lo pienso…. ¿Tendrá que ver con esto de papa, papa y más papa el concepto?
Escriba: En serio Lonja, me estás haciendo perder el tiempo. Sabes que después el administrador se la agarra conmigo.
El Lonja: Mira pendejo, no tengo idea que carajo es eso de las tres P. Pero te voy a repetir por enésima vez lo mismo. La historia de esta ciudad, se resume en tres A. Acuerdo, Acero y Agrotóxicos. La ciudad de las tres A y punto.
Se prolongó un silencio de isla, y preferí volver otro día.