San Nicolas News

Marita Trotti, crónica sobre una vidente

“También dije que iba a ocurrir otra más cerca de octubre, para mí contra la ex presidente” Marita Trotti

09.09.2019 Su historia de vida indica una capacidadpara la clarividencia, la cual estuvo positivamente intervenida con contactos extraterrestres, según sus propias palabras. La pobreza la azotó gran parte de su vida, de niña la rodearon acontecimientos sobrenaturales, los cuales eran comentados por las viejas y algunos sacerdotes del lugar. Con una capacidad innata para la comunicación, realizó programas de radio, estudió profesora de guitarra y cantó durante toda su vida. Los días domingo a las 20:30 horas, desde su cuenta de Facebook a través de un video, realiza para más de 1.000 seguidores el horóscopo predictivo para la semana. Los viernes a las 20:30 y bajo los mismos métodos, ejercita el Tarot y contesta pregunta para sus seguidores. Dicta su método de autoayuda llamado “Pienso y Siento” los días lunes a las 18 por la AM 980 LT Radio Victoria. Personalmente o a distancia hace lecturas de Tarot español, armonización con velas, hipnosis regresiva  o progresiva y terapia de control mental para obtener la felicidad. Escribió un libro llamado “Los celestes en mí”, que presentó antes personalidades destacadas de la cultura y la política en Entre Ríos y en Rosario, provincia de Santa Fe. Conocida y buscada por personas a lo largo del territorio, su fama comenzó a extenderse por diferentes puntos del país. San Nicolás News le trae una historia sorprendente, de la mano de un ser humano sorprendente, donde al finalizar la última oración, puede a usted lector cambiarle la vida.

Una de las grandes pasiones de los periodistas que nos dedicamos a la gráfica, es contar historias contaminadas de matices, de contradicciones, muchas veces donde la lógica y la razón quedan al desnudo. La historia de Marita Trotti es una de esas historias que nos ponen cara a cara con lo sobrenatural. Mientras escribimos (digámoslo) vamos desasnando la duda metódica, la desconfianza, empuñadura que debemos esgrimir casi por mandato. Cuestión que desarmó completamente a este que escribe, cuando estaba con otra colega comentándole sobre la historia de Trotti y recibí un mensaje que decía exactamente así: “Lucas, cómo estás corazón, te me venís cada rato a la mente, ¿te anda pasando algo?, cualquier cosa escribime”. El asombro nos dejó mudos a los dos, había estado alrededor de unos 45 minutos hablando del tema. A partir de ese hecho, no tuve más que hacer lo que sabemos aquellos que nos dedicamos a escribir: pasar la noche en vela, entre café y cigarrillos, intentando narrar la siguiente historia, sin que la trama se aleje del género crónica y que por el contrario los vicios de la literatura, hagan olvidar al lector de que se trata de un hecho real.  A usted lector, a quien a la altura de esta introducción, sólo le resta acomodarse en el sitio más tranquilo de la casa y se permita el tiempo necesario, para leer una historia que puede cambiarle la vida.

Un sacerdote.

El Padre Baldomero miró el reloj y con un pañuelo se limpió el sudor de la frente. Con lentitud se abotonó la sotana y se calzó el sombrero. Antes de abrir la puerta de la iglesia, escuchó las chicharras cantar con fuerza. “El calor es impresionante” pensó, y al salir a la calle el sol le cayó encima con toda fuerza. Atravesó la plaza del pueblo desierto a las dos de la tarde. En la siesta el poblado parece incendiarse. El viento que viene del río, levanta el polvo seco de los campos y el ripio que une el pueblo con la ruta, se vuelve más peligroso con el embotamiento del calor. Por fin llegó a puerta de la familia Trotti. La niña María, a quien antes de nacer llamaban “Marita”, debido a la protagonista de un radioteatro, recién se había dormido. La mujer miró por la ventana y enseguida abrió la puerta. El cura se veía acalorado.

-Padre, qué hace a estas horas y con este calor, siéntese que le sirvo agua fresca- el hombre ingresó a la casa y tras bufar por el calor se sacó el sobrero.

-Hija, Cristo ha hecho peores sacrificios- se sentó. El calor le había pegado la sotana al cuerpo, hizo un leve movimiento hacia arriba para liberase las piernas.   Antonia le alcanza un vaso con agua, también se sienta.

-Padre qué lo trae por mi casa- lo dijo algo preocupada, sabiendo que el cura a tales horas, sólo realizaba visitas cuando el caso era urgente. El sacerdote fue al grano.

-Señora préstele atención a su hija-

-¿A qué se refiere Padre?- antes de responder tomó un largo trago de agua.

– Hay algo en su mirada, pareciera que quiere decirnos algo, dar un mensaje, nada malo por cierto- luego continuó.

-Es una chica distinta, abra los ojos- ante la confusión de la madre, le pidió que no le pregunte nada más, sólo que tenga recaudo de lo que le había apuntado. Luego se retiró.

-Nos vemos en misa – tomó el sombrero y se fue bajo el calor abrazador. La mujer se lo quedó mirando hasta que el cura se volvió un punto perdido en el horizonte.

Niñez y adolescencia.

María Antonia “Marita” Trotti nació el 14 de septiembre de 1964, un lunes a las 11:20 de la mañana en una chacra de Pajonal, distrito rural de Victoria, Entre Ríos, a 30 kilómetros de la ciudad. Única hija, con 3 hermanastros de un primer matrimonio de su padre. Su infancia no fue una de sus etapas más alegres. A los 6 años comenzó la primaria en la ciudad de Victoria y para que no viajase todos los días de la chacra a la escuela, sus padres la dejaron a cargo de su madrina de bautismo de domingo a viernes, a la cual no conocía.

“Mi madrina era una solterona de carácter agrio, austera en su modo de ser.”

Los primeros recuerdos que florecen de su conciencia, se remontan cuando gateaba para prenderse del pecho de su madre. Esa misma memoria registra los primeros sucesos paranormales a los tres años, sobre todo a la hora de la siesta.

“Veía personas dentro del dormitorio, aparecían de atrás del ropero y venían hasta mi cama, de alguna manera sentía que me consolaban, porque a mí no me gustaba dormir la siesta”. Marita recuerda la figura de esos seres que la acompañaron hasta los diez años: hombres y mujeres de mediana edad, de unos cuarenta o cincuenta años. Describe a las mujeres con vestidos largos como en una película de época. Afirma que al día de hoy, podría dibujar el rostro de algunos de ellos. También comenzaron a visitarla por las noches, en la habitación que compartía con su madrina. Una noche estaba muy cansada y debía levantare temprano para ir al colegio primario, ese día entendió algo fundamental.

“Estaba muy cansada y no me dejaban dormir, jugaban con las sábanas, la levantaban y la dejaban caer sobre mí. Como retándolos les dije que por favor me dejen dormir. Mi madrina prendió la luz y me preguntó con quién hablaba, los miré y se reían. Ese día entendía que sólo yo podía verlos. Nunca les tuve miedo y siempre los sentí una compañía.”

 

                                                             II

Marita tenía 10 años cuando un domingo, toda la familia decide ir a pasar la tarde a la isla: “con mis primos y sobrinos (tengo sobrinos de mi edad) fuimos a un ombú gigante y emprendimos viajes por un sendero que formaba el paso de las vacas. Los demás iban con zapatillas, yo iba descalza, por eso no iba por el sendero ya que estaba lleno de espinas y cardales. Llegamos a un ombú donde nos pusimos a jugar. Empezamos todos a trepar, en un momento escucho a uno de mis sobrinos llorar y cuando lo miro estaba cubierto de abejas, se había chocado un panal subiendo el árbol. Yo les grito a los demás pero se fueron corriendo a buscar a la madre del niño. Yo sin pensarlo agarré al nene del brazo, le saqué las abejas y pasé el cardal corriendo. La llevé tan rápido que lo picaron muy pocas abejas, pero lo más extraño de ese suceso fue que mis pies no presentaban ni una espina, ni ninguna lastimadura, pareciera que volé, tampoco me picaron las abejas”. A partir de ese día, las viejas del pueblo comenzaron a comentar por lo bajo que a la niña la rodeaba cierto halo milagroso.

Los dichos se asentaron aún más cuando la niña sale indemne de dos accidentes de los que era prácticamente imposible salir ilesa: “Iba sentada arriba de una sembradora, me caigo y los discos de acero de la máquina me pasaron por arriba pero no me pasó nada, apenas si me corté un poco la sien y  el brazo derecho. Luego en la casa de mi madrina vi un agujerito en el piso, jugaba alrededor y cada rato lo miraba. Hasta que busco a un vecino y le cuento. El hombre enseguida me advierte que no me arrime y va hasta el lugar. Con un palo largo, toca el agujero y se cayó gran parte del suelo: era un pozo ciego. Yo salté, corrí y jugué alrededor durante horas y el piso no se cayó”.

 

                                                            III

La etapa del colegio primaria había llegado a su fin, era momento de comenzar la secundaria. Una tarde Marita se acerca a su padre y le plantea el comienzo de clases. Su padre sin dejar de mirar una herradura puesta en la pata de un caballo le dijo:

-No hija, usted lo que necesita es un marido que la mantenga-. Marita era una excelente estudiante, incluso había sido abanderada del colegio primario a pesar de la angustia de vivir lejos de su familia y el trato austero de su madrina con la que vivía. Si bien el padre no la dejó comenzar la secundaría, continuó llevándola a guitarra. Había comenzado desde temprana edad a cantar y tocar la guitarra, incluso cantó y tocó la guitarra hasta los 14 años, en un programa de radio llamado “El club de los niños” en LT39. Después de dejar atrás su participación en radio, comenzó a dar clases de guitarra, ya que a esa edad había obtenido el título de profesora.

“Por aquel tiempo, al frente de mi casa, tenía una amiga que le gustaba incursionar en las ciencias ocultas. Con ella jugábamos a tirar las cartas y leíamos sobre ciencia ocultas. En un momento aumentó la concurrencia de otras chicas, porque se decía que yo acertaba todo lo sobre la persona a quien le tiraba las cartas. Otra cosa que hacíamos y siempre recomiendo no hacerlo es el famoso “juego de la copa”, si bien se necesitan mínimo tres o cuatro personas para mover la copa, yo la podía mover sola. Igualmente mi intuición me decía que no estaba bien, que no debía practicar ese juego y lo dejé de hacer”.

 

Una luz sobre la cama.

“Le dije a mi padre que quería tener un hijo de soltera y se espantó. Tenía 21 años cuando viajo a Santa Teresa y conozco a quien va a ser mi primer marido. A los 9 meses de conocernos nos casamos, no estaba enamorada pero lo quería muchísimo, yo quería tener un hijo sobre todas las cosas. Quedo embarazada, a los seis meses tengo un parto prematuro y la hija que nace muere a la hora de nacida. Fue un golpe tremendo.”

Después del traumático desenlace del embarazo, la pareja vuelve a su casa de Santa Teresa, donde se habían conocido, casado e ido a vivir en pareja. Marita hundida en una profunda angustia, buscaba un porqué a tamaña desgracia y sobretodo quería saber dónde estaba su hija y si existía vida después de la muerte:

“No tenía a quién preguntarle, una noche acostada en la cama donde lloraba en silencio, pedí al cielo una señal, quería saber si mi hija estaba viva en algún lugar. En un momento aparece una luz sobre la cama, flotando arriba mío y sentí que era ella. Luego me dormí profundamente. A la noche siguiente, más tranquila me pongo a pensar que si había vida después de la muerte, me gustaría saber cómo había sido yo en una vida pasada. Lo que hice fue empezar a relajar mi cuerpo, parte por parte. En un momento visualizo mentalmente una persona que estaba frente a un espejo, era un hombre pero era yo. En ese instante supe lo que había vivido ese hombre, vi una mujer detrás una vez que tiempo después la encontré rencarnada, entonces supe todo lo que había vivido esa pareja y entendí todo lo que yo había hecho mal en mi vida anterior siendo ese hombre que se miraba al espejo. Desde ese día he recordado en instantes de trance muchas vidas pasadas, incluso me he encontrado con personas que conozco desde antes, desde aquellas vidas.”

Queda embarazada de su segundo hijo, por el cual tuvo que pasar nueve meses en cama para que el bebé no corra riesgo. A los 10 meses del niño nacido, se mudan al medio del campo, al Distrito de Pajonal, su pueblo natal. Transcurrido un tiempo en Pajonal, Marita se separa de su primer esposo, pero es donde también le acontecen los hechos más extraordinarios, incluso se desata el fenómeno OVNI.

 El fenómeno OVNI.

“Cuando fuimos a vivir a Pajonal con mi primer marido, donde comenzamos una suerte de período de adaptación de tareas rurales, ordeñábamos por la mañana para hacer quesos. Hasta el día de hoy somos muy amigos, pero había diferencias que nos llevaron a la separación. Yo quería tener otro hijo y él no. Una noche se lo volví a plantear y me dijo que la cortara, que no quería tener más hijos. Esa noche lloré mucho y me dormí pidiendo que si alguien me escuchaba, me ayudara a convencer a mi marido de tener otro hijo.”

Sobre el pie de la cama se extiende una ventana de dos hojas, afuera explotaba la noche oscura del campo en Pajonal. A mitad de madrugada Marita se despierta y ve una luz que alumbra desde arriba de la ventana, la luz rebota sobre una cómoda y va a parar sobre su rostro que la despierta. Ni bien la percibe, la luz desaparece. Marita pensó que estaba soñando, no podía ser que desde afuera alumbraran, la casa quedaba en medio del llano rural. Cierra los ojos para tratar de dormir y siente que la luz la alumbra de nuevo. Esta vez la vio con claridad, comienza a despertar a su marido y la luz se apaga. Le dice que los están alumbrando desde afuera, que vaya a ver. El hombre toma una escopeta calibre 16 y sale corriendo. Vuelve y dice que no había nadie. Marita abre la ventana y ve que era una noche muy clara de luna. Notó que algunas nubes estaban rojizas y muy bajas. Notó que el perro estaba dormido al pie de la ventana del lado de afuera y que si alguien se hubiese acercado lo hubiera advertido con sus ladridos. Su marido le dice que se duerma, que es imposible que la alumbren desde afuera, porque la luz se dispersaría, no caería en forma de chorro, seguro que estabas soñando, le replicó. Lo cierto es que a los diez días del suceso, se hizo un análisis y estaba embarazada de su tercer hijo, contando la nena fallecida: Julián. Pero lo sorprendente sucede a los pocos meses del nacimiento.

“A los 7 meses de nacido Julián, veníamos viajando en un auto con mis padres y mi segundo hijo Nicolás, mi primera hija falleció a la hora de nacida. Mis padres iban adelante, mi madre cargaba al bebé y yo iba atrás con Nicolás, que llevaba un cuaderno. En un arrebato se lo pido, porque sentí una extraña sensación, como cuando se te pega una canción que mentalmente la repetís una y otra vez. Pero era una oración la que me perseguía, no me dejaba pensar. Comencé a escribir y a escribir, terminé llenando dos hojas. El escrito hablaba sobre las costumbres de otro planeta, lo escribí como si me lo dictaran. Pero no le di más importancia. Con el tiempo formaron parte de mi primer libro “Los celestes en mi”.

Pasan tres meses de aquel suceso de escritura espontánea, cuando la asalta un acontecimiento que ya no podrá dejar de atender, la marcará fuertemente para toda su vida y le revelará su poder.

                                                               

                                                                    II

“Una noche estaba haciendo dormir al nene en la cuna cuando siento que me elevo, que me voy. Pensé que me había muerto. Veo que mi cuerpo queda en el suelo pero yo me elevo. Lo más sorprendente es que nunca perdí la orientación de los puntos cardinales. Se hacía donde me elevé, me di vuelta y quedé parada frente a frente a un ser feo, que me miraba, el lugar era una especie de habitación redonda. Me habló con la mente y me dijo que no me asustara, me dijo cómo se llamaba, qué edad tenía y una frase. Esa noche no comí porque quedé muy mareada y aunque parezca una locura, tampoco le di mayor importancia, es como si negara los acontecimientos que me iba sucediendo”.

En la parte de atrás de la casa de Pajonal, se levanta un bosque de Acacias, inserto en el hay un excusado, donde va  siempre a fumar sus cigarrillos, velada a la vista de los hijos. Está hundida en pensamientos cuando comenzó a escuchar una voz que le hablaba. Y otra vez le habló y no era su ser interior. Enseguida pensó que se estaba volviendo loca. Pero esa voz le decía que no era ella. Entonces le pide una demostración, esta vez casi llorisqueando, el temor de estar volviéndose loca la angustiaba ahora. Entonces la voz le dice que vaya hasta la casa, a la biblioteca y tome un libro de la colección “Preceptor” que le había regalado su padre, los cuales había apenas ojeado. Le dice que vaya a tal tomo y a tal página, -Allí vas a leer sobre Atila, el rey de los Hunos-, le sugiere la voz. Así lo hizo, entre temblorosa y risueña, estaba convencida que iba a demostrarse que estaba volviéndose loca. Pero la conmoción fue grande. Todo coincidía, la página, el tomo y el título: “Atila, el azote de Dios.” Se impresionó, quedó sentada sobre la cama, la voz comenzó a operar nuevamente, esta vez Marita no se resistió, se dejó llevar: -Ahora ve hasta la biblia y buscá tal salmo, de tal versículo, en tal página-, replica esa voz en su cabeza:

“El ser feo que había visto cuando me elevé, me había dicho una frase, “el agua es la vida”, y en el versículo que busqué decía, “yo soy el agua de vida”. El versículo entero habla de eso del agua y la vida. Me dio un escalofrío y empecé a escuchar con más atención lo que me decía. A partir de allí, esa voz y otras me enseñaron muchas cosas que yo no sabía, que nunca me hubiese puesto a pensar y que cambiaron mi vida para siempre”.

                                                                 III

El intenso diálogo con esas voces duraron aproximadamente tres meses. Durante ese período Marita se separa de su primer esposo y también presenció hecho sobrenaturales. Una tarde las voces le hablan y le dicen que salga afuera de la chacra, que tenían un regalo para ella. Cuando está caminado por la galería, escucha los gritos del padre que la llama:

“Mi padre me grita que vaya rápido a ver lo que sucedía. En una fila de árboles había miles y miles de pájaros caracoleros, mi ave preferida que desde muy niña me gustaba observarlos cerca del mediodía volando en círculos, tienen un movimiento majestuoso. Todos gritaban mirando hacia la casa, yo me quedé pasmada y mi padre también, gran conocedor de la fauna sabía que el caracolero no anda en bandada, nunca había visto nadie tal cosa”.

El diálogo con las voces dejaba como resultado un ejercicio de escritura donde Marita Trotti plasmó símbolos y mensajes, tanto personales como universales, para la raza y el mundo. Esos mensajes se encuentran en su libro “Los Celestes en mí”, el cual presentó en Victoria, provincia de Entre Ríos y en el Concejo Deliberante de Rosario, ante la presencia de autoridades de la política y la cultura en ambas ciudades. El 10 de septiembre del año 2001 por la madrugada, una voz la despierta de sobresalto, siente la necesidad de escribir. Se levanta sin abrigarse, prende la luz, toma el cuaderno y escribe: “Los pájaros se estrellan por la luz”. Al otro día fue el atentado de las Torres Gemelas.

“Los médiums realizan esta técnica, canalizan mensajes por medio de la escritura automática, pueden recibir mensajes de personas vivas o personas muertas. A los mensajes con respecto al mundo, los iguala la idea de que debemos hermanarnos con el universo, que todos somos uno, es más o menos lo que dicen los Mayas, “yo soy otro tu”. La raza humana es una y estamos en el planeta para aprender y que la raza evolucione y que individualmente aprendamos a trabajar nuestras emociones hasta que podamos superarla y así iluminarnos, la conciencia individual y la conciencia colectiva. Debemos solucionar muchas cosas como raza y no le estamos dando importancia”.

Durante esos tres meses, las voces le enseñaron de todo, sobre la conciencia, los hijos, la familia, el cuidado y el funcionamiento de la mente y el cuerpo. El rumor corrió por el pueblo y la provincia como un incendio. Un buen día tocan a la puerta de su casa y se presenta un hombre, quien se había especializado en investigar casos como los de Marita Trotti. Marita no está segura, pero cree que el hombre trabajaba con Antonio Las Heras, un reconocido parapsicólogo. Lo hace pasar y el investigador la somete a una prueba. Verbalmente le hace una pregunta, Trotti empieza a escribir pero nota que la respuesta no era acorde a lo que el hombre le había preguntado. Le dice que lo disculpe y le pasa el papel:

“El hombre me mira y sonríe. Me dice que verbalmente preguntó una cosa pero mentalmente formuló otra pregunta y que era acorde a la respuesta. Me dijo yo quiero llevarte a Buenos Aires porque este tema hay que seguirlo. Le dije que no e hice un quiebre. No quería ser un conejito de Indias, yo quería criar mis hijos. Por la noche le dije a las voces que yo quería una vida normal, que me disculpen y que algún día iba a escribir el libro contándole al mundo lo que me había pasado. Así que le cerré las puertas a la parte de mi mente que conectaba con ellos, puedo abrirla cuando quiera pero sólo por algún encargue específico pero ya no quiero hacerlo, me quitan la vida.”

De todas maneras ese período le sirvió para desarrollar habilidades para poder leer las cartas y las manos, para sanarles la energía. Es lo que hace hasta el día de hoy. Pero hay unas preguntas que aún no se han contestado. ¿Quiénes son esas voces? ¿De dónde proviene y habitan?

 Las voces.

“Es tan grande el poder que tienen, que si se hubiesen querido imponer, no me hubiesen dejado cerrar el canal de mi mente que me comunica con ellos. El no hablar con ellos no me trae problemas, el único problema que tuve en mi vida fue la pobreza, a tal punto que hasta hace muy poco no cobraba ni un centavo y me pasaba el día atendiendo gente para sanar, que es el don que me quedó de aquellas experiencias. Pero llegaba el final del día y había veces que yo y mis hijos no teníamos ni para comer. Hasta que comencé a recibir retribuciones por mis habilidades.”

Marita Trotti considera muy importante a un suceso ocurrido en el Cerro De La Matanza, porque hubo un testigo. Estaba con quien luego será el padre de uno de sus hijos, apareció una luz y bajó hasta ellos.

“El primer ser que se comunica conmigo lleva el nombre de Acon, es de la galaxia de Andrómeda, pero también había de otros lugares que no pregunté porque sólo recibía y replicaba, no quería preguntar mucho. Solo una vez le pregunté cómo viajaban y me dieron una serie de explicaciones de cómo constituían sus naves. Fue muy tedioso y no entendí bien cómo lo hacían, había mucho lenguaje que desconocía. Una persona que está en el tema me dijo también que podía correr riesgos si sabía con certeza cómo viajaban, así que dejé de preguntar. Siempre me pregunté por qué me pasa a mí y simplemente me contestaron alguna vez que hay personas que tienen mayor poder que otros para escuchar con la mente y para visibilizar otras dimensiones. Son grises, chicos y grades, no son muy bonitos. Hay algunos que son seres de luz y son bonitos. A ellos los vi un día que me desperté y estaba hablando con ellos a los pies de la cama.”

Entrevista: mano a mano con Marita Trotti.

 ¿Existe Dios?

Me dijeron que sí, pero que no es el señor de barba como lo conocemos nosotros, pero sí que hay un creador.

¿Y cómo es?

Es una energía. No te castiga, te enseña a hacerte cargo de tus acciones a través de tu conciencia, hay errores que deben ser solucionados.

¿Hay vida después de la muerte?         

Creo que sí, pero la lógica y el miedo te hacen pensar que no. Las dos cosas son métodos del hombre: el miedo y la lógica. La muerte no existe, cambia de lugar, no hay muerte.

 ¿Cuál fue el mensaje que recibiste en relación al planeta que más te impacto?

Sobre su destrucción, pero hay otros también esperanzadores. Todos los mensajes que recibí se van cumpliendo.

¿Cuándo comenzaste con el Tarot?

A los 16 años a modo de juego, pero a atender gente de manera más profesional hará unos siete años.

¿Cómo percibís a través del Tarot?      

Hay dos maneras, una con el significado de las cartas y otra manera sintiendo a partir de las vibraciones del otro, los mensajes que te van llegando a partir de la clarividencia. Todos tenemos esta capacidad, me tocó a mí. Sobretodo colaboro para sanar.

 ¿Podes ver presente, pasado y futuro de una persona?

Sí, desde el momento del nacimiento. Me ha pasado que cuando tiro las cartas por primera vez a una persona desde el comienzo de su tiempo, las personas lloran. Pareciera que con esa tirada de origen, las personas sacan a flote una emoción muy arraigada y muy profunda.

¿Podes ver la muerte de una persona en el Tarot?

Sí, se ve perfectamente clara. Con sólo percibir no, sí puedo ver enfermedades que incluso la persona no sabe que tiene. Nunca le dije a nadie sobre la muerte, solamente una vez a una mujer que necesitaba saber cuándo moría una bebé que estaba sufriendo una enfermedad irremediable. Efectivamente murió el día que le indiqué.

¿Cómo es ver el futuro de las personas?

No es muy agradable ver el futuro, es la parte más complicada del Tarot, por eso cada vez que enseño a alguien que quiere tirar las cartas, le enseño a ser muy cuidadoso con las personas, a la persona sobre todas las cosas hay que cuidarla. E incluso decirle que el Tarot no es una certeza sino una posibilidad, incluso sabiendo que muchísimas veces se acierta de manera puntual. Somos seres humanos y nos podemos equivocar.

¿Nuestro destino está prefijado?

Nosotros no tenemos un único futuro ni destino, sino múltiples. Depende de cómo actúas mentalmente y físicamente a diario, es el destino que fijas. Cuando vos pensaste en algo lo creaste y te dirigís a eso. Lo bueno es que lo podemos modificar porque son elecciones.

¿Estamos preparados entonces para alcanzar lo que deseamos?

Por supuesto, la emoción es nuestro mayor logro, porque es energía en acción y si tu emoción va orientada armoniosamente en la misma vibración que la energía, es como un camino derecho a lo que se desea. Pero cuidado, tiene que estar en la misma vibración, yo sufrí tanto la pobreza que pedía dinero, dinero, dinero. La plata me llegó finalmente, pero al no estar en concordancia el pedido la voy a tener en mi cabeza, un stend sale 600 mil pesos, porque el 19 de marzo sufrí una neurisma hemorrágica como a Gustavo Cerati, en unas semanas me operan. El pedido debe ser claro y armonioso, para eso hay que educarse.

 ¿En qué consiste el método de armonización con velas?

Por medio de una oración y la vela específica para cada dolor o situación, se realiza una limpieza energética para que se abran los caminos y se destraben.

 ¿Y la hipnosis regresiva o progresiva?

Es un estado de relajación profunda, donde por medio de la hipnosis se puede viajar a vidas pasadas si es regresiva, hacia el futuro si es progresiva, siempre con el objetivo de solucionar conflictos.

¿Y la terapia de control mental?

Una técnica para educar la conciencia y manejar el inconsciente.

 ¿Cuál es mayor conflicto que tenemos los seres humanos?

No saber qué queremos y muchas veces creemos saber qué queremos pero son cosas que no nos sirven, porque no nos nutre.

¿Y cómo descubrimos el verdadero deseo que nos nutre?

El conocimiento de uno es lo más preciado. Muchas veces tendemos a analizarnos haciendo auto criticas que nos llenan de dolor y nos culpamos. Eso no es comunicarte con vos mismo, así nos oprimimos. Empecemos por escucharnos sin culparnos.

 Te escuché en una radio decir que después de las PASO iba a suceder un hecho malo para la sociedad y subió el dólar al otro día.

Y también dije que iba a ocurrir otra más cerca de octubre, para mí contra la ex presidente, puede que me equivoque claro.

 ¿Quién es Marita Trotti?        

Un ser como cualquier otro que vino al mundo con la tarea de ayudar, sanar  la energía y el dolor de las personas para que se sientan mejor, es mi meta en esta vida.

 

 Lucas Andrín.

San Nicolas News

Nuestras redes

Seguinos en Facebook, Twitter e Instagram y mantenete informado