“No hay vientos favorables para quien no sabe a dónde va” Séneca
30.06.2019 La semana pasada, divagando sobre la #SegundaSeccionElectoral hice referencia a las cuatro revelaciones en lechiguano. Todavía siguen las repercusiones de semejantes postulados, pero la mayoría de los comentarios recibidos son del siguiente tenor: “a quien le importa la segunda sección Lonja”, “lo que a la gente le importa es el sainete nicoleño”, “tenés que ponerle más sangre al asunto, es lo que se lee y la gente manda por whatsapp, te quedaste en el tiempo”. Perturbado por estos poéticos mensajes y después de días sin que el administrador de la página me contesté uno a mí, me puse a escribir estas líneas sobre el escenario electoral de nuestra ciudad.
Por estas horas debería ir terminando la gira mediática de catarsis, llantos y lamentaciones de los candidatos que han quedado afuera de las listas oficializadas en nuestra ciudad. El Lonja no es consumidor de este tipo de espectáculos, de la misma manera que prefiere no ir a los velorios. Finalmente, ha quedado un menú electoral limitado para nuestra ciudad y es el que dará sustento hasta octubre a este gran culebrón. De eso hablaremos en estas líneas, la política nunca deja de ser un salto al vacío.
JUNTOS POR EL CAMBIO y dos curiosos aniversarios.
Este año se cumplirán 20 años de la última vez que Ismael Passaglia perdió una elección. Corría el año 1999, a nivel nacional Menem jugaba a medias por la candidatura de Duhalde y el experimento de la Alianza venía a lograr el único objetivo que unía a radicales, peronistas de la diáspora, socialistas y comunistas: vencer al menemismo. San Nicolás fue por aquellos días, uno de los tantos batacazos que sufrió el duhaldismo en su propia cancha: Pedro Novau era elegido intendente de la ciudad obrera y peronista. El candidato perdedor tenía un apellido patricio, pinta de comisario de pueblo y era conocido por su gestión como director del Hospital San Felipe: Ismael Passaglia.
Veinte años después nos encontramos con Ismael como figura central de Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio. Su presencia política se centra en San Nicolás, pero se extiende a la Segunda Sección Electoral y a nivel provincial, como director del Instituto Provincial de la Vivienda. Su principal sostén político dentro de este frente electoral en la ciudad, son los mismos radicales que lo vencieron hace veinte años (en la lista de concejales se puede ver número cuarto a Don Julio Pascualin, quien para el año 99 era un exponente tardío de la generación de jóvenes radicales de la democracia y funcionario de la Alianza).
Esta vez la lista a intendente de la familia la encabeza Manuel Passaglia, que apuesta a poder sostener los votos de la elección de medio término de 2017 (apenas 7 mil votos menos que cuando su padre integraba la lista del FPV en 2015). En esa oportunidad la familia Passaglia pudo reemplazar sin problemas el voto kirchnerista que lo había acompañado en las elecciones de 2011 y 2015 por el voto radical anti K. La rara mutación de los votos de la UCR a nivel local y regional desde 2003 a la fecha, es un fenómeno tan extraño que al Lonja lo erotiza (se sabe que después de dos copas, el Lonja exacerba su fanatismo por el bipartidismo de los 80). Viene a cuento del segundo aniversario: en octubre se van a cumplir ya 10 años de la última vez que tuvimos en la ciudad una lista con el sello de la UCR. De allí en adelante, siempre el partido centenario integro distintos frentes electorales contra el peronismo kirchnerista, quizás el único rasgo ideológico que se puede reconocer a simple vista en el universo de sus votantes. Mal no le ha ido alos correligionarios: pagan un costo reducido por las políticas implementadas por Macri y Vidal, y mientras tanto cada dos años mantienen -y a veces crece- su presencia en las listas.
El oficialismo arriesga mucho en esta elección. Con todo el aparato de poder que ha acumulado en estos 4 años (Intendencia, presencia en la Cámara de Senadores provincial y la caja del Instituto de la Vivienda de Buenos Aires) pone en juego su corona de campeón. Eso no es poco en política y menos en un escenario donde la situación económica nacional golpea tan fuerte a la ciudad. En esta elección, la familia Passaglia renueva 8 concejales que ingresaron en la lista del FPV en 2015 más los 2 que entraron por Cambiemos y hoy son sus aliados. Un emprendimiento imposible de alcanzar. El desafío del heredero es en primer lugar, desvincular su gestión empresarial del estado local, de la crisis económica que han generado las políticas nacionales. En lo estrictamente electoral, está obligado a elevar los números de votantes jóvenes a su candidatura, el gran talón de Aquiles del macrismo a nivel nacional. No parece una tarea fácil en una ciudad que tiene una tasa de desempleo del 26% en el segmento de mujeres menores de 29 años. Sin embargo, la familia patricia se muestra confiada y los números de las elecciones de 2009 en adelante les dan argumentos. Para los Passaglia los noventa son un espejo, el neoliberalismo arrasó la estructura productiva de la ciudad a partir del año 90, sin embargo, llevó 9 años para que suene el escarmiento electoral. No es tan directa la relación, y hay un gran electorado que tiene una mirada vecinalista al momento de elegir intendentes. En los despachos del municipio se suele escuchar: “pavimento mata desempleo”.
FRENTE DE TODOS: Kamchatka ataca China.
Quien escribe, no tiene dudas que la candidata a intendenta por el Frente de Todos es quien más arriesga en este lío. Después de ocho años de ser senadora provincial, Cecilia Comerio patea el tablero y se juega a todo o nada. Del resultado de octubre depende seguir sosteniendo el lugar de centralidad que tiene La Cámpora en el armado peronista-kirchnerista local desde la partida de José María Diaz Bancalari (el Lonja suele pararse de la silla y levantar su copa en cualquier evento donde se lo nombre, ante la mueca gorila del progresismo presente). En las redes sociales pueden verse comentarios de militantes y adherentes a la senadora, resaltando su actitud de desprendimiento político, hay que ver si el gesto significa algo más en el plano electoral.
En favor de la candidata, hay que resaltar que la lista del Frente de Todos en la ciudad esta armada con un alto grado de generosidad. Tan generosos han sido les chiques que ganando o no las elecciones municipales, Cecilia Comerio no incorporara ningún concejal de su propio espacio al recinto. La pregunta es quien va a conducir a quienes entren después de diciembre, un gran desafío para Cecilia a quien ya le cuesta conducir a los tres que tiene.
La actual senadora es una de las 40 candidatas a intendentas mujeres que lleva el Frente de Todos a nivel provincial. Un número importante, el más alto si lo comparamos con el resto de los frentes electorales. Un dato que a futuro cambiara la fauna política de la provincia de Buenos Aires y bienvenido sea.
Por el momento, el Frente se debate entre la campaña y la calculadora. Si suman los votos a nivel local de Unidad Ciudadana y Alianza 1Pais (Massa) en las elecciones de 2017, estarían a menos de 2000 votos de ganar. Y si a eso le sumaran los votos que se llevó Randazzo en la ciudad ese mismo año (5028 votos), serían los ganadores de la elección. Es una gran tentación descansar en ese dato, ganar una elección a intendente es algo más que un ejercicio matemático.
CONSENSO FEDERAL. Garúa! Solo y triste por la acera…
El flamante espacio se debate entre la tercera vía y la marginalidad. Para los amantes de la democracia utópica, quiero decirles que esta es la única fuerza que tendrá internas en esta oportunidad. Veremos si tiene algún premio electoral. La lista de Gustavo Ouakim -presidente de la Liga Nicoleña de Futbol y siempre muy hábil para el salto en garrocha- competirá contra la de Roque Frangolini, un dirigente social un poco reñido con el electorado nicoleño. No ponen nada en juego, pero corren el riesgo de quedar devorados por la posible polarización entre Manuel y Cecilia. Bien por la incorporación de #FeministasEnLasListas, la Dra. Vargas le sube el precio a la lista.
FIT UNIDAD. En busca del primer beso.
Esta nueva versión del ya conocido FIT es un intento por lograr el primer concejal troskista de la ciudad. Para les fans de la historia bolchevique, nuestra ciudad ha contado con algunes concejales con larga militancia en el Partido Comunista. Sin embargo, no se ha dado aún el extraño caso de que el recinto cuente con un concejal troskista. Su candidato a intendente -el Lic. Federico Berg- es hijo de una familia obrera, condición que al Lonja lo puede. Siempre es mejor un hije de obrero antes que cualquier otre, aunque sea troskista. Para poder entrar, el Frente de Izquierda debería sumar 10 mil votos más que en 2017. Un desafió enorme para el joven dirigente de Barrio Alto Verde.
Para terminar, todo indica que la campaña va a tener sus berretines. Por lo pronto la Gobernadora Vidal no está interesada en perder votos en la cabecera de la segunda sección y ya realizo la primera visita a la ciudad. Parecen un poco dormidas las otras fuerzas que aún no han terminado con la sesión de fotos de sus candidatos y lentamente comienzan con el ritual de las mesas de campaña.
El Lonja
