24.06.2019 Con todas las listas nacionales, provinciales y locales cerradas, comienza el campeonato de apreciaciones y los cien metros llanos para opinólogos de baja monta. En este caso, desperté de una larga siesta, para llegar a anotarme. Me ha desvelado el poder marcar cuestiones que hacen a la pérdida de peso político en la órbita provincial de lo que podríamos llamar –sin pretender ser exactos- el peronismo/kirchnerismo nicoleño. Cuando hablo del peso político, entiendo que la forma de medir ese peso es a través de la posibilidad de impulsar a sus cuadros principales a ocupar cargos de jerarquía a otros niveles (Ministerios, secretarias, Cámara de Diputados y Senadores, etc).
Las cuatro revelaciones en lechiguano y su actualidad.
Hace relativamente poco, ha llegado a manos de un grupo de científicos locales, unas anotaciones escritas en lengua lechiguana -dialecto que se hacía perdido en el tiempo- donde luego de arduas tareas de traducción y reconstrucción del texto se han podido descifrar cuatro párrafos que suponen han pretendido ser revelaciones, aunque parecen llegar tarde. Esta hoja de diario -con claros resabios de fritura de pescado- fueron entregadas por un ángel vestido de grafa a una anciana del barrio, una mañana fría de otoño a orillas del arroyo Somisa. En un esfuerzo de producción aquí se reproduce su contenido:
#1 San Nicolás es una ciudad que gusta del peronismo para elegir sus representantes. Desde la democracia hasta el presente, solo hubo una breve excepción a esta regla: se llamó Alianza, su intendente fue un radical llamado Pedro Novau y tampoco fue un experimento exento de peronismo en su conformación interna.
#2 El peronismo en San Nicolás tiene una fractura principal que acarrea desde 2009 y se disimuló durante el período 2011-2015 por obvias razones. Uno de esos sectores del peronismo local esta disciplinadamente conducido por Ismael Passaglia, quien rápidamente entendió que Vidal le garantizaba gobernabilidad y proyección provincial (en cuatro años Ismael logro conducir el Instituto Provincial de la Vivienda, retuvo el Municipio en la figura de uno de sus hijos y coloco a otro encabezando la lista de Diputados por la Segunda Sección electoral en 2017). Ningún otro espacio político le hubiera permitido semejante acumulación de poder y encima respetarle tanto en 2017, como ahora en 2019 el pedido para que NO tenga listas internas en las PASOS locales.
#3 El peronismo/kirchnerismo local no logra encontrar la llave de la verdadera unidad, la que duele. Tampoco logra legitimar una conducción política que se levante por encima del resto de las fuerzas. Navega desde hace tiempo en distintos eventos, donde más que una acción política para crecer, acumular poder y ensanchar su volumen político, parece perdido en una caricaturezca gira por festejos de cumpleaños donde cada uno solo invita a sus amigos más cercanos. El costo de este problema irresuelto es la consecuente pérdida de peso político en todos los niveles.
#4 Todo lo anterior no tiene sentido: hay que ganar elecciones lo demás a nadie le importa.
¿De qué hablamos cuando decimos Segunda Sección Electoral?
La Provincia de Buenos Aires está dividida en ocho secciones electorales. San Nicolás de los Arroyos forma parte de la Segunda Sección que es la quinta en número de electores. La Segunda Sección tiene poco más de 600 mil votantes, divididos en 15 distritos, 11 lugares en la cámara de diputados y 5 en la de senadores provinciales. En esta oportunidad renueva sus 5 lugares en la Cámara de Senadores (3 de Cambiemos – 2 de Unidad Ciudadana).
De este extenso territorio hoy Cambiemos gobierna dos de los tres distritos más importantes: San Nicolás (117,000 electores) y Pergamino (85.400 electores). Mientras que el segundo distrito con más votantes es Zárate que es gobernado por Osvaldo Caffaro, un socialista kirchnerista.
En esta oportunidad, la lista de candidatos a senadores provinciales por el espacio Juntos por el Cambio tendrá a dos radicales nicoleños en los primeros 3 lugares de la lista (Elisa Carca de la Coalición Cívica ira segunda mientras que Marcelo Dileo de la UCR ocupa el tercer lugar). De repetirse el resultado electoral del 2015 para este frente político, la ciudad pasaría a tener 2 senadores provinciales por este espacio. Esto sin contar que la cuarta candidata también es de San Nicolás, responde a Ismael Passaglia y podría entrar si Owen Fernández sigue ocupando un cargo en la gestión en la Gobernación de Vidal o Macri, dependiendo esta posibilidad de ganar -claro está- alguna de las dos elecciones. De estos hechos, no puede negarse que Juntos por el Cambio no tiene dudas acerca de donde radica el peso político de su fuerza en la Segunda Sección. Hasta se dieron el lujo de dejar afuera a Marcelo Pacifico, pergaminense que tenía que renovar su mandato y quedo afuera (algunos sostienen por su cercanía con Monzó).
Mientras tanto al otro lado de ciudad gótica, el Frente de Todos lleva como primer candidato a senador por la Segunda Sección electoral a Francisco “Paco” Durañona (Intendente de San Antonio de Areco, 18.500 electores), lo sigue Agustina Propato (de Capilla del Señor, Partido de Exaltación de la Cruz, 25.000 electores) y finalmente en el tercer lugar se encuentra Facundo Ballesteros (San Andrés de Giles 18.500 electores). Sin entrar en cuestiones de merecimientos o no -la política es reacia a dejarse pensar en esos términos- es evidente la poca importancia que ha tenido a la hora de definir la lista el peso electoral de los distritos (en una Sección Electoral donde en 2015 el FPV obtuvo 35% contra 39% de los votos de Cambiemos, con Ismael Passaglia jugando dentro del FPV. Ahora bien, esto dispara algunas preguntas: ¿Es importante tener en cuenta a los distritos con más peso electoral a la hora de armar una lista o es más importante premiar a los distritos más ordenados políticamente? ¿Nos fijamos a la hora de votar quienes van como senadores, o se vota boleta completa y por eso no se mira el peso electoral de los distritos? ¿Es importante la unidad en el distrito para poder disputar los espacios electorales provinciales? ¿De quién es la responsabilidad de la unidad en el distrito? ¿Beneficia a alguien que el distrito y sus fuerzas peronistas/kirchneristas pasen cuatro años sin tener senador/a provincial? ¿Alguien ha planteado esta discusión en la mesa donde se definieron las listas?
Cuando vemos que domingo a domingo, se suceden elecciones donde la regla general es un voto provincializado, que pone la lupa más sobre la gestión de los gobernadores que sobre su alineamiento político nacional, me pregunto: ¿tiene sentido hacer política sin atender los localismos, la potencia del vecinalismo y el derecho de cualquier sociedad a pensar que se merece estar mejor que ayer sin buscar las respuestas en modelos económicos que muchas veces no se terminan de entender? ¿Se puede hacer política sin tener una estrategia que potencie las fuerzas políticas locales para salir de una vez por todas de la discusión de si el 4 concejal entra o no?
Como se deja ver en el documento histórico entregado a la anciana somisera, todo puede ser poco importante cuando lo que se está poniendo en juego es el orgullo y la autoestima de una sociedad. Nada peor que acostumbrarse a perder elecciones, nada. Ahora la suerte está echada, y lo único que tendrá relevancia serán los resultados.
El Lonja
.