19.02.2019 La investigación se basa en la declaración de Vincent Doyle, un estadounidense que dice ser hijo de un cura.
“Puedo confirmar que estas directrices existen”, dijo el portavoz del Vaticano Alessandro Gisotti al diario, The New York Times y develó que se trata de un documento interno.
Dichas reglas, agregó, obligan al sacerdote que engendra hijos a abandonar el sacerdocio y “asumir sus responsabilidades como padre al dedicarse exclusivamente al niño”.
El papa Francisco recientemente afirmó que el celibato en el sacerdocio “es un don a la Iglesia y yo no estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional”.
Al respecto, el subsecretario de la Congregación para el Clero del Vaticano, monseñor Andrea Ripa, comentó al medio estadounidense que dicha “solicitud” era una simple formalidad, ya que es “imposible imponer” el abandono de la orden. Sin embargo, el fracaso de este tipo de renuncias voluntarias habría sido el motivo para que la Iglesia tomara otras medidas: “Si no lo solicitas, serás despedido”.
La existencia del documento ha salido a la luz a raíz de que el psicoterapeuta irlandés Vincent Doyle descubriera que es hijo de un cura católico a quien siempre tuvo por su padrino. Desde entonces ha formado un grupo de apoyo internacional para ayudar a otros hijos de sacerdotes con objeto de lograr el reconocimiento de sus padres biológicos.
Ante la negativa de muchos líderes religiosos y a partir de esta iniciativa, el arzobispo Ivan Jurkovic, enviado del Vaticano a las Naciones Unidas en Ginebra, le mostró las directrices oficiales que serían la respuesta al problema. Cuando Doyle preguntó a Jurkovic si podía obtener una copia, el arzobispo al parecer se lo negó alegando que se trata de un documento secreto.
Según el reportaje, no existen cifras sobre el número de hijos de sacerdotes pues muchos casos permanecen fuera del ojo público. Sin embargo, de acuerdo al sitio web impulsado por el grupo de Vincent Doyle, Coping International, existen más de 50.000 usuarios en 175 países.