Las pymes están en el piso, agonizando, y el gobierno nacional, lejos de tirarles un salvavidas, las patea en el piso. El Ministerio de Hacienda publicó, el viernes pasado, una resolución en el Boletín Oficial donde se establece que la tasa de interés para las empresas morosas se incrementa en más de un punto.
La medida, que se aplicará a partir de marzo, fue rechazada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que consideró a la decisión del gobierno como “equivocada y desafortunada”.
Hasta febrero, los intereses resarcitorios (atraso simple) y punitorios (cuando hay un reclamo judicial iniciado) que había que abonarle a la AFIP eran del 3% y 4% mensual, respectivamente. Con el cambio implementado por la cartera económica, desde marzo, esas tasas aumentarán al 4,5% y 5,6%. El cambio empezará a regir únicamente para los nuevos planes, es decir, para las empresas que todavía no refinanciaron su deuda con la entidad.
“Si bien es cierto que la AFIP no cobra las tasas de un banco, las empresas están haciendo un esfuerzo descomunal en el interior del país para poder cumplir”, señaló Gerardo Díaz Beltrán, presidente de CAME.
El empresario afirmó que “una tasa de este tipo termina de colapsar a las pymes” y consideró que la situación se agrava “por los altísimos intereses que aplican los bancos”.
Además, Díaz Beltrán explicó: “Las empresas no tienen caja debido a la crisis y la falta de crédito y no es que quieran atrasarse en el pago de impuestos, es por culpa de la situación que va a ser cada vez más frecuente, por la crisis”.