03.02.2019 La empresa RealDoll ya comercializa sus “muñecas sexuales” con la capacidad entablar una conversación en nuestro país por un precio que puede igualar al de un auto de alta gama.
La soledad es uno de los problemas humanos en los que la ciencia ficción ha puesto sus ojos más de una vez. La búsqueda de respuesta a este problema generó clásicos como Blade Runner de Ridley Scott o AI de Steven Spielberg que nos deslumbraron en la pantalla grande, pero, según parece, el futuro ha llegado y la realidad supera de nuevo a la ficción ya que la empresa norteamericana RealDolls comercializa actualmente acompañantes sexuales que además pueden entablar conversaciones y están dotadas de gesticulación muy similar a las de un humano.
El modelo RealDollX , aparte de estar preparado para satisfacer sexualmente al usuario mediante una serie de características físicas (peso, altura, genero, color de piel y un apabullante etcétera) personalizables, costa de un software creado por la empresa hermana Realbotix mediante el cual se puede programar la personalidad y tipos de charlas/respuestas que se obtendrán del robot sexual. La aplicación Realbotix mediante la cual nos comunicaremos con nuestro robot esta solo disponible para dispositivos Android por el momento pero la empresa promete que a la brevedad incluirán Windows, Mac y iOS.
RealDoll es una empresa que lleva décadas en la fabricación y perfeccionamiento de muñeques sexuales y la comercialización de las versiones más realísticas de sus productos ya llevan unos cuantos años en nuestro país. A partir del corriente su modelo robotizado Harmony X puede llegar a tu casa según los comerciantes locales por 23 mil dólares –algo así como 920.000 pesos argentinos- con cargos de envío e impuestos aduaneros incluidos.
La historia de los acompañantes sexuales artificiales ya lleva aproximadamente un siglo entre nosotros y en la actualidad podemos presenciar grandes y, quizás para algunos, bizarros avances. Habrá que estar atentos a ver quiénes están dispuestos a postergar cambiar su auto por un poco de (artificial)compañía.