29.01.2019 Unas Veinte nicoleñas realizaron y aprobaron dos cursos históricamente pensados para el sector masculino en el Centro de Formación Laboral “Fray Luis Beltrán”. Desde ahora la ciudad cuenta con un equipo de mujeres preparadas para la operación de auto elevadores yale y grúas puente. En una entrevista con Edith Mancini, directiva de UOM, y algunas de las egresadas de la capacitación laboral, ellas plantean la necesidad de la inclusión de la mujer en el sector industrial y en la oferta educativa de sectores anteriormente pensados como exclusivos de los hombres.
El encuentro se dio en las oficinas del sindicato de la UOM, en medio de mates y un ambiente distendido. Allí no solo aguardaban para contar la experiencia Edith, sino también alguna de las mujeres que ya tienen la certificación de grueras, algo inédito en la ciudad. Luego se sumaría a la conversación el actual concejal Jesús Gómez, delegado sindical y uno de quienes junto a Pedro Carrizo y Naldo Brunelli apoyaron la iniciativa.
Camino a la certificación
La idea surge de la mano de Mancini, luego de enterarse que en países como Venezuela o Guatemala hay mujeres que operan grúas puente. En nuestra región, tanto los autoelevadores como las grúas son únicamente operados por hombres. Al no ser un trabajo que requiera de fortaleza física, sino de conocimiento de la técnica, cualquier mujer interesada puede capacitarse y, mediante esta certificación, aplicar para el trabajo.
SI bien es un trabajo apto para ambos sexos, es frecuente que en las búsquedas laborales se busquen exclusivamente hombres para las tareas fabriles. Por ello, las empresas deberían evitar esta práctica recurrente a la hora de realizar búsquedas laborales, para comenzar a abrir el juego a las mujeres, sector más vulnerable, principalmente en tiempos de tasas altas de desocupación. Además, la capacitación permite a las egresadas aspirar a mejores condiciones laborales y beneficios laborales.
“El curso de Yale fue de 36 horas donde el instructor les enseñó a manejar. Cuando terminaron ese comenzaron el de puente grúa, de 40 hs y la mayoría ya lo aprobó el curso. La idea es darle las herramientas a la mujer que realmente le guste esto para que el día de mañana, cuando haya una vacante, no solo en planta sino afuera -ya que los autoelevadores también se usan en supermercados o ferreterías-, que puedan entrar a trabajar en alguna empresa”, detalla Mancini.
Un cambio de paradigma
“No es cuestión de ponerse en contra de los hombres, sino estár a su lado”, afirman. Muchas de las presentes cuentan que recibieron algunas burlas e interrogantes al comenzar el curso. La fábrica, y alguna de sus tareas, siguen siendo vistas como un espacio netamente masculino y hasta la conformación de la estructura fabril lo demuestra. Hasta hace muy poco, en planta no había baños y vestuarios exclusivos para mujeres, teniendo que trasladarse hasta alguna oficina para utilizar el toillete.
La falta de mujeres en planta tiene que ver además con su minoría numérica en escuelas técnicas o en carreras de formación laboral destinadas al sector industrial. Eso implica una cuestión de inclusión. “Cuando a una fábrica entra un hombre de ayudante por ejemplo, se le dice: ‘andá y ayudá’, así van aprendiendo con diferentes maquinas. Pero a una mujer nunca se lo dicen, ni siquiera te dejan ayudar a manejar una camioneta”, afirman.
En la industria no existe el cupo femenino, tal como se estipula en otros sectores. Por ello el tema de la inclusión de las mujeres es una lucha lenta pero cotidiana hasta lograr que no sea un trabajo exclusivo de un género. Una de las nuevas grueras reflexiona al respecto: “Yo creo que va más por el tema de la inclusión. Yo que trabajo en planta veo que tuve que estudiar las cosas que los hombres saben porque tienen 18 años e ingresan a la fábrica. Creo que a medida que la mujer pueda ir ingresando, aún más joven, va a ir aprendiendo como parte de la rutina normal de trabajo. No está la inclusión desde la base. Cuando esto se haga más masivo esto ya no va a ser una noticia”.
Formación continua
El Sindicato de la UOM posee dos centros de capacitación laboral en nuestra región, el Centro de Formación Laboral “Fray Luis Beltrán” y el Instituto Tecnológico “Rafael de Aguiar” (ITEC). En ambos espacios se brindan cursos y carreras relacionadas al sector industrial productivo de la región, con propuestas abiertas a toda la comunidad, de cualquier género y aún quienes no se desempeñen en planta.
Para conocer más acerca de las propuestas formativas, se puede consultar el sitio web www.reddecentros.uom.org.ar