22.01.2019 Martín Vázquez es nicoleño y creó la empresa Quali, la cual fabrica anteojos reciclando plástico de desechos fabriles. La contaminación del planeta y contribuir para aminorar el impacto, es una de las principales preocupaciones. La empresa maneja tres ejes que considera fundamental y la posiciona como vanguardia: el eje social, el eje ambiental y el económico. El testimonio de Martín es educador y deja un mensaje de esperanza.
Los inicios del proyecto de reciclado.
Tenía 24 años cuando se recibió de Ingeniero industrial a fines del año 2015. Por aquel tiempo entró a trabajar en la empresa Techint, labor que tomó como parte de una experiencia de aprendizaje, sin perder de vista el principal objetivo de seguir un camino propio, de manera independiente. Una mañana antes de salir para el trabajo, se miró en el espejo y una voz íntima le habló: “no podes seguir así”. Ese mismo día comenzó a bucear en la web y a interesarse por el reciclado del plástico, que venía haciéndole ruido en su cabeza. No tenía idea de nada, fueron horas y horas de buscar y leer, de investigar qué se podía hacer con ese material que ensucia los océanos, degrada la tierra, contamina el aire. Las horas de buceo y de investigación le hicieron entender que el plástico no es basura, sino una materia prima para crear nuevos productos y seguir generando valor. Por tanto la idea aun vaga se resumía en un proceso: reciclar el plástico, procesarlo y devolverlo al mercado como materia prima.
“La idea nace básicamente a partir de ver como las personas nos somos responsables de la cantidad de residuos que generamos, no tenemos conciencia de haber hecho las cosas muy mal y que si no cambiamos la historia vamos a terminal mal, esa es una realidad, si como sociedad no nos hacemos cargo del residuo que generamos y generan las empresas, no vamos a dejar un mundo lindo y sano para las generaciones que vienen”
Una noche en que le pesaban los ojos y el sueño le estaba ganando, descubre en la web un joven de nacionalidad holandesa, que diseñó cuatro máquinas caseras de reciclaje de plástico. Martín descubre que el creador de las máquinas, subió los planos a su sitio web en la modalidad de “código abierto”, esto quiere decir que cualquiera puede entrar a la página que se llama Precious Plastic y tiene libre acceso a descargar los planos de las máquinas. Cada cual en su casa, taller o lugar puedas armar la máquina a un bajo presupuesto, y pueda arrancar con un emprendimiento de reciclaje.
“De las cuatro máquinas descargué los planos de dos máquinas, una triturado de plástico y una inyectora de plástico, me armé pequeños moldecitos como posa vasos que tenían diferentes formas: circular, hexagonal, cuadrado. Era un trabajo más artesanal, por las redes sociales comencé a comunicar a los usuarios que estaba en este proyecto y que necesitaba plástico, pedía que al que le interesaba el proyecto no tire el plástico, sino que lo lave, lo limpie y los separe que yo lo pasaba a buscar. Todos los viernes agarraba el auto y pasaba casa por casa buscando plástico y esa era mi materia prima”
En medio de esa vorágine, Martín evalúa la buena respuesta de la gente, mientras siente estar haciendo un bien sobre el planeta. Su principal objetivo que es demostrar que se pueden hacer las cosas de una manera distinta, empezaba a tomar forma. De a poco aquel anhelo que sólo se alojaba en la razón y el deseo, iba tomando forma material a partir de las acciones escalonadas que Martín fue llevando adelante, primero en soledad, luego involucrando a la sociedad.
“Comencé a involucrarme cada vez más en el proceso, armé un proyecto, un plan de negocios, me acerqué al Club de emprendedores de San Nicolás, ellos me ayudaron a acomodar las ideas, yo seguí mi camino, ya con el proyecto sólido. La idea era conseguir financiación, comprar máquinas industriales y comenzar con el proceso de reciclaje. Decidí que quería hacer anteojos, me pareció que era un producto que a la gente le podía llegar a interesar y también un producto super poderoso que nos daba una buena oportunidad para comunicar nuestro mensaje, lo que nosotros queremos decir”
Los anteojos con marco reciclado.
“Fue un camino larguísimo, hasta que el proyecto comenzó a tomar forma pasó tranquilamente un año. Muchas idas y vueltas, entre ellas mucha gente que me decía que no se podía hacer, pero siempre la idea estuvo firme y había que insistir. En el medio había renunciado a mi trabajo en Techint porque no me sentía cómodo. La mitad del día lo ayudaba a mi padre en su proyecto, y el resto del día lo dedicaba al mío”.
Martín con Plan de negocio en mano, se va a Bs As y comienza a tocar las puertas de todos los fabricantes de anteojos para presentar su proyecto. En un comienzo nadie le abrió las puertas, hasta que un día conoció al quien hoy es su socio: Damián Poublete. Damián tiene una empresa de reciclaje de plástico, una materia prima que se llama poliamida, que se usa en la industrial en general para crear materiales de plástico, toneladas y toneladas por año. La empresa de Damián lo que haces es recuperar todo el plástico que sobra de los procesos, lo recupera y lo recicla. Hoy en día Martín y Damián llevan parte del proceso de reciclados juntos y han encontrado una fórmula, un compuesto que es la materia prima con la que fabrican los anteojos. Así nace la empresa Qualia, que fabrica anteojos 100% de plástico reciclable.
“Una vez que conocí a Damián se comenzaron a abrir un poco las puertas, la materia prima que conseguíamos era de mucho mayor calidad que la que conseguía yo estando solo, ese hecho cambió el paradigma y ya con el proyecto en mano y la materia prima de alta calidad reciclada, los fabricantes de marcos de anteojos nos comenzaron a prestar más atención, incluso una de esas puertas que tocamos, hoy nos ayuda en la parte productiva”
Para el proceso de obtención de la materia prima, se usa un tipo de plástico llamado “poliamida”, es un material que usan la mayoría de las industrias. La industria del automotor, la industria eléctrica y cualquier industria que haga productos de plástico. Las propiedades físicas y químicas que posee la “poliamida”, lo hace un material propicio para trabajar: es un plástico elástico, resistente, liviano. Como todo material de desecho, termina en el océano o en entierros masivos, o en el río.
“El proceso es el siguiente: nosotros recuperamos todo lo que es el residuo plástico industrial que generan las industrias, lo procesamos y lo reciclamos hasta obtener la forma de “pelet”, que son una especie de cilindritos, esa es la materia prima. Con esa materia prima, se lleva a cabo el proceso de inyección para la creación de los anteojos: una máquina inyectora que a través de la temperatura, la presión y tiempo, más el uso de una matricería, que en este caso son los marcos de los anteojos con las patillas, derrite el “pelet” y se envía con presión a la matricería y así se obtiene el anteojos”
Empresa Qualia, empresa de triple impacto.
Hoy están intentando certificar la empresa Qualia como empresa B. A las empresas B se las llama de -triple impacto-. Se centra en tres ejes. El eje de lo que es la parte ambiental por trabajar con plástico reciclado, creando un producto a través de desechos. El eje social, donde la empresa está trabajando intensamente en ese aspecto, agregando a la cadena de valor fuentes de trabajo, para sumar a personas que han quedado fuera del sistema, que puedan empoderarse tener un trabajo digno. También desde este segundo eje social, la empresa destina un porcentaje de la venta de anteojos, a dos científicos marinos que viajan por todo Latinoamérica dando charlas de concientización y conferencias, armando movidas de limpiezas de plazas y demás, ya más de 20.000 personas escucharon su charla, empoderando a través de la educación y el conocimiento que los integrantes de la empresa consideran dos herramientas muy poderosas de concientización. El tercer y último eje es el económico, que básicamente trata de asegurar que la empresa sea sustentable para sostener lo anterior.
“Cuesta mucho querer hacer las cosas de una manera diferentes, soy testigo de eso. Hoy veía un video de un chico en Chile que junta botellas descartadas de vidrio y las convierte en vaso. Hace todo un proceso de diseño, los vasos están espectaculares, su lema es -Hasta que el último vaso de vidrio sea de una botella- Le está yendo bárbaro, arrancó hace unos ocho años, realiza un gran trabajo social. En el video contaba la presión que siente en querer armar un camino nuevo, con un compromiso, y lo entiendo porque es dificilísimo. Al final del video el pibe termina llorando y yo me largué a llorar también, porque hace un año que vengo renegando. Es algo que te anima mucho, todas las mañanas tengo la motivación de demostrar que se puede, el único objetivo de una empresa no debería ser hacer sólo dinero.”
A la vanguardia.
“8 mil millones de tonelada de plástico llegan por año a los océanos, son datos estadísticos alarmantes” Dice Martín y cae en un silencio sepulcral. La contaminación del planeta lo moviliza en particular. Atribuye el despertar de su conciencia, al hecho de ver tanto descarte e indiferencia de la humanidad. Cuenta la anécdota de verse en la calle juntado el plástico, el papel y los residuos que otros arrojan a la vía pública. Pero el despertar de su conciencia se remonta años atrás, casi a su adolescencia/ juventud, quizás Martín lo descubra o no mientras relata los hechos de su vida.
-Tuve una infancia muy linda, padres separados desde que tengo uso de razón, pero entre ellos siempre se han llevado muy bien, así que no me puedo quejar absolutamente de nada. Durante mi adolescencia practiqué mucho deporte al aire libre, desde los 5 años hasta los 20 jugué al rugby. Mi padre con mucho esfuerzo y trabajo nos pudo llevar a esquiar a la nieve varias veces. Así que cuando estaba estudiando en la Universidad Nacional de Rosario me obsesionó la idea de irme a trabajar a EEUU a un centro de esquí, trabajé de lo que venía para juntar plata, más la ayuda de mis viejos me pude ir. Trabaje 7 meses en un centro de esquí en EEUU, me certifiqué como instructor. Siempre fui un enamorado de la vida al aire libre, la naturaleza y el deporte-
Resulta dificultoso encontrar material de lectura sobre pensadores que reflexionen sobre política y sociedad de vanguardia, mucho más difícil es encontrar aquellos que arriesguen sobre el futuro en un trabajo serio y cientificista, con respecto a la política, la sociedad y el planeta. Hay un material creado por referentes de un movimiento social en la Argentina que se anima a tal hecho. Es ese documento se deja en claro que las recetas de la política del siglo XX han quedado en desuso, y que por el contrario sería beneficioso rever algunas cuestiones que antes estaban mal vistas y hoy deben ser una fortaleza para la organización de las sociedad. Pone como ejemplo al movimiento feminista y al movimiento ecológico que han podido crecer en este contexto de cambios. La empresa Qualia es un ejemplo de dinamismo e interpretación de una realidad del siglo XXI, ya que combina el reciclado, el cuidado del planeta, la conciencia social, generar fuentes de trabajo para los excluidos del sistema. Por tanto se engloba en una nueva mirada política y empresarial, de un capitalismo que debe retroceder porque si no será la causa de su propia destrucción.
Página web: www.quialiaeyewear.com.ar
Instragram: @qualiaeyewear