27.02.2019 Esta semana hablamos con la familia Pascale cuya casa linda con los terrenos de la Avícola que no cumpliría con las reglas de higiene y provoca una ola de moscas realmente impresionante.
La Avícola del conflicto se ubica en la Ruta 9, kilómetro 229, carril mano Rosario-Bs As, el campo de la familia Pascale linda con los terrenos traseros de la Avícola. Los inicios datan del año 1996 cuando los propietarios del campo de apellido Cavalleri, también estaban al frente del negocio “Avícola Las María”. Según Estela Pascale, vecina del lugar, no hubo nunca conflictos ni sociales ni ambientales, incluso los dueños se acercaban y preguntaban en los alrededores si había algún problema. Desde que los dueños del campo alquilan la Avícola a otros dueños, las moscas han invadido el lugar. Han pasado ya 5 dueños de la familia original.
“Cuando hubo un cambio de dueño empezaron a andar mal las cosas, no echaban nunca un líquido sobre el guano de las gallinas y empezaron a venir las moscas. Empezamos con los reclamos en municipalidad, siempre las notas ingresaron por Mesa de entrada, siempre se pagó los sellados correspondientes. No es de ahora, pasaron varias intendencias y no tuvimos respuesta, Carignani, Novau, Corral y llegamos hasta hoy que hablamos y dirigimos las notas a Manuel Passaglia. Vienen las inspecciones del municipio pero no pasa nada, sigue todo igual. Le hacen multas a la Avícola pero no cambia nada. También vienen del SENASA, pero no nos explicamos cómo habilitan para que el negocio funcione así, de forma irregular. En una oportunidad un personal municipal nos dijo que nos mudemos, es una locura, nuestra casa esta desde 1915 en el lugar, esa contestación es una falta de respeto”
Estela Pascale asegura que es impresionante ver por foto la cantidad de moscas sobre la comida y los utensilios de la casa, pero que si se está en el contexto, en el campo narrativo del conflicto, no se soporta ni 10 minutos la marea de moscas de todos los colores. También ha perjudicado a los vecinos del lugar en el plano económico, ya que las veces que intentaron alquilar el lugar debido a la actividad del Autódromo, han rechazado su oferta, elogian la belleza del lugar pero no soportan las moscas. Mucho menos puede la familia Pascales disfrutar un fin de semana. Estela se lamenta la cantidad de navidades y demás celebraciones con sus vínculos sanguíneos y de amistad, que han tenido que pasarla encerrados adentro sin estar totalmente libre de las moscas, o directamente evitar la casa para reunirse.
“Además de las moscas, cuando queman gallinas muertas, huevos, plumas, todo ese humo impregna el aire por varias horas, se hace imposible vivir así. No queremos que se clausure y se cierre la Avícola pero que sí cumpla con las reglas de higiene, tampoco queremos llegar a tener que poner un abogado, pero ya no se soporta más”
Los vecinos del lugar, aseguran que no saben a quién más recurrir. La esperanza ahora de los vecinos, se recuesta sobre los medios de comunicación para hacer pública la afección ambiental en la que viven, que traducida jurídicamente es una negligencia con respecto al Derecho Humano de vivir en un ambiente límpido y sano.